El gran negocio de dise?ar el vestido de la boda del a?o

A pocos d¨ªas de la boda del a?o, la prensa inglesa lleva semanas especulando con todos los detalles del enlace entre Pippa Middleton, hermana de la duquesa de Cambrigde, y James Matthews. Una de las grandes inc¨®gnitas gira en torno a qui¨¦n dise?ar¨¢ el vestido, y aunque el misterio no se desvelar¨¢ hasta el 20 de mayo, el favorito es el brit¨¢nico Giles Deacon. El modisto fue visto el pasado noviembre saliendo de casa de Pippa con unos abultados portatrajes negros, y eso bast¨® para disparar los rumores. Deacon estudi¨® en Central Saint Martins y fund¨® su firma en 2003, pero en enero de 2016 cerr¨® temporalmente su divisi¨®n de pr¨ºt-¨¤-porterpara centrarse en piezas de costura. ¡°Queremos maximizar el ¨¦xito de nuestros dise?os de alfombra roja para clientes privados¡±, declar¨® entonces al medio especializado WWD. De ser Middleton uno de esos clientes, la elecci¨®n demostrar¨ªa no poca osad¨ªa por parte de la novia: los modelos teatrales de Deacon no parecen una apuesta obvia.

Deacon no es el ¨²nico nombre que se baraja. En las quinielas aparecen tambi¨¦n Jenny Packham, una de las dise?adoras fetiche de las hermanas Middleton; Amanda Wakeley, favorita de Theresa May; Suzanne Neville, en cuya tienda se ha visto a Pippa y a su madre; Emilia Wickstead, que acaba de lanzar colecci¨®n nupcial; o incluso Victoria Beckham. No parece probable que la novia se decante por McQueen para no replicar la elecci¨®n de su hermana Kate, ni por un dise?ador no brit¨¢nico siendo cu?ada del futuro rey de Inglaterra, aunque hay quien tambi¨¦n apunta a Valentino o Elie Saab. Se da por hecho que el famoso sombrerero Stephen Jones, que ha visitado recientemente su casa, tambi¨¦n jugar¨¢ un papel en la ceremonia.

Dise?ar el vestido para una boda con tanta repercusi¨®n puede llegar a suponer miles de horas de trabajo para una firma, pero garantiza a su creador un lugar en las hemerotecas. Fue el caso de David Emanuel, que firm¨® el de la princesa Diana. ¡°Ten¨ªamos al mundo entero pendiente¡±, recuerda el modisto, que hoy presenta el programa Say yes to the dress y colabora con la firma de joyas Clogau Gold. ¡°Conseguimos que nadie tuviera ni idea de c¨®mo ser¨ªa el vestido hasta que descendi¨® del carruaje frente a la iglesia. Fue un logro muy gratificante, y ella estaba fabulosa¡±.

Propuestas

Lorenzo Caprile, que visti¨® a la infanta Cristina el d¨ªa de su boda con I?aki Urdangarin, asegura que el hecho de que una clienta sea famosa no altera su proceso de creaci¨®n: ¡°Si te dejas llevar por la importancia del personaje, entras en un bucle muy paranoico y negativo que paraliza todo el proceso¡±. Teresa Helbig aboga por la discreci¨®n y m¨¢s a¨²n en estos tiempos de sobreexposici¨®n: ¡°Nos da igual si la novia que tenemos delante es conocida o an¨®nima. Nosotros protegemos a capa y espada los procesos, nombres y an¨¦cdotas de quienes han pasado por nuestro atelier. Adem¨¢s, no queremos entrar en ese juego de name dropping, en esa carrera absurda de mejor cuantos m¨¢s likes¡±. La brit¨¢nica Suzanne Neville se?ala como ¨²nica diferencia ¡°que mis clientas celebrities prefieren un vestido a medida para que nadie m¨¢s pueda llevarlo¡±.

?Y c¨®mo creen ellos que vestir¨¢ Middleton? Caprile se la imagina ¡°con un vestido de l¨ªnea l¨¢nguida, del estilo con el que fue a la boda de su hermana¡­ y con alg¨²n detalle de encaje¡±. La brit¨¢nica Phillipa Lepley apuesta por ¡°un vestido bastante tradicional, pero con un giro que lo haga suyo, y tal vez un toque moderno¡±. Emanuel visualiza ¡°una boda de campo t¨ªpicamente inglesa. No es un acontecimiento real, as¨ª que, si es lista, har¨¢ lo contrario que su hermana y apostar¨¢ por algo muy delicado y rom¨¢ntico¡±. Rosa Clar¨¢, una de las dise?adoras nupciales de referencia en Espa?a, no niega que le hubiera encantado acometer el reto, y concluye: ¡°Seguro que el vestido reflejar¨¢ su felicidad y su belleza natural¡±. Si el vestido de novia de Pippa logra hacerse tan viral como lo fue el de dama de honor, su dise?ador pasar¨¢ a la historia con ¨¦l.