Ante todo no hagas da?o
Pensando en el d¨ªa despu¨¦s de la votaci¨®n, hacer pol¨ªtica de forma madura implica que participen los unos y los otros
Pongamos que somos neurocirujanos. Si atendemos a las confesiones de uno de ellos, Henry Marsh, el m¨¢s honesto y valiente que he conocido hasta ahora, aprender la t¨¦cnica no lleva tanto tiempo como asumir la larga sombra de un fracaso en la mesa de operaciones. En su libro Ante todo no hagas da?o da cuenta de todo ello con una sinceridad sobrecogedora. Sus intentos de sanar la vida y la angustia de pacientes que viven al borde de un abismo son descritos con una crudeza de tintes ¨¦picos. Cada intervenci¨®n suya respira la tensi¨®n de una batalla: una peque?a distracci¨®n o una falta de reflejos mata o deja lisiado para siempre al que se pone en sus manos. Durante el debate de las primarias del PSOE no he podido sustraerme a las lecciones de Marsh. El partido socialista lleva muchos meses en la mesa de operaciones y los tres candidatos que se ofrecen para sanarlo deber¨ªan dejar de lado los bistur¨ªes para leer a este brillante hombrecillo ingl¨¦s. Aprender¨ªan la templanza, el valor y la aceptaci¨®n que desprenden sus p¨¢ginas.
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Aunque no existe, ni existir¨¢ el lector de pensamientos, no es aventurado interpretar desde un punto de vista psicol¨®gico la actuaci¨®n de los tres candidatos durante el debate de las primarias del PSOE. Ya se ha dicho que Pedro S¨¢nchez, por edad en sus inicios, aspecto f¨ªsico y dimisi¨®n es el m¨¢s cercano al gran padre fundador del PSOE contempor¨¢neo, Felipe Gonz¨¢lez. Desgraciadamente no ha llegado a la sombra de su sombra. Ahora que tenemos con quien comparar, Felipe Gonz¨¢lez era un l¨ªder extraordinario que forj¨® lazos afectivos muy intensos y perdurables de admiraci¨®n y en menor medida de temor con los militantes socialistas y los ciudadanos. Pedro S¨¢nchez ha fabricado un v¨ªnculo con los militantes que se sustenta en la pena por la decepci¨®n que supuso la investidura de Rajoy pero sobre todo se alimenta de la rabia, la impulsividad. Exhibe una pol¨ªtica de seducci¨®n por la ira que conecta con los agravios at¨¢vicos de dirigentes y militantes.
En el debate aparec¨ªa enojado, acelerado, disparando palabras de reproche a la velocidad de una ametralladora, moviendo las manos precipitadamente como un limpiaparabrisas roto o ense?ando gr¨¢ficos y dibujos invisibles. Cometi¨® varios lapsus profundos (¡°yo s¨¦ que esto es falso, pero es as¨ª¡±; ¡°no se puede oponer jam¨¢s al PP¡¡±) que corrigi¨® atropelladamente. Alguien que tiene alguna responsabilidad en los fracasos recientes del PSOE pero que es incapaz de reconocerlo, no es una v¨ªctima o un m¨¢rtir. Es un vengador dolido que busca revancha.
Pedro S¨¢nchez ha fabricado un v¨ªnculo con los militantes que se sustenta en la pena por la decepci¨®n que supuso la investidura de Rajoy pero sobre todo se alimenta de la rabia, la impulsividad
Patxi L¨®pez es un socialista que entra?a porque pocas cosas hay m¨¢s dolorosas que la ejecuci¨®n del diferente y m¨¢s asombrosas que el fin de ETA. ?l vivi¨® ambas y, es seguro, que han te?ido de melancol¨ªa su vida interior. En el debate ocup¨® una posici¨®n central en el escenario y en las escenas de golpes entre los extremos. M¨¢s all¨¢ de la imagen de persona entristecida, sub¨ªa y bajaba los brazos con una actitud en¨¦rgica, incluso lanz¨® frases con enfado (¡°nos estamos equivocando¡±) especialmente dirigidas a Pedro S¨¢nchez al que par¨® con contundencia su deseo de apropiaci¨®n de la candidatura Con Patxi ganamos tod@s y dio una lecci¨®n sobre lo que supone la prevalencia ¨¦tica del Yo ciudadano en una estructura federal al Yo miembro identitario de una naci¨®n. Fue el m¨¢s atrevido al mantener un punto de vista tradicionalmente socialista contra las verdades econ¨®micas neoliberales.
Susana D¨ªaz es la m¨¢s joven de los tres candidatos y apareci¨® la m¨¢s serena. Cautivadoramente tranquila. Sin embargo, su intervenci¨®n fue desgarradora al narrar el abismo al que Pedro S¨¢nchez ha llevado al PSOE (¡°bandazos, in¨²til, irreconocible, sin rumbo cierto,¡¡±). Con una sentencia definitiva: ¡°Tu problema no soy yo, eres t¨². H¨¢ztelo ver¡± Este contraste entre un contenido horrendo y un continente sosegado era impactante, penetrante. Fue entonces cuando apareci¨® su mensaje m¨¢s sugerente: frente a los errores del anterior secretario general la direcci¨®n segura, la izquierda ¨²til, el decir la verdad y cumplir la palabra dada. Su candidatura proclama el esencialismo (100% socialistas) que es reconocible en un v¨ªnculo con los militantes fundamentado en la amenaza de la muerte del PSOE y la recuperaci¨®n de la ilusi¨®n.
Despu¨¦s del debate, hay un candidato que cuanto antes deber¨ªa leer Ante todo no hagas da?o pensando en lo que ha hecho y lo que le queda por hacer. Otro comparte con Henry Marsh las mismas historias vividas: es un superviviente. Y la ¨²ltima necesitar¨ªa leerlo en un futuro pr¨®ximo porque, igual que los dem¨¢s, tiene uno de los mejores trabajos del mundo: el de quien, con la pol¨ªtica, mejora las condiciones de vida de las personas. Pensando en el d¨ªa despu¨¦s de la votaci¨®n, hacer pol¨ªtica de forma madura implica que participen los unos y los otros.
Rafael Tabar¨¦s-Seisdedos es catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa en la Universitat de Val¨¨ncia e investigador principal en el CIBERSAM (Instituto de Salud Carlos III).
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