Advertencia de Merkel

Las palabras de Angela Merkel tras las cumbres de la OTAN y el G-7 en las que afirmaba que los tiempos en los que Europa se pod¨ªa fiar completamente de sus aliados brit¨¢nicos y estadounidenses ¡°han terminado¡± no deben ser consideradas ni como una simple expresi¨®n de frustraci¨®n ante los nulos resultados de las cumbres de Bruselas y Taormina ni como una pataleta pol¨ªtica tendente a obtener alg¨²n beneficio. Son una seria advertencia sobre lo da?ada que se encuentra la relaci¨®n transatl¨¢ntica, que ha constituido la piedra angular del progreso y la seguridad en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

La canciller alemana ha hecho bien en no andarse con pa?os calientes. Es imprescindible asumir la realidad: Europa es hoy mucho menos segura que hace cinco meses. Y lo es, entre otras razones, porque el nuevo presidente de Estados Unidos ha dado sobradas muestras de no comprender la importancia de las alianzas de todo tipo que unen a ambas orillas del Atl¨¢ntico Norte. Donald Trump ha despreciado a la OTAN valorando el mayor pacto defensivo del planeta estrictamente en t¨¦rminos de balance comercial y tratando a sus aliados ¡ªresulta ilustrativo el ejemplo del empuj¨®n al presidente de Montenegro¡ª como un estorbo.

Parece que Trump se entiende mucho mejor con los l¨ªderes autoritarios ¡ªdel ruso Putin al turco Erdogan pasando por el filipino Duterte o el chino Xi¡ª que con los presidentes democr¨¢ticos. No se parece a ninguno de sus predecesores, a quienes, cuando sufrieron rechazos pol¨ªticos en Europa ¡ªGeorge W. Bush es un caso reciente¡ª jam¨¢s se les ocurri¨® cuestionar la relaci¨®n con sus aliados naturales.

Si el concepto de geoestrategia del ocupante del Despacho Oval es que ¡°los alemanes son muy malos¡± porque fabrican buenos autom¨®viles, los l¨ªderes europeos se encuentran ante un interlocutor con el que va a resultar muy complicado entenderse. Eso no significa que desde Europa haya que arrojar la toalla. Todo lo contrario. Existen m¨²ltiples canales con EE UU, empezando por el Congreso, cuya importancia es ahora mayor que nunca y que desde la UE deben potenciarse y cuidarse.