50 a?os de ocupaci¨®n israel¨ª
Ha pasado medio siglo y el final del conflicto entre dos naciones convencidas de que tienen derecho a reclamar el mismo pedazo de tierra parece m¨¢s alejado que nunca. Europa, sobre todo Alemania, debe actuar en favor de los palestinos
La pol¨ªtica internacional actual est¨¢ dominada por cuestiones como el futuro del euro y la crisis de los refugiados, la amenaza de que la presidencia de Trump provoque el aislamiento de Estados Unidos, la guerra de Siria y la lucha contra el extremismo isl¨¢mico. No obstante, hay otro tema casi omnipresente desde la primera d¨¦cada del nuevo milenio pero que cada vez aparece menos en las noticias y, por tanto, cada vez est¨¢ menos presente en la conciencia colectiva: el conflicto en Oriente Pr¨®ximo. Durante decenios, el enfrentamiento entre israel¨ªes y palestinos fue una preocupaci¨®n constante para Estados Unidos y Europa, y la resoluci¨®n del conflicto, una de sus grandes prioridades pol¨ªticas. Sin embargo, despu¨¦s de numerosos y fracasados intentos de poner fin a esta situaci¨®n, da la impresi¨®n de que el statu quose ha consolidado. El mundo sigue pensando ¡ªcon malestar, con impotencia y con cierta desilusi¨®n¡ª que este conflicto es irresoluble.
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La situaci¨®n es m¨¢s tr¨¢gica a¨²n en la medida en que los frentes se han ido reforzando y la situaci¨®n de los palestinos ha empeorado sin cesar, y ni el m¨¢s optimista puede atreverse a suponer que el Gobierno actual de Estados Unidos vaya a abordar el problema con una actitud prudente y sensata. Y la tragedia se va a hacer notar especialmente este a?o y el pr¨®ximo, porque vamos a vivir dos aniversarios llenos de tristeza, en particular para los palestinos: en 2018 se conmemorar¨¢ el 70? aniversario de lo que los palestinos llaman al Nakba, ¡°la cat¨¢strofe¡±, que supuso la expulsi¨®n de m¨¢s de 700.000 personas del antiguo territorio incluido en el mandato brit¨¢nico, como consecuencia directa del plan de la ONU para la partici¨®n de Palestina y la creaci¨®n del Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948. Al Nakba sigue vigente, puesto que m¨¢s de cinco millones de descendientes directos de aquellos palestinos desplazados contin¨²an hoy viviendo en un exilio forzoso.
Y este a?o, el 10 de junio se han cumplido 50 a?os de ocupaci¨®n continuada de las tierras palestinas por parte de Israel, una situaci¨®n moral y f¨ªsicamente intolerable. Incluso los que piensan que la Guerra de los Seis D¨ªas ¡ªque termin¨® el 10 de junio de 1967¡ª fue necesaria porque Israel ten¨ªa que defenderse deben reconocer que la ocupaci¨®n y todo lo que ha sucedido con posterioridad constituyen un desastre absoluto. No solo para los palestinos sino tambi¨¦n para los israel¨ªes, desde el punto de vista estrat¨¦gico y desde el punto de vista ¨¦tico.
La ocupaci¨®n actual es inaceptable, tanto desde el punto de vista estrat¨¦gico como moral
Ha pasado medio siglo desde entonces, y el final del conflicto parece m¨¢s alejado que nunca. Nadie se hace hoy ilusiones de poder ver a un joven palestino o a un joven israel¨ª tendiendo la mano al otro. Y es un problema que, a pesar de que haya dejado de ser ¡°popular¡±, como dec¨ªa antes, sigue siendo importante, incluso crucial. Para los habitantes de Palestina e Israel, para todo Oriente Pr¨®ximo y para el mundo entero.
