Cerco a las pseudoterapias que afirman ¡®curar¡¯ la homosexualidad
Solo tres pa¨ªses proh¨ªben expresamente estos supuestos tratamientos que buscan "reconducir" la orientaci¨®n sexual. 72 pa¨ªses criminalizan a¨²n las relaciones entre personas del mismo sexo
Leyes sobre orientaci¨®n sexual en cada pa¨ªs
- Pena de muerte
- Pena desde 14 a?os a cadena perpetua
- Pena de hasta 14 a?os
- Leyes de moralidad
- Matrimonio
- Otro tipo de uniones
- Adopciones
Pena de muerte
Pena desde 14 a?os a cadena perpetua
Pena de hasta 14 a?os
Leyes de moralidad
Matrimonio
Otro tipo de uniones
Adopciones
Campamentos para adolescentes que ofrecen ¡°curar¡± la homosexualidad. Grupos de apoyo para ¡°corregir¡± la orientaci¨®n sexual. Psic¨®logos que aseguran que pueden ¡°revertir¡± la atracci¨®n entre personas del mismo sexo. Asociaciones que ofrecen ayuda para ¡°salir de la homosexualidad¡±. Son las conocidas como ¡°terapias antigay¡±, pseudo tratamientos que, pese a las llamadas de alerta de la mayor¨ªa de las asociaciones m¨¦dicas y cient¨ªficas, difunden sin barreras en un gran n¨²mero de pa¨ªses distintas organizaciones hom¨®fobas ¡ªmuchas de ellas con profundas ra¨ªces religiosas¡ª y supuestos consejeros y psic¨®logos. Solo tres pa¨ªses ¡ªBrasil, Ecuador y Malta¡ª tienen leyes que proh¨ªben expresamente este tipo de pr¨¢cticas, que la casi totalidad de asociaciones psiqui¨¢tricas considera no solo ineficaces sino tambi¨¦n muy da?inas.
Tratamientos como por el que pas¨® el argentino Lucas Ram¨®n Mendos. A los 23 a?os, tras contar a su familia que era gay, estos le pidieron que fuese al psic¨®logo, que hablase de ello con alguien especializado. ¡°Me dijeron que estaban algo inseguros, y que as¨ª ellos tambi¨¦n tendr¨ªan mayor certeza de mi orientaci¨®n sexual. Todo desde la inocencia y la buena fe¡±, cuenta Mendos, que hoy es activista en la Asociaci¨®n Internacional de Gais, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA). ¡°En esa consulta, el psic¨®logo me diagnostic¨® un caso que llam¨® 'reversible' y me propuso un camino en el que me ofrecer¨ªa herramientas para deshacerme de lo que llam¨® 'vicios y desviaciones¡±, rememora Mendos. Nunca complet¨® la pseudo terapia que le ofrec¨ªan. ¡°Si hoy hubiera seguido esos consejos, probablemente no tendr¨ªa autoestima, estar¨ªa cerca del suicidio como ya hemos visto casos¡±, afirma.
Hace ya diez a?os de la experiencia de Mendos. Sin embargo, como alerta el ¨²ltimo informe de ILGA?Homofobia de estado¡ªdel que el abogado argentino es co-autor¡ª, que hace una radiograf¨ªa de los derechos de las personas LGTBI en el mundo, estas pr¨¢cticas no han desaparecido. Y no solo eso. Quienes las llevan a cabo, han variado sus f¨®rmulas para sortear las leyes que, como en algunos Estados de EE UU (entre ellos, California) o pa¨ªses como Argentina, tratan de ponerles coto cuando se ofrecen por parte de profesionales sanitarios para ¡®tratar¡¯ o ¡®reparar¡¯ la homosexualidad; algo que hace d¨¦cadas que dej¨® de considerarse una patolog¨ªa. Ahora emplean m¨¢s a?consejeros, se hacen en el ¨¢mbito privado o se han transformado en grupos de apoyo religiosos.
Asociaciones que en su mayor¨ªa se basan en las?ense?anzas de la Asociaci¨®n Nacional de Investigaci¨®n y Terapia de la Homosexualidad (NARTH), una entidad estadounidense fundada y liderada por Joseph Nicolosi, recientemente fallecido, que trabaja para ¡°prevenir¡± la homosexualidad en ni?os y ofrece consejo y asesoramiento a padres para detectar lo que llaman ¡°signos tempranos de pre-homosexualidad o disconformidad de g¨¦nero¡±. T¨¦cnicas e indicaciones que siguen o hacia las que apuntan organizaciones como Es Posible la Esperanza (EPE), que ofrece una ¡°red de apoyo¡± en espa?ol para revertir la homosexualidad, que considera la "manifestaci¨®n, el s¨ªntoma, a exteriorizaci¨®n" de "heridas, vac¨ªos y traumas¡±.
Tambi¨¦n se trabajan medidas similares en los campamentos que organiza en Estados Unidos, Polonia, Francia, Israel o Alemania Brothers Road. Esta asociaci¨®n con base en EE UU ofrece, por unos 600 euros, consejeros y ejercicios pr¨¢cticos. Entre ellos, por ejemplo, mirar a otro hombre a los ojos para ¡°enfrentar¡± las emociones que puedan surgir. ¡°Todos los ejercicios son concebidos para identificar y tratar los problemas subyacentes que puedan alejarte de tu aut¨¦ntica masculinidad heterosexual¡±, inciden en su p¨¢gina web.
