Los universos paralelos de Colombia

Los principales males de Colombia, la guerrilla y la producci¨®n de coca, tienen que ver con la propiedad de la tierra y la vida en el campo. El conflicto armado con las FARC y el narcotr¨¢fico llevan d¨¦cadas dibujando una frontera que separa simb¨®licamente dos pa¨ªses. En el primero, que coincide con la capital, Bogot¨¢, y otras ¨¢reas urbanas, siempre ha mandado el Estado, en ocasiones con dificultades. En el segundo contin¨²an prevaleciendo redes de intereses marcados por la insurgencia o por bandas criminales organizadas. En la normalizaci¨®n de ese ecosistema consiste, m¨¢s all¨¢ del abandono de las armas, el proceso de paz. Pero ese camino est¨¢ lleno de obst¨¢culos imprevistos.

El abismo entre esas dos Colombias se vio de nuevo, en toda su crudeza, a partir de la madrugada del 1 de abril. Tres de los r¨ªos que atraviesan el municipio de Mocoa se desbordaron por las lluvias torrenciales, provocando una avalancha que inund¨® decenas de barrios y dej¨® al menos 329 muertos. El Gobierno se volc¨® de inmediato. Comenz¨® la reconstrucci¨®n y, con ella, qued¨® en evidencia la debilidad del Estado.

Mocoa es la capital del departamento del Putumayo, en la regi¨®n amaz¨®nica del sur del pa¨ªs, y tiene alrededor de 40.000 habitantes. Estos son, posiblemente, los dos ¨²nicos datos de los que dispon¨ªan las autoridades. No exist¨ªan estad¨ªsticas fiables sobre indicadores econ¨®micos ni sobre las actividades de la poblaci¨®n, de la que se sabe que se dedica tradicionalmente a la agricultura. La regi¨®n se ha convertido, de alguna manera, en uno de los s¨ªmbolos de la brecha entre dos extremos. Entre ciudades gobernadas por sistemas burocr¨¢ticos y omnipresentes mecanismos de control administrativo y un campo azotado por la guerrilla, la coca, la deforestaci¨®n, la miner¨ªa ilegal y la ausencia de servicios. Un universo donde, como ocurri¨® la semana pasada en los Montes de Mar¨ªa, en el interior de la costa del Caribe, un simple anuncio del presidente Juan Manuel Santos, que prometi¨® la instalaci¨®n del alcantarillado, llega a ser motivo de j¨²bilo.