14 fotos14 actores musculosos ic¨®nicos, del peor al mejorHasta pegar mamporros debe hacerse con arte. ?Es Vin Diesel mejor que Stallone? ?Chuck Norris es un buen actor? Este es nuestro ranking Juan Sanguino17 jun 2017 - 07:01CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceSu mayor ¨¦xito, ¡®Alerta m¨¢xima¡¯, fue en 1992, y Steven Seagal (Michigan, EE UU, 1952) se sigue comportando como si a¨²n estuvi¨¦ramos en 1992. Lleva la misma coleta, tiene la misma mirada de que no hay nadie conduciendo en esa cabeza y protagoniza aventuras de acci¨®n (s¨®lo el a?o pasado, siete) que arrasan en los videoclubs. ?Pero todav¨ªa existen los videoclubs? Mientras Seagal siga vivo, habr¨¢ una raz¨®n para que as¨ª sea. Sus movimientos de artes marciales son los m¨¢s lentos del g¨¦nero, ejecutados con una desgana indigna de la estirpe que, en teor¨ªa, pretend¨ªa perpetuar. Y no hay quien se lo crea como m¨¢quina infalible de matar, porque siempre parec¨ªa estar reci¨¦n levantado. Aquel 1992 nos pill¨® desprevenidos, pero para cuando protagoniz¨® ¡®Alerta m¨¢xima 2¡¯, s¨®lo tres a?os despu¨¦s, el mundo ya se hab¨ªa olvidado de ¨¦l.Si no est¨¢ el ¨²ltimo en este ranking es porque ning¨²n otro hombre llevar¨ªa un collar hecho con las orejas de sus v¨ªctimas y exclamar¨ªa, con total impunidad: "?Soy todo o¨ªdos!" (en la pel¨ªcula 'Soldado universal'). Dolph Lundgren (Estocolmo, Suecia, 1957) era carne de serie B (carne, fibra y mechas rubias), pero dio la talla como Ivan Drago en ¡®Rocky IV¡¯, He-Man en ¡®Masters del universo¡¯ y el villano de ¡®Soldado universal¡¯. Ahora se ha hecho director, se conserva asombrosamente bien para tener 59 a?os y, por alguna raz¨®n, va peinado como el actor Eric Roberts. ?Alguien ha visto a Lundgren y a Roberts juntos en la misma habitaci¨®n? Ah¨ª hay una teor¨ªa de la conspiraci¨®n en potencia.CordonLa ola de calor que estamos sufriendo s¨®lo puede deberse a que alguien ha cabreado a Chuck Norris (Oklahoma, EE UU, 1940). Lo m¨¢s asombroso del estatus actual de Norris como involuntario rey de Internet es que casi nadie ha visto sus pel¨ªculas, pero entienden y celebran el concepto. "No le gusta el sol, por eso le prendi¨® fuego", "Thor sac¨® su martillo de la caja de herramientas de Chuck Norris", "en una ocasi¨®n la muerte tuvo una experiencia cercana a Chuck Norris", "puede tomar sopa con un tenedor", "ha estado en Marte, por eso no hay signos de vida", "Santa Claus era real, hasta que se olvid¨® del regalo de Chuck Norris"¡ Son frases jocosas que se dicen sobre ¨¦l y que consiguen que este se?or, retirado desde hace una d¨¦cada, siga rompiendo Internet.GettyA principios de los 90 parec¨ªa que todas las pel¨ªculas de mamporros molaban. No era cierto, pero Jean-Claude Van Damme (Bruselas, B¨¦lgica, 1960) aprovech¨® para acercarse al nivel de fama de Schwarzenegger y Stallone. En lo ¨²nico que les superaba era en flexibilidad, y lo demostraba abri¨¦ndose de piernas en todos los contextos posibles. Tambi¨¦n ense?aba el trasero a la menor oportunidad, lo cual le convirti¨® en un improbable mito er¨®tico para miles de mujeres que no hab¨ªan visto ni una pel¨ªcula suya. Su papel para la posteridad es el de ¡®Soldado universal¡¯, b¨¢sicamente porque como era un cyborg no ten¨ªa que expresar emociones. Pero lo que realmente le ha convertido en