?Debe publicitarse el Ministerio de Defensa usando la inmigraci¨®n?
Un tuit enviado hace unos d¨ªas levant¨® una pol¨¦mica interesante
Hace un par de d¨ªas publiqu¨¦ este tuit:
Seguro q @Defensagob puede encontrar un modo menos obsceno d publicitar al ej¨¦rcito q destacando su acoso a inmigrantes vulnerables.Alucino. pic.twitter.com/JjjdK5QrtF
— Gonzalo Fanjul (@GonzaloFanjul) May 24, 2017
Unas cuantas personas me respondieron sugiriendo que confund¨ªa el sentido de la segunda imagen: donde yo veo un grupo de ¡°inmigrantes vulnerables¡± cruzando a pie una frontera, ellos perciben con claridad a soldados haciendo maniobras (o ¡°gente dando un tranquilo paseo por la monta?a¡±, aunque esto me desconcert¨® un poco). Mi analfabetismo militar fue mencionado de forma educada (y, ay, acertada).
Con franqueza, no me atrever¨ªa a afirmar que se equivocan. Es posible que, para ilustrar la contribuci¨®n de las Fuerzas Armadas al blindaje de nuestras fronteras, el Ministerio de Defensa haya decidido utilizar la imagen de unos soldados ¡°dando un tranquilo paseo por la monta?a¡± y no la de unos inmigrantes tratando de entrar en suelo patrio. Fij¨¢ndose mucho, y distinguiendo la presencia del ¡°RPG¡± que cre¨ªa identificar uno de los comentaristas (el tipo de lanzagranadas con el que cualquiera de nosotros pasear¨ªamos por la monta?a), tal vez incluso sea posible establecer la diferencia entre esa foto y esta menos confusa que nos remiti¨® otra tuitera:
La buena noticia es que da igual. La cuesti¨®n principal es si una interpretaci¨®n como la que yo hice encajar¨ªa en fondo y forma con los mensajes que los responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad de Espa?a (o, para ser justos, de cualquier otro pa¨ªs desarrollado) trasladan a cada rato. Y la respuesta simple es que s¨ª.
Uno de los mayores esfuerzos de los gobiernos de Europa desde el comienzo de la crisis de refugiados ha sido presentar los movimientos migratorios como una amenaza para la seguridad: los refugiados e inmigrantes como v¨ªctimas inanes de los malvados traficantes; las mafias aup¨¢ndose en el tr¨¢fico de personas para desarrollar otros negocios ilegales; y el ISIS aprovechando el caos para cuajar las pateras de terroristas. La propaganda de la amenaza ha contado con el combustible de la floreciente industria del control de fronteras, que en la pasada Feria de Seguridad y Defensa Homsec 2017 ten¨ªa parque tem¨¢tico propio. La imagen que les adjunto, por ejemplo, proviene de uno de los folletos que recogi¨® el equipo de porCausa.
La paradoja de este discurso es que el m¨¦rito del negocio fabuloso en el que se ha convertido el tr¨¢fico de personas (la primera fuente de ingresos ilegales, seg¨²n algunos observadores) deriva menos de las habilidades organizativas de las mafias que de la monumental incapacidad de los gobiernos de la UE para responder a sus obligaciones ¨¦ticas y legales, una omisi¨®n que ha disparado la clientela de los delincuentes. A estas alturas, que Orb¨¢n, May, Rajoy y sus colegas no tengan un busto en varias villas de Palermo, Kiev y Tr¨ªpoli me parecer¨ªa una ingratitud intolerable.
Y del dicho, al hecho. Algunos dirigentes pol¨ªticos con la distancia m¨¢s corta entre el ano y la boca llegaron a justificar los ahogamientos disuasorios como la medida m¨¢s eficaz contra las mafias, pero la inmensa mayor¨ªa eligi¨® un camino menos estridente: hacer lo mismo, diciendo lo contrario. Un ejemplo sonado es la sustituci¨®n en 2014 de la Operaci¨®n Mare Nostrum del Gobierno italiano por la Operaci¨®n Trit¨®n de FRONTEX, trasladando el foco de las operaciones de rescate a las de control y defensa, lo que multiplic¨® el n¨²mero de muertes en el Mediterr¨¢neo. De ah¨ª a las inversiones millonarias en tecnolog¨ªas de vigilancia y control como el SIVE o a la proliferaci¨®n de programas de apoyo a ej¨¦rcitos y polic¨ªas en democracias tan consolidadas como las del Sahel hay solo un peque?o paso. (No se pierdan, por cierto, la estupenda serie de Desalambre La ayuda desviada, sobre este asunto).
Pero si la eficacia del enfoque es cuestionable, el papel que los dirigentes pol¨ªticos reservan para nuestros militares y polic¨ªas lo es tanto o m¨¢s. Profesionales que fueron formados para defender la ley y proteger a las v¨ªctimas se ven en ocasiones obligados por sus jefes a realizar actos ilegales (como las devoluciones en caliente en nuestra frontera Sur) o descuidar groseramente sus obligaciones humanitarias.
Por razones personales y profesionales yo he tenido oportunidad de comprobar que la mayor parte de ellos tiene una interpretaci¨®n digna y responsable de su papel en este asunto. Solo hace unos d¨ªas compart¨ªa jornadas en Ferrol con representantes de la Armada Espa?ola que se est¨¢n dejando la piel en operaciones de rescate en el Mediterr¨¢neo. Y no faltan las voces an¨®nimas de guardias civiles y polic¨ªas que se preguntan si su funci¨®n es acosar en el metro o en la valla a un padre de familia que no ha hecho nada diferente de lo que ellos har¨ªan en sus circunstancias. Esta actitud contrasta con la de responsables pol¨ªticos que primero dan una orden, despu¨¦s se sit¨²an en tercera fila y m¨¢s tarde reparten condecoraciones. Y siempre, siempre, se embolsan el r¨¦dito electoral. Lo primero es cobarde; lo segundo es peligroso.
La sociedad espa?ola mantiene una acitud respetuosa pero tibia con respecto a sus ej¨¦rcitos. Vincularlos con una pol¨ªtica obscena que la mayor parte de la opini¨®n p¨²blica rechaza no parece el modo m¨¢s inteligente de apuntalar su imagen. Record¨¦moslo ma?ana, D¨ªa de las Fuerzas Armadas.
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