Un deporte

En Espa?a ha surgido un nuevo deporte que hace furor. Se trata de asombrarse por la poca categor¨ªa democr¨¢tica de los dem¨¢s pa¨ªses. Uno que se practica a diario es el de sorprenderse al ver que las instituciones de vigilancia norteamericanas son vapuleadas bajo el poder de Trump. El otro d¨ªa hasta nos resultaba alucinante que hubiera despedido al director del FBI tras una cena ¨ªntima donde no le gustaron sus intenciones y adem¨¢s acallara cualquier protesta amenaz¨¢ndole con divulgar la grabaci¨®n del encuentro. Y otro esforzad¨ªsimo deporte que nos encanta tiene que ver con hacer aspavientos ante el crecimiento de los populismos en pa¨ªses europeos, el ¨²ltimo con el ascenso de los nacionalistas franceses a un incontestable segundo puesto en las preferencias de voto. Esto en Espa?a no pasa, se dicen las gradas plenas de asistentes locales a este espect¨¢culo ajeno.

El efecto tranquilizante tendr¨¢ que ver con que en Espa?a no existe un FBI, porque si no es dif¨ªcil explicarse esta rara superioridad. Pero si traz¨¢ramos una l¨ªnea comparativa que contuviera un ¨¢pice de sinceridad nos invadir¨ªa el espanto. No podemos imaginar lo que suceder¨ªa en Estados Unidos si Trump hubiera forjado un sainete de las proporciones que se ha formado en el v¨¦rtice espa?ol del Ministerio de Justicia, Fiscal¨ªa General y Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. La gota que colma el vaso es la investigaci¨®n sobre la red de saqueo establecida en la Comunidad de Madrid y sus recursos p¨²blicos. Es ir¨®nico que la gota que colma el vaso, literalmente, provenga del Canal de Isabel II, pero bueno, eso ya son matices carpetovet¨®nicos. Lo asombroso es escuchar las llamadas telef¨®nicas donde los cabecillas corruptos anhelan nombramientos de amiguitos en cargos de la Fiscal¨ªa, llaman por diminutivo al ministro y se re¨²nen en el despacho de los jefes de Interior como si los carteristas del metro merendaran con el concejal de transportes.

Es un campo trillado desde tiempo atr¨¢s. Los espa?oles me temo que no sabr¨ªan contestar a la pregunta de para qu¨¦ sirve el ministro de Justicia. Y si se atrevieran a contestar de primeras dir¨ªan que es el se?or que presiona a los jueces y fiscales, organiza nombramientos, malmete, amenaza, zancadillea y enmara?a los asuntos que pueden afectar al partido en el Gobierno y sus miembros m¨¢s activos en la sucursal de subsuelo. Mientras tanto, el deporte nacional es asombrarse de que los franceses abominen de la ¨¦lite pol¨ªtica corrupta y de que Trump sea capaz de organizar a su capricho las capitan¨ªas policiales, militares y de espionaje e investigaci¨®n. Definitivamente, Espa?a es un pa¨ªs de aficionados al deporte.