una peque?a leyenda es ese v¨ªdeo en el que se pone a dar patadas de ¡®kickboxing¡¯ (un deporte que ¨¦l solito puso de moda) en ¡®Qu¨¦ apostamos¡¯, mientras Antonia Dell'Atte, Ram¨®n Garc¨ªa y Chiquito de la Calzada dan palmas y huyen despavoridos. La sensaci¨®n que provoca este episodio del folclore espa?ol es la misma que la de la mayor¨ªa de pel¨ªculas de mamporros: no tengo la menor idea de qu¨¦ est¨¢ pasando, pero dame m¨¢s de esta porquer¨ªa.Cuando Nicolas Cage (California, 1964) se aburri¨® de dramas existenciales y se li¨® a guantazos, promet¨ªa erigirse como el l¨ªder de la segunda generaci¨®n de mamporerros: ¡®La roca¡¯, ¡®Con Air¡¯ o ¡®Cara a cara¡¯ inventaban nuevas unidades de resistencia al dolor (Cage encajando una bala en el brazo y siguiendo a lo suyo). Adem¨¢s, invent¨® un sistema de interpretaci¨®n que ¨¦l mismo ha bautizado como "mega-acting", con los ojos inyectados en Red Bull y reflexiones fil¨¢ntropas como "podr¨ªa pasarme horas comi¨¦ndome una perita". Pero enseguida cay¨® en la parodia (o ni eso) al convertirse en el h¨¦roe de acci¨®n con m¨¢s cara de pena del Hollywood actual. Malos guiones, malas pelucas y malos efectos digitales que humillan a Cage en un Via Crucis indigno de su talento como actor y su carisma como personaje. Y lo peor es que es ¨¦l quien se ha metido ah¨ª.Reeves (Beirut, 1964) se ha colado en el g¨¦nero y s¨®lo nos ha dado alegr¨ªas: ¡®John Wick¡¯ y su secuela recuperan el m¨²sculo, el vigor y la anarqu¨ªa de los cl¨¢sicos y, sobre todo, no se andan con pamplinas: nos dan tiroteos desde el principio hasta el final. Porque eso de "la trama" es cosa de perdedores. Tambi¨¦n aportan una puesta en escena m¨¢s depurada y un rollo dandi con un Keanu Reeves luciendo la mejor barba de todos los tiempos. Pero que vista como un se?or no significa que no vaya a partirte la boca si le cabreas (o te metes con su perro). Porque sus trajes, adem¨¢s de quedarle mejor que a Xabi Alonso, son asombrosamente flexibles. El futuro del cine de guantazos est¨¢ en buenas manos. Larga vida a John Wick.Por mucho que se empe?e en protagonizar fantas¨ªas de ciencia-ficci¨®n, Vin Diesel (California, 1967) s¨®lo mola cuando se deja de pelucas y de armaduras de colores y se queda en camiseta de tirantes y la calva m¨¢s rentable del cine reciente. O sea: s¨®lo triunfa cuando es Nick Toretto en la saga ¡®Fast & Furious¡¯. Diesel ha tra¨ªdo el coraz¨®n, la diversidad ¨¦tnica y los coches voladores al g¨¦nero. Si fuera capaz de expresar emociones, seguro que demostrar¨ªa lo bien que se lo pasa. Para la novena entrega ya s¨®lo les queda conducir coches tuneados en el espacio, y ser¨ªa un momento perfecto para incorporar a Chuck Norris al equipo. Porque Chuck Norris puede respirar en el espacio.CordonHay una dignidad asombrosa en la presencia de Jason Statham (Derbyshire, Inglaterra, 1967). Por un lado, no va de actor serio, solo hace flipadas de acci¨®n que siempre parecen la misma pel¨ªcula: la misma pel¨ªcula alucinante. Por otro, ha generado en torno a ¨¦l la narrativa de que es un tipo normal y corriente, interpretando a mec¨¢nicos y guardas de seguridad; lleva jers¨¦is de cuello vuelto y le da igual que no est¨¦n de moda: a ¨¦l le gustan, y no hay m¨¢s que hablar. Adem¨¢s de repartidor de pu?etazos tambi¨¦n tiene cierto aura de marido de