Un par¨¢sito extermina uno de los moluscos m¨¢s grandes del mundo
La mortalidad alcanza casi el 100% de las nacras, un animal del Mediterr¨¢neo que mide hasta 120 cent¨ªmetros y vive casi 30 a?os
La ec¨®loga marina Maite V¨¢zquez est¨¢ conmocionada. Acaba de regresar de una campa?a de investigaci¨®n en el archipi¨¦lago de Cabrera, en Islas Baleares. El paraje fue declarado Parque Nacional por esconder los fondos marinos mejor conservados de las costas espa?olas. Una de sus joyas era la nacra, uno de los moluscos bivalvos m¨¢s grandes del mundo, tras la almeja gigante. Similares a descomunales mejillones, las nacras alcanzan los 120 cent¨ªmetros de longitud. Solo se encuentran en el Mediterr¨¢neo y, como llegan a vivir casi 30 a?os, los submarinistas habituales casi las conocen con nombre y apellidos.
¡°No hemos hallado ning¨²n ejemplar vivo¡±, alerta V¨¢zquez, del Centro Oceanogr¨¢fico de Baleares. Antes, en la zona se contaban 38 nacras monumentales por cada 100 metros cuadrados. La alarma no ha sonado solo en Cabrera. En septiembre del a?o pasado empez¨® a detectarse la muerte generalizada de las nacras en el litoral de Andaluc¨ªa, Regi¨®n de Murcia, Comunidad Valenciana e Islas Baleares. La mortalidad llega pr¨¢cticamente al 100% en todas partes hasta las costas catalanas, el actual l¨ªmite de la peste. ¡°Ya podemos hablar de cat¨¢strofe natural¡±, sentencia la ec¨®loga.
Un par¨¢sito de una sola c¨¦lula, de origen desconocido, libera sus esporas en la gl¨¢ndula digestiva de las nacras hasta que mueren de hambre
Durante meses, los expertos asistieron impotentes al misterioso exterminio. Ahora, creen saber qui¨¦n es el culpable: un protozoo haplosporidio, un par¨¢sito de una sola c¨¦lula que libera sus esporas en la gl¨¢ndula digestiva de las nacras hasta que estas no pueden alimentarse y mueren de hambre. El fondo marino est¨¢ lleno de gigantescos cad¨¢veres del molusco.
La nacra se consideraba ¡°vulnerable¡± en el Cat¨¢logo Espa?ol de Especies Amenazadas, pero en marzo se acord¨® declararla ¡°en peligro de extinci¨®n¡± y ahora se tramita su ¡°situaci¨®n cr¨ªtica¡±, seg¨²n confirma un portavoz del Ministerio de Medio Ambiente. ¡°Esta declaraci¨®n tendr¨¢ como consecuencia que las obras y proyectos encaminados a la recuperaci¨®n de esta especie tendr¨¢n la consideraci¨®n de inter¨¦s general y su tramitaci¨®n tendr¨¢ car¨¢cter de urgencia¡±, explica la misma fuente.
La ocean¨®grafa Susana Darriba, del Instituto Tecnol¨®gico para el Control del Medio Marino de Galicia, vio nacras por primera vez el 3 de noviembre de 2016. Habituada a analizar mejillones, almejas y berberechos gallegos, a su laboratorio de Vilagarc¨ªa de Arousa (Pontevedra) llegaron cuatro enormes ejemplares de nacra, enviados por las autoridades de la Comunidad Valenciana. ¡°Tres de ellas presentaban una infecci¨®n impresionante, sist¨¦mica¡±, recuerda Darriba. Su descubrimiento del par¨¢sito se acaba de publicar en la revista especializada Journal of Invertebrate Pathology. Otro laboratorio, del Gobierno balear, confirma el hallazgo en otras nacras.
El Ministerio de Medio Ambiente va a declarar la especie "en peligro cr¨ªtico de extinci¨®n"
El Ministerio considera ahora ¡°prioritario¡± encontrar ejemplares vivos del molusco en las zonas devastadas por el par¨¢sito, para intentar llevar a cabo programas de cr¨ªa en cautividad de individuos resistentes, para su reintroducci¨®n a largo plazo. La tarea no va a ser sencilla. ¡°Estamos alarmados por la extensi¨®n geogr¨¢fica. No hay precedentes. Te sientes espectadora de la extinci¨®n de una especie¡±, explica V¨¢zquez. Las autoridades han alertado de la emergencia a los pa¨ªses vecinos, para que vigilen sus poblaciones de nacras.
El origen del par¨¢sito, por el momento, se desconoce. ¡°Posiblemente se trate de una especie desconocida. Puede que por cambios ambientales se haya activado y ahora produzca esporas¡±, hipotetiza Darriba. La ocean¨®grafa tambi¨¦n plantea que el par¨¢sito pudo llegar en aguas de lastre, con las que se recargan barcos vac¨ªos para estabilizarlos. La propagaci¨®n de especies invasoras en aguas de lastre procedentes de otro punto del planeta es un problema desde hace 120 a?os, cuando se desarrollaron los buques con casco de acero. La globalizaci¨®n del comercio ha agravado el problema.
Usadas como cenicero
¡°Es dif¨ªcil encontrar una nacra viva en todo Alicante. Entre finales de septiembre y principios de octubre, muri¨® casi el 100%. Es un aut¨¦ntico desastre¡±, advierte el bi¨®logo marino Santiago Jim¨¦nez, del valenciano Instituto de Ecolog¨ªa Litoral. El investigador desconf¨ªa del plan para criar en cautividad nacras con el fin de liberarlas en el mar. ¡°La ¨²nica soluci¨®n es que, poco a poco, se vaya repoblando el fondo marino de forma natural¡±, opina.
Jim¨¦nez recuerda que, en las d¨¦cadas de 1970 y 1980, los habitantes de la isla de Tabarca, frente a la ciudad de Alicante, extra¨ªan las nacras del oc¨¦ano para usar sus espectaculares conchas como adornos o como ceniceros. El litoral qued¨® esquilmado. Pero cuando se cre¨® la Reserva Marina de la Isla de Tabarca, en 1986, la especie regres¨® y volvi¨® a colonizar la zona.
La extinci¨®n de la nacra supone la desaparici¨®n de un gran filtrador de las aguas del Mediterr¨¢neo, que adem¨¢s actuaba como un peque?o arrecife que daba soporte a 80 especies diferentes, seg¨²n destaca Jim¨¦nez. En el Imperio Romano, se?ala, ya se empleaban los sedosos filamentos de la nacra para elaborar ¡°seda del mar¡±, un tejido muy apreciado. Si el nuevo par¨¢sito sigue avanzando, los restos de seda y los ceniceros ser¨¢n el ¨²nico recuerdo de la especie, s¨ªmbolo del Mediterr¨¢neo.
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