7 fotosSe busca joven aprendiz en UgandaLa formaci¨®n y el empoderamiento de mujeres y j¨®venes son las principales herramientas para contrarrestar una tasa de desempleo juvenil que ronda el 80% en un pa¨ªs que cuenta con una de las poblaciones m¨¢s j¨®venes de ?frica Kampala - 25 jul 2017 - 08:09CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEn los suburbios de la capital, Kampala, el reto de encontrar un trabajo se complica a¨²n m¨¢s, exponiendo a los j¨®venes al riesgo de caer en la red del extremismo y la violencia. Los chicos en la imagen son aprendices del taller de inform¨¢tica organizado en el 'slum' de Bwaise en el marco de un proyecto financiado por la Uni¨®n Europea. La iniciativa, realizada en cuatro barrios con el apoyo de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones y la ONG AFFCAD, se dirige a 1.000 j¨®venes y mujeres residentes en las zonas m¨¢s pobres de la ciudad a los que se ofrece formaci¨®n profesional en distintos sectores, como costura, electricidad, reposter¨ªa, v¨ªdeo y est¨¦tica.Isaac KasamaniEl r¨¢pido proceso de urbanizaci¨®n ha supuesto retos enormes para la gesti¨®n del territorio y de los recursos en Kampala. Unas 90.000 personas viven en el 'slum' de Bwaise y alrededor de un 75% de ellos son j¨®venes, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones. Robert Kakande, 25 a?os, lleva cinco meses estudiando para ser repostero. Su sue?o es montar un negocio propio. Aminah Nabbusa, de 20 a?os, no dispone de una c¨¢mara, pero opt¨® por aprender edici¨®n de v¨ªdeo y fotograf¨ªa, porque su sue?o es rodar pel¨ªculas. "Antes de apuntarme a este curso, no hac¨ªa nada, simplemente perd¨ªa el tiempo. La vida en el ¡®slum¡¯ puede ser complicada", admite. En la imagen, alumnos del taller de costura.Isaac KasamaniEn el distrito de Arua, en el norte del pa¨ªs, en la intersecci¨®n con Sud¨¢n del Sur y la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, el panorama laboral no difiere mucho del de la capital. Nueve de cada 10 j¨®venes carecen de empleo, seg¨²n Gilbert Okuonzi, director del Instituto T¨¦cnico de Koboko. Alrededor del 26% de la mano de obra no est¨¢ cualificada, seg¨²n las autoridades locales, y apenas un 1,4% dispone de licenciatura. "La mayor¨ªa de la poblaci¨®n de Koboko est¨¢ formada por j¨®venes. Muchos de ellos no pueden costearse estudios formales o reciben una formaci¨®n que no se adapta a las necesidades del mercado", explica Okuonzi. A pesar de que la escuela que dirige recibe una media de 500 solicitudes anuales, solo 96 alumnos fueron seleccionados para los cursos de formaci¨®n de este a?o, en su mayor¨ªa (57) mujeres.Isaac KasamaniJulius Matua tarda unas tres horas en fabricar un ata¨²d morado. Por cada trabajo realizado, cobra una peque?a comisi¨®n, que le permite embolsarse unos 100.000-200.000 chelines al mes (24-48 euros). Julius, de 21 a?os y originario de Koboko, tuvo que abandonar la escuela cuando se qued¨® hu¨¦rfano y est¨¢ muy contento de haber tenido la posibilidad de formarse como carpintero. Con el dinero ganado puede costear los gastos para que sus hermanos menores estudien.Isaac KasamaniFlavia Amony ten¨ªa 14 a?os cuando su padre falleci¨® y se vio obligada a remangarse la camisa para contribuir al mantenimiento del hogar. Hoy, con 20 a?os, su madre est¨¢ orgullosa de verle lucir el uniforme de camarera de hotel. "Antes de empezar el curso de formaci¨®n, sent¨ª que estaba atascada. Para las chicas es una situaci¨®n a¨²n m¨¢s delicada, porque la pobreza puede empujarte a hacer cosas que no deber¨ªas", revela. Su pr¨®ximo objetivo consiste en ahorrar dinero para volver a estudiar y su sue?o para el futuro es abrir su propio hotel. Cuando pronuncia el nombre que ha elegido para su establecimiento, Flavia¡¯s Hotel, no puede contener las l¨¢grimas.Isaac KasamaniLa salvaguardia de los bosques de Gulu, al norte de Uganda, es cosa de mujeres. La cooperativa Watemu Lapainat Agroforesty est¨¢ compuesta por 37 mujeres, que recibieron formaci¨®n por parte de las autoridades locales para aprender a plantar ¨¢rboles y as¨ª ganar independencia econ¨®mica. Hoy se ocupan de una superficie de 10 hect¨¢reas. La asociaci¨®n se cre¨® en el marco de un programa apoyado por la Uni¨®n Europea y la agencia de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) con un doble objetivo: paliar la escasez de productos de madera en el mercado incrementando las plantaciones y mitigar los efectos del cambio clim¨¢tico.Isaac Kasamani"Me qued¨¦ embarazada en la adolescencia por ser pobre", cuenta Jackie Akedi, 26 a?os. Sin embargo, sabe que, si pudiera volver atr¨¢s, no le volver¨ªa a ocurrir. "La necesidad puede empujarte a acciones que est¨¢n mal porque necesitas el dinero, pero ahora soy capaz de ganarme la vida por mi cuenta". Jackie era una hu¨¦rfana de 16 a?os cuando se qued¨® embarazada, pero ahora trabaja en un taller de costura bajo el amparo de la ONG Girl Up Uganda y da formaci¨®n a chicas en su misma situaci¨®n o en riesgo de estarlo. Monica Nyiraguhabwa es la cofundadora de la organizaci¨®n con sede en uno de los 'slums' de Kampala. "Nuestro objetivo es empoderarlas para evitar estas situaciones o simplemente para decirles que siempre hay una segunda oportunidad". La organizaci¨®n ofrece cursos de formaci¨®n profesional y educaci¨®n sexual para las chicas m¨¢s vulnerables. Nyiraguhabwa sabe muy bien qu¨¦ significa vivir en los suburbios, ya que naci¨® en uno de ellos, y los retos que presenta para una chica. "Mis necesidades siempre iban por detr¨¢s de las de los varones de la familia. He sido una secundaria hasta que me he buscado la vida por mi cuenta. Es importante mostrar a las chicas que siempre hay esperanza, que, pase lo que pase, siempre puedes seguir adelante".Girl up Uganda