?Qui¨¦n pierde en las primarias?
Las primarias son el perfecto escenario para visualizar la fractura que los electores castigan
Si ya estaba predispuesto a pensar que el sistema de primarias para elegir a secretarios generales de los partidos es un error, el debate del lunes me lo ha acabado de confirmar. Pedro S¨¢nchez y Susana D¨ªaz parec¨ªan l¨ªderes de partidos enfrentados, no aspirantes a liderar el mismo. Patxi L¨®pez se esforzaba en distinguirse de ambas posiciones con inteligencia y tenacidad pero no era el protagonista del drama.
Otros art¨ªculos del autor
El PSOE no dio, pues, la sensaci¨®n de ser un partido con corrientes y personalidades con matices distintos sino una organizaci¨®n con dos facciones internas enfrentadas, dispuestas a aniquilarse. No s¨¦ cuantos votos de militantes gan¨® o perdi¨® cada candidato cara a las primarias del domingo pr¨®ximo. Pero tengo la impresi¨®n que el espect¨¢culo perjudic¨®, sobre todo, al partido en su conjunto.
El votante espa?ol exige de los partidos seguridad y estabilidad. En los a?os que llevamos de democracia, el elector ha premiado a los partidos que est¨¢n, o aparentan estar, unidos, y ha castigado a los que se presentan divididos. Eso sucede desde la ¨¦poca en que se desintegraron el PCE y la UCD, y no parece que el criterio de los espa?oles haya cambiado. Las primarias, cuando hay varios candidatos con opciones de ganar, m¨¢s todav¨ªa si est¨¢n personalmente enfrentados, como es el caso, son el perfecto escenario para visualizar esta fatal divisi¨®n, esta fractura que los electores castigan.
El PSOE no dio la sensaci¨®n de ser un partido con corrientes y personalidades con matices distintos sino una organizaci¨®n con dos facciones internas enfrentadas
No creo que este sistema sea conveniente en pa¨ªses como el nuestro en el que los partidos, en todo caso el PSOE, son organizaciones repartidas por todo el territorio que tienen vida propia entre elecci¨®n y elecci¨®n. En EE?UU, donde las primarias son habituales, los partidos de este tipo no existen, los candidatos, a todos los niveles, buscan personalmente apoyos en la sociedad al margen de sus referentes dem¨®crata y republicano, organizaciones vac¨ªas casi sin aparatos territoriales. Cuando este sistema se implanta en Espa?a, o el proceso de elecci¨®n es controlado por la organizaci¨®n del partido, y entonces las primarias son una farsa, o se corre el riesgo de sembrar la discordia que tanto desacredita a un partido.
Hay un problema de democracia interna en los partidos espa?oles pero la soluci¨®n no est¨¢ en las primarias. En un modelo de democracia representativa como es el nuestro, la soluci¨®n a la participaci¨®n en la vida interna de los partidos hay que buscarla en un buen sistema de democracia representativa. Cualquier otra soluci¨®n puede conducir al descr¨¦dito y hasta a la destrucci¨®n del partido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.