Y reclamos similares pod¨ªan encontrarse hasta hace poco en Malta, donde un rosario de psic¨®logos ofrec¨ªa abiertamente en sus consultas tratamientos para ayudar a ¡°reorientar¡± la sexualidad de un individuo. Desde el pasado diciembre est¨¢ prohibido. El peque?o pa¨ªs, de menos de medio mill¨®n de habitantes, se ha convertido en el primer pa¨ªs de Europa en criminalizar cualquier tipo de tratamiento o terapia de conversi¨®n la aplique quien la aplique: m¨¦dicos, psic¨®logos, consejeros, religiosos. Quien intente reprimir o eliminar la orientaci¨®n sexual de un individuo puede enfrentarse a una multa de hasta 5.000 euros y a una pena de cinco meses de prisi¨®n. Una iniciativa a la que acompa?an otra serie de medidas en la misma l¨ªnea ¡ªentre ellas una muy avanzada ley de reconocimiento de la identidad de g¨¦nero¡ª que contrastan con la restricci¨®n de los derechos reproductivos; entre ellos el aborto, completamente prohibido en el pa¨ªs.?
Homofobia
Las pseudo terapias contra la homosexualidad de las que habla ILGA, y que otros pa¨ªses ¡ªcomo Espa?a¡ª pueden llegar a perseguir a trav¨¦s de leyes contra la LGTBI-fobia o los delitos de odio, son solo un ejemplo de que la persecuci¨®n que enfrenta este colectivo a¨²n es una realidad brutal. Sin embargo, no es la ¨²nica. En pleno 2017, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son ilegales a¨²n en al menos 72 pa¨ªses ¡ªla mayor¨ªa, de hombres; en 45 de ellos, tambi¨¦n en mujeres¡ª. Y en 12 de ellos (o partes de su territorio) pueden llegar a pagarse con la muerte, como apunta el informe de ILGA, que se publica este lunes. Cuatro pa¨ªses ¡ªArabia Saud¨ª, Ir¨¢n, Yemen y Sud¨¢n¡ª, parte de Somalia y 12 Estados de Nigeria recogen en sus leyes la pena capital para estas relaciones. Actores no estatales (fundamentalmente el Estado Isl¨¢mico) la aplican en Irak y Siria. Adem¨¢s, Catar, Mauritania, Pakist¨¢n y Emiratos ?rabes Unidos mantienen la posibilidad de aplicarla; aunque no existe evidencia de ejecuciones en los ¨²ltimos a?os por relaciones consensuales en privado.
El informe de ILGA, que est¨¢ elaborado con datos de 2016 y que no habla de los casos detectados en Chechenia, donde detenciones y torturas de hombres identificados como gais han salido a la luz este a?o, da cuenta de arrestos, procesamientos y condenas a personas por mantener relaciones con personas del mismo sexo en m¨¢s de 40 pa¨ªses. Delitos que, seg¨²n el pa¨ªs, pueden denominarse ¡°actos contra natura¡±, ¡°sodom¨ªa¡±, ¡°promoci¨®n de valores no tradicionales¡±, ¡°moralidad¡± o ¡°indecencia grave¡±. En lugares como Uganda, Zambia, Tanzania, India, Barbados o Guyana se prev¨¦n penas de entre 14 a?os de c¨¢rcel y cadena perpetua para quienes tengan relaciones homosexuales. Las leyes de otros, como Libia, Argelia, Marruecos o Samoa incluyen penas de entre tres y siete a?os de prisi¨®n.
¡°Y a menudo las detenciones son realizadas por la polic¨ªa con el objetivo de sobornar u obtener favores sexuales de personas en situaci¨®n de vulnerabilidad. No siempre son seguidas de procesos judiciales¡±, apunta Menos en el informe, que insiste en que estos arrestos buscan adem¨¢s un efecto disuasorio. Como en Malawi, donde en 2016 la polic¨ªa detuvo a dos hombres en su casa por tener sexo entre ellos, les obligaron a hacerse an¨¢lisis de sangre para la detecci¨®n de enfermedades de transmisi¨®n sexual y les acusaron de ¡°relaciones carnales ilegales en contra del orden natural¡±. Mientras, dos pa¨ªses, Belice y Seychelles, han derogado las leyes que criminalizaban la homosexualidad.
El documento arroja triste radiograf¨ªa de las legislaciones del mundo, que muestra que en el siglo XXI el 37% de los Estados miembros de la ONU mantienen normas punitivas. Una violaci¨®n de los derechos humanos que se resiste a desaparecer y que empa?a la victoria de grandes batallas, como el avance en el reconocimiento del matrimonio igualitario ¡ªlegal ya en 23 pa¨ªses¡ª; o la aprobaci¨®n de leyes para resarcir a aquellos gais condenados por serlo, como las aprobadas en Alemania o Reino Unido.
ILGA alerta tambi¨¦n de la proliferaci¨®n de las leyes de moralidad o propaganda, que est¨¢n en vigor en 19 pa¨ªses. Normas que proh¨ªben desde hablar de la homosexualidad (como en Rusia) hasta el registro de clubes, organizaciones o manifestaciones gais (como el caso de Nigeria).
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