De ah¨ª que, coincidiendo con el 50? aniversario de la ocupaci¨®n, me atreva a pedir a Alemania y a Europa que vuelvan a dar prioridad a la resoluci¨®n del conflicto. No estamos hablando de un enfrentamiento pol¨ªtico, sino de un enfrentamiento entre dos naciones que est¨¢n completamente convencidas de que tienen derecho a reclamar el mismo, y peque?o, pedazo de tierra. Europa, que hace declaraciones sobre la obligaci¨®n de ser m¨¢s fuerte y m¨¢s independiente, debe ser consciente de que esa nueva fortaleza y esa nueva independencia implican exigir de manera inequ¨ªvoca que Israel ponga fin a la ocupaci¨®n y reconozca el Estado palestino.
El hecho de ser un jud¨ªo y vivir en Berl¨ªn desde hace m¨¢s de 25 a?os me permite tener una perspectiva especial sobre la responsabilidad hist¨®rica de Alemania en este conflicto. Si tengo la posibilidad de vivir libre y felizmente en este pa¨ªs es solo gracias a que los alemanes han afrontado y digerido su pasado. No cabe duda de que, incluso en la Alemania actual, existen tendencias extremistas y preocupantes contra las que todos debemos luchar. Pero, en general, la sociedad alemana es hoy una sociedad libre y tolerante, consciente de su responsabilidad humanitaria.
Hay que encontrar una soluci¨®n justa para la crisis de los refugiados y el retorno de los palestinos
Alemania e Israel, por supuesto, siempre han tenido una relaci¨®n especialmente estable; la primera siempre se ha sentido, y con raz¨®n, en deuda con el segundo. Pero no tengo m¨¢s remedio que ir un poco m¨¢s all¨¢: Alemania tiene tambi¨¦n una deuda especial con los palestinos. Sin el Holocausto, nunca se habr¨ªa llevado a cabo la partici¨®n de Palestina, ni se habr¨ªan producido al Nakba, la guerra de 1967 y la ocupaci¨®n. Ahora bien, no son solo los alemanes los que tienen una responsabilidad hacia los palestinos, sino todos los europeos, porque el antisemitismo fue un fen¨®meno que se dio en toda Europa, y los palestinos siguen sufriendo sus consecuencias directas, a pesar de no tener ninguna culpa de aquello.
Es absolutamente necesario que Alemania y Europa asuman esa responsabilidad respecto al pueblo palestino. Eso no significa que haya que tomar medidas contra Israel, sino en favor de los palestinos. La ocupaci¨®n actual es inaceptable, tanto desde el punto de vista estrat¨¦gico como desde el punto de vista moral, y debe terminar. Hasta ahora, el mundo no ha hecho nada verdaderamente importante para lograrlo, y Alemania y Europa deben exigir el fin de la ocupaci¨®n y el respeto de las fronteras anteriores a 1967. Hay que fomentar una soluci¨®n con dos Estados, pero, para eso, es necesario que se reconozca a Palestina como Estado independiente. Hay que encontrar una soluci¨®n justa para la crisis de los refugiados. Hay que reconocer el derecho de retorno de los palestinos y ponerlo en pr¨¢ctica en colaboraci¨®n con Israel. Hay que garantizar una distribuci¨®n equitativa de los recursos y el respeto a los derechos civiles y humanos de los palestinos. Y todo esto es tarea de Europa, sobre todo ahora que vemos c¨®mo est¨¢ cambiando el orden mundial.
Cuando han pasado 50 a?os desde aquel 10 de junio, quiz¨¢ estamos muy lejos de poder resolver el conflicto israelo-palestino. Solo si Alemania y Europa empiezan ya a asumir su responsabilidad hist¨®rica y a tomar medidas que ayuden a los palestinos ser¨¢ tal vez posible evitar que, cuando llegue el 100? aniversario de la ocupaci¨®n israel¨ª de las tierras palestinas, la situaci¨®n siga igual
Daniel Barenboim es pianista y director de orquesta.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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