11 fotosEl corcho portugu¨¦s golpea de nuevoTras a?os de p¨¦rdidas, la industria lusa resurge, en batalla con los fabricantes de tapones pl¨¢sticos destinados a las botellas de vino 09 may 2017 - 15:25CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceHace una d¨¦cada, las expectativas no eran las mismas. Su mayor cliente, la industria del vino, coqueteaba con productos m¨¢s baratos que amenazaban el dominio del corcho: los tapones de pl¨¢stico. En la imagen, tapones de corcho en la f¨¢brica Waldemar Fernandes da Silva en Argoncilhe.PEDRO NUNES (REUTERS)Muchos fabricantes de vino de primera calidad rechazaron el corcho, culp¨¢ndolo de contaminar el vino con un sabor mohoso. En la imagen, un pallet con corcho es transportado en la f¨¢brica Amorim Revestimentos.PEDRO NUNES (REUTERS)La venta de tapones de rosca y pl¨¢sticos, fabricados por firmas como Amcor, de Australia, creci¨® hasta representar casi la mitad del mercado de los EE UU, seg¨²n la Junta de Calidad del Corcho, con sede en EE UU. En la imagen, una pila de residuos de corcho en una fabrica en Rio Meao.PEDRO NUNES (REUTERS)Sin embargo, el corcho se ha recuperado, en parte invirtiendo en investigaci¨®n para eliminar la contaminaci¨®n en el vino, un olor h¨²medo y mohoso, a veces causado por hongos encontrados en la corteza. En la imagen, una trabajadora realiza un test de control de calidad en la f¨¢brica Amorim.PEDRO NUNES (REUTERS)El corcho ha elevado su cuota de mercado de los EE.UU. a alrededor del 60%, y su participaci¨®n en el mercado global se aproxima al 70%, estima Amorim. En la imagen, un cami¨®n a las puertas de Amorim Revestimentos.PEDRO NUNES (REUTERS)Un trabajador coloca una red sobre un pal¨¦ cargado con corcho en la f¨¢brica Amorim Revestimentos de Sao Paio de Oleiros.PEDRO NUNES (REUTERS)Como el mayor comprador de vinos australianos, China tambi¨¦n tiene el potencial de influir en c¨®mo los productores sellan sus botellas, en un mercado donde predominan los tapones de pl¨¢stico. En la imagen, corcho apilado en la f¨¢brica Waldemar Fernandes da Silva, en Argoncilhe.PEDRO NUNES (REUTERS)La corteza es despojada cuidadosamente de los alcornoques de Portugal, en la regi¨®n de Alentejo. Luego, en las f¨¢bricas de Amorim, el equipo lo procesa en losas que se tratan con vapor, se cortan en trozos m¨¢s peque?os y se alimentan mediante robotizaci¨®n. Despu¨¦s, son pulidas con l¨¢ser.PEDRO NUNES (REUTERS)El proceso de Amorim est¨¢ entre las tecnolog¨ªas que brotaron de la inversi¨®n de m¨¢s de 700 millones de euros de la industria portuguesa en nuevos equipos e investigaciones. Los tapones de mejor calidad todav¨ªa se golpean a mano antes de pasar por el an¨¢lisis cromatogr¨¢fico.PEDRO NUNES (REUTERS)La industria tambi¨¦n ha lanzado tapones libres de TCA (componente qu¨ªmico que produce la contaminaci¨®n al vino) m¨¢s baratos, hechos de corcho desmenuzado para los fabricantes de vino de gama baja.PEDRO NUNES (REUTERS)'Tras la gran crisis de contaminaci¨®n del corcho, la industria del corcho se ha defendido. El incre¨ªble trabajo que hicieron cambi¨® las cosas. La calidad aument¨® dr¨¢sticamente en los ¨²ltimos 10 a?os' declara Gregory Viennois, director t¨¦cnico de vinos Laroche.PEDRO NUNES (REUTERS)