Los c¨®mics han empezado a entrar en los museos, pero tambi¨¦n a salir de ellos. Tienen material e historias m¨¢s que de sobra para generar otras. Sin ir muy lejos, el Museo del Prado ha publicado dos novelas gr¨¢ficas en el ¨²ltimo a?o con motivo de dos exposiciones: la dedicada al quinto centenario de la muerte del Bosco para la que Max cre¨® 'El Tr¨ªptico de los encantados (una pantomima bosquiana)' y 'El perd¨®n y la furia', de Antonio Altarriba y Keko que, coincidiendo con la muestra 'Ribera. Maestro del dibujo', se acercan a la obra de este pintor valenciano a trav¨¦s de las pinturas que representan con mayor vehemencia su est¨¦tica del dolor: las Furias. En esa l¨ªnea, el Museo Van Gogh de ?msterdam encarg¨® 'Vincent' (Salamandra Graphic) a la ilustradora holandesa Barbara Stok (Groninga, 1970), un recorrido en vi?etas por la vida del pintor durante sus ¨²ltimos a?os, desde que en 1888 se traslada a Arl¨¦s (localidad del sur de Francia) hasta su muerte en 1890.La autora, muy popular en su pa¨ªs por sus tiras c¨®micas y por la decena de libros que ha publicado, abord¨® el tema desde la admiraci¨®n que profesaba al pintor, que aument¨® seg¨²n iba investigando sobre su figura. As¨ª, Stok -que se sali¨® de su l¨ªnea m¨¢s autobiogr¨¢fica para crear 'Vincent'- ha hecho de esta su novela gr¨¢fica m¨¢s internacional, traducida a m¨¢s de 15 idiomas. Un retrato de la compleja personalidad de este prol¨ªfico artista a trav¨¦s de sus colores, sus obras, sus ideas e ideales sobre el arte, sus c¨ªrculos cercanos, la correspondencia con su hermano Theo, que refleja sus preocupaciones, ilusiones y necesidades. Estas cartas fueron el punto de partida de los estudios de Stok sobre el pintor, a partir de ellas reuni¨® los hechos necesarios sobre ¨¦l y sobre la Francia de finales del siglo XIX y comenz¨® a conformar el esquema de la historia, ¡°luego los di¨¢logos y finalmente dibuj¨¦ cada p¨¢gina¡±, explic¨® a EL PA?S.La profusa correspondencia con su hermano ha servido a lo largo de la historia para conocer las condiciones en las que viv¨ªa y trabajaba Van Gogh: ¡°El Sol hac¨ªa brillar todas las florecillas blancas. ?Era precioso! En ese blanco hay mucho amarillo¡±. ¡°Trabajo como un poseso, porque quiero conseguir tantos frutales en flor como pueda. Por Dios, ?env¨ªame inmediatamente m¨¢s pintura!, el tiempo de floraci¨®n es muy breve¡±. Se muestra tal cual es, Theo van Gogh le mantiene y no tiene reparos en pedirle dinero ni en reflejar su ansia por pintar, de sol a sol, r¨¢pido y gran cantidad de obras. Esa era una de sus obsesiones, otra, captar la luz incidiendo de manera concreta sobre los objetos en cada momento. Stok dice que cuando las ley¨® se hizo un cat¨¢logo de los diferentes estados de ¨¢nimo por los que pasaba Van Gogh (al que ella llama Vincent) durante la historia. Actualmente la autora est¨¢ trabajando en otro c¨®mic, esta vez su protagonista ser¨¢ un fil¨®sofo de la antigua Grecia que a¨²n no quiere desvelar ya que la novela se publicar¨¢ a finales del 2018. Pero en sus redes sociales va mostrando el proceso de creaci¨®n, cuelga im¨¢genes de hojas llenas de palabras en griego, bocetos de las primeras vi?etas.Enfrentarse a obras tan archiconocidas de un artista tan popular no amedrent¨® a la autora de 'Vincent': ¡°Captar la personalidad fue m¨¢s dif¨ªcil. Quer¨ªa pintar una imagen justa de ¨¦l¡±. Las vi?etas son peque?as recreaciones de los 'van gogh' m¨¢s famosos, precisamente porque muchos representan los escenarios habituales de su vida -algunos de ellos se conservan hoy y la ilustradora los visit¨® durante la preparaci¨®n del c¨®mic- y las personas con las que la compart¨ªa. 'El caf¨¦ de noche', 'La casa amarilla', 'El dormitorio de Arl¨¦s', 'El puente de Langlois', 'El trigal con cuervos' o los m¨²ltiples retratos del cartero Joseph Roulin -una de las personas con las que m¨¢s trato tuvo en Arl¨¦s debido a la frecuente correspondencia que manten¨ªa con su hermano o con otros artistas como Gauguin o ?mile Bernard- han pasado del lienzo al papel donde Stok no ha incidido en la mat¨¦rica y caracter¨ªstica pincelada de Van Gogh para dejar los colores planos pero vivos. Aun as¨ª, no se olvida de esta se?a de identidad del pintor al que representa de manera recurrente con un pincel cargado de pintura, como si fuera su atributo iconogr¨¢fico. Un pincel cargado es a Van Gogh lo que las llaves a san Pedro.Van Gogh ten¨ªa una personalidad dif¨ªcil, tanto para ¨¦l como para los dem¨¢s. Stok dice que era honesto hasta el punto de ser grosero y extremadamente apasionado con su trabajo, al que le dedicaba sus d¨ªas de sol a sol, en el sentido literal. La ilustradora ha querido dar una imagen veraz de ¨¦l, no solo la parte de artista pobre (su hermano le manten¨ªa), tr¨¢gico, obsesivo¡ tambi¨¦n esa parte en la que se muestra nadando en su elemento natural: cuando est¨¢ trabajando, sobre todo al aire libre, captando colores, haces de luz. Despu¨¦s de una de sus crisis, en la que se cort¨® una oreja, abandon¨® Arl¨¦s para ir a un sanatorio de Saint-R¨¦my, donde -cuando la enfermedad se lo permit¨ªa-segu¨ªa trabajando compulsivamente. La autora llena las vi?etas de colores chillones, de espirales, de desasosiego y temblores dibujados. ¡°Exagero colores para captar el alma del tema¡±, dice Van Gogh, Stok tambi¨¦n lo aplica en este c¨®mic.No tiene ¨¦xito con el p¨²blico, en ¡®Vincent¡¯, Van Gogh dice: ¡°Si quieres crear algo realmente bueno, no tienes que esperar a que le guste a todo el mundo¡±. Pero su objetivo era trabajar y trabajar para intentar devolverle el dinero a su hermano ¨Cpasa ratos calculando cu¨¢nto tiene que vender para saldar sus deudas-. No solo pensaba en su obra, quer¨ªa trascender. Ten¨ªa la intenci¨®n de formar una uni¨®n de pintores, de hacer algo grande: ¡°Solo somos eslabones de una cadena, parte de algo infinito¡±. Quer¨ªa crear un taller en la casa amarilla de Arl¨¦s, dirigido por Gauguin que pas¨® con ¨¦l una temporada en esta localidad del sur de Francia, aunque los objetivos de este artista estaban puestos en Martinica y tuvo m¨¢s de un encontronazo con Van Gogh. No s¨¦ llev¨® a cabo la idea del taller de artistas de Van Gogh, pero ambos han trascendido y forman un eslab¨®n fundamental en la cadena que cierra la historia del arte del siglo XIX y abre la del XX.