ensue?o que, tras pasarse la noche luchando por la justicia, le hace el desayuno a su mujer, lo cual consigue que cada vez que ponen una pel¨ªcula suya en televisi¨®n sea lo m¨¢s visto de la noche. Ellos disfrutan de su cine porque, durante dos horas, sienten que la calvicie puede resultar atractiva, y ellas porque ni siquiera se est¨¢n fijando en si est¨¢ calvo o no.CordonNo fuma, no bebe, no dice tacos, no lleva barba, no se cabrea y no insulta a nadie. Su guerra son las sonrisas, y su mayor arma son los abrazos. Para entender la evoluci¨®n hacia la correcci¨®n pol¨ªtica de Hollywood durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, basta con comparar a los h¨¦roes de acci¨®n de los 80 con Dwayne 'The Rock' Johnson (California, 1972). Representa a la Am¨¦rica m¨¢s sana, esa que lo dice todo sonriendo, para la cual cada nuevo d¨ªa es una oportunidad de hacer del mundo un lugar mejor y que, como esto siga as¨ª, acabar¨¢ eligiendo a Johnson como su presidente. Un tipo honrado que rechaza la tradici¨®n del cine de pu?etazos de disparar primero y preguntar despu¨¦s: para ¨¦l la violencia es siempre el ¨²ltimo recurso, y antes de liarse a tiros dialoga con su enemigo para intentar convencerle de que no tiene raz¨®n. Quiz¨¢ sea el l¨ªder que necesitamos, porque si Dwayne Johnson te pide que hagas algo, ?qui¨¦n va a decirle que no?El tipo m¨¢s majete de este ranking. Jackie Chan (Hong Kong, 1954) quiere ser un modelo a seguir: elimina los tacos de sus pel¨ªculas, participa en campa?as contra las drogas e interpreta a h¨¦roes cuya ¨²nica caracter¨ªstica es la amabilidad. Eso s¨ª, si hay que liarse a tortas, tampoco le cuesta demasiado. ?l mismo reconoce que su estilo de lucha se desmarca del de Bruce Lee: mantiene los brazos pegados al cuerpo, como har¨ªa cualquier ciudadano medio para proteger sus costillas; y se mueve de forma tensa y agitada en vez de relajada y org¨¢nicamente como hac¨ªa Lee. Chan ejecuta todas sus escenas de riesgo hasta el punto de que ninguna compa?¨ªa de seguros est¨¢ dispuesta a cubrir su trabajo, y el p¨®ster de 'Duro de matar' inclu¨ªa un informe con todas las lesiones que el actor sufri¨® durante el rodaje. Nadie tiene derecho a decir eso de "el trabajo me est¨¢ matando" tras conocer a Jackie Chan.CordonQuiz¨¢ el mejor actor de este ranking, aunque no en el sentido tradicional de la palabra. Sylvester Stallone (Nueva York, 1946) interpreta con su presencia f¨ªsica, y consigue fingir que no es consciente de su aparatosa envergadura. Sin embargo, su estatus en la cultura popular ha ido deterior¨¢ndose por culpa de secuelas que traicionaban la filosof¨ªa de sus originales ('Rocky', el triunfo del fracasado; 'Acorralado', los traumas de la guerra y el enga?o del gobierno en Vietnam) y pel¨ªculas espantosas en las que ni siquiera Stallone parec¨ªa querer estar. Sin embargo, hay algo conmovedoramente humano en sus personajes, una mirada que nos sugiere que no ha tenido una vida f¨¢cil, pero que salva a los dem¨¢s sencillamente porque es lo que tiene que hacer: 'Daylight', 'Copland' o 'M¨¢ximo riesgo', en cuyo pr¨®logo intentaba salvar a una pobre escaladora y lograba construir una tragedia de cinco minutos como pocas se han visto en el cine de acci¨®n. Stallone es parte de la vida de muchos espectadores que hoy, una vez dejada atr¨¢s