El paso firme de Macron

Los primeros pasos del presidente franc¨¦s Emmanuel Macron en pol¨ªtica internacional son prometedores y est¨¢n en l¨ªnea con lo que los ciudadanos europeos parecen esperar de ¨¦l. En su primer viaje oficial al exterior, en Berl¨ªn, fue aclamado con un alborozo similar al que suscit¨® Barack Obama al poco de su elecci¨®n. ¡°Espero ser merecedor del mismo entusiasmo al final de mi mandato¡±, dijo el l¨ªder franc¨¦s.

En solo un mes en el El¨ªseo, Emmanuel Macron afronta ya su primera crisis interna por un caso de presunto nepotismo de uno de sus ministros, pero apenas sufre erosi¨®n de cara a las pr¨®ximas legislativas (del 11 y 18 de junio) gracias, muy probablemente, a la estatura de estadista que ha logrado ya en la escena global. Sus intervenciones est¨¢n logrando el rearme moral de Francia y, de paso, est¨¢n ayudando a sacar a Europa de su letargo.

Macron es un mandatario capaz de plantar cara a las decisiones autoritarias que llegan desde Mosc¨² y Washington. En sus encuentros con Vlad¨ªmir Putin y con Donald Trump se ha mostrado firme, marcando el paso de un europe¨ªsmo sin complejos y sin concesiones, estandarte de la democracia y el multilateralismo. En una pol¨ªtica de gestos de gran calado, el joven Macron aguant¨® el agresivo apret¨®n de manos del americano y a Putin le recrimin¨®, entre otras cosas, su injerencia en la campa?a electoral francesa.

En una coyuntura europea adversa marcada por el Brexit, el viento sopla a su favor con una inesperada reacci¨®n de unidad en Europa y con la canciller Angela Merkel como su m¨¢s s¨®lida aliada. Pero su impulso no es suficiente para dar respuesta a todos los desaf¨ªos. La ambici¨®n de sus proyectos a escala europea requiere una m¨¢s amplia concurrencia. Espa?a, como Italia, deber¨ªa desempe?ar un papel m¨¢s activo en vez de limitarse, como en tantas ocasiones, a caer en un seguidismo que desemboca en la irrelevancia.