la parodia y el chiste f¨¢cil, le recuerdan con cari?o porque lo que nunca ha dejado de ser es un buen t¨ªo. Y eso s¨ª que es raro en Hollywood.CordonMuchos nos criamos en un mundo en el que Arnold Schwarzenegger (Austria, 1947) era la mayor estrella del planeta. Metaf¨®rica y literalmente, porque desde los cr¨¦ditos de 'Comando' ya nos qued¨® claro que esos b¨ªceps sencillamente no caben en una pantalla de cine normal. Schwarzenegger era una forma de hacer cine en s¨ª mismo. Un tipo consciente de que es m¨¢s estrella que actor, y que acud¨ªa puntual cada ma?ana al rodaje y promocionaba sus pel¨ªculas con un entusiasmo casi infantil. "Es igual que la primera", dec¨ªa en 1991 de 'Terminator 2', "pero mucho m¨¢s grande". No ment¨ªa. ?l s¨®lo convirti¨® el cine de acci¨®n en un producto de consumo colosal, un entretenimiento masivo y un escapismo de la realidad en la que, a pesar de las explosiones y los tiros 'pacifistas' en las rodillas, los buenos siempre ganaban. Hoy est¨¢ casi retirado, pero puede sentirse orgulloso de haber transformado Hollywood con una actitud profesional, apasionada y autoconsciente. Y nunca, en ninguna de sus pel¨ªculas, ha dado un paso atr¨¢s. No es una mala filosof¨ªa de vida.Si sigue siendo un basti¨®n cultural del siglo XX es porque no hubo nadie como ¨¦l. Su espiritualidad, expresada y canalizada mediante las artes marciales, cambiar¨ªa para siempre la imagen de la cultura asi¨¢tica en Occidente y popularizar¨ªa las disciplinas de combate orientales en Europa. Bruce Lee (San Francisco, 1940-Hong Kong, 1973) fue una obra de arte en movimiento cuando nadie entend¨ªa la lucha como un arte, y apenas entend¨ªa la lucha en general. Consigui¨® ser un s¨ªmbolo sin dejar de comportarse como un hombre, sino precisamente gracias a ello. Su musculatura precisa, pragm¨¢tica y ligera representa al ser humano en estado de gracia, y su muerte a los 32 a?os solo perpetu¨® la leyenda de un tipo sin el cual el cine de acci¨®n de los ¨²ltimos 45 a?os no ser¨ªa igual. Cuando Neo enunciaba "ya s¨¦ kung-fu" en 'Matrix', lo que quer¨ªa decir es que ya hab¨ªa encontrado a su Bruce Lee interior. Porque parece que todos llevamos uno dentro, y eso es el mayor triunfo de Bruce Lee."Estamos en los 90, uno ya no puede partirle la cara a otro t¨ªo sin decir algo gracioso antes". Esto lo dice el personaje de Bruce Willis (Alemania, 1955) en 'El ¨²ltimo boy scout' y funciona como resumen del estilo del actor. Lo que hac¨ªa que el p¨²blico se entusiasmase con Willis es que daba la impresi¨®n de que sus personajes hab¨ªan visto muchas pel¨ªculas de acci¨®n, as¨ª que se lo tomaban todo a risa porque ya sab¨ªan lo que iba a pasar. Bruce Willis era de los nuestros. Siempre estaba en el lugar adecuado en el momento err¨®neo, y en una d¨¦cada pas¨® de salvar un edificio ('La jungla de cristal') a proteger la ciudad de Nueva York ('La jungla de cristal, la venganza') y el planeta Tierra ('Armageddon'). Siempre con media sonrisa, siempre con una camiseta que acababa hecha un asco, siempre y con esa expresi¨®n de "con el dolor de cabeza que tengo, y la que me ha ca¨ªdo". Pero sobre todo, siempre era un h¨¦roe a pesar de s¨ª mismo: lo ¨²nico que quer¨ªa era proteger a su familia, aunque no lo reconociera. Hay muchos h¨¦roes de acci¨®n, pero ninguno como Bruce Willis.