Un palacio real holand¨¦s convertido en hotel
Soestdijk, que fue la residencia durante 60 a?os de la reina Juliana y el pr¨ªncipe Bernardo de Holanda, ha sido vendido por 1,7 millones de euros y albergar¨¢ tambi¨¦n un centro de exposiciones
En una de las im¨¢genes m¨¢s recordadas de su ni?ez el rey Guillermo de Holanda manejaba con gran pericia un tirachinas contra los fot¨®grafos que recog¨ªan el desfile popular del entonces D¨ªa de la Reina. La homenajeada era la reina Juliana, su abuela, y el escenario la escalinata del palacio de Soestdijk, su residencia durante 60 a?os. La actual familia real no lo utiliza, y el complejo acaba de venderse por 1,7 millones. Ser¨¢ convertido en un hotel.
En forma de semic¨ªrculo y vac¨ªo durante la ¨²ltima d¨¦cada (aunque pod¨ªa visitarse con cita previa) Soestdijk est¨¢ ahora en manos del consorcio Made in Holland, liderado por el grupo inmobiliario Meyer Bergman, con ¡°grandes planes¡± para el lugar. Trat¨¢ndose de un palacio, la suma abonada puede parecer una ganga, pero es que Soestdijk pertenece al Estado desde 1971, y su mantenimiento le costaba al contribuyente holand¨¦s 2,5 millones de euros anuales. La renovaci¨®n, por otro lado, rondar¨¢ los 100 millones de euros para habilitar un hotel con 20 suites en su edificio principal. Habr¨¢ tambi¨¦n una sala de exposiciones, y ser¨¢ demolido un antiguo cuartel de la polic¨ªa nacional, ubicado en el recinto. En su lugar, ser¨¢n levantadas 65 casas. En cuanto al bosque adyacente, una vez acondicionado se destinar¨¢ a usos recreativos.
La reina Juliana y su esposo, el pr¨ªncipe Bernardo, pasaron casi todo su matrimonio en el lugar y el ambiente del interior se ha conservado. All¨ª nacieron tres de sus hijas, las princesas Beatriz, Irene y Cristina. La princesa Margarita vino al mundo en Canad¨¢ durante la II Guerra Mundial, cuando Holanda estaba ocupada por los nazis. Hasta 2013, fecha de la abdicaci¨®n de su hija, la antigua reina Beatriz -madre de Guillermo- el cumplea?os de la reina Juliana era fiesta nacional en Holanda. Cada 30 de abril, ella aparec¨ªa con su esposo en lo alto de las escaleras para saludar a los ciudadanos que desfilaban informalmente ante ellos. A Guillermo, el actual soberano, no le gustaba demasiado la prensa gr¨¢fica, y se entreten¨ªa lanzando chinas para regocijo de los mismos fot¨®grafos que eran su diana. Durante m¨¢s de una d¨¦cada, en Soestdijk residieron tambi¨¦n Irene y Cristina con sus respectivas familias. A la muerte de Juliana y Bernardo, el resto de los miembros de la Casa Real se distanci¨® de un lugar dif¨ªcil de vigilar, y fue abierto al p¨²blico.
Como otras mansiones similares, Soestdijk empez¨® siendo un pabell¨®n de caza en el siglo XVII. Expoliado durante la invasi¨®n francesa en 1795, Luis Bonaparte, hermano de Napole¨®n, lo ampli¨® y renov¨® durante su corto reinado. Regres¨® a manos holandesas cuando Guillermo II lo recibi¨® en 1815 como regalo tras la batalla de Waterloo, donde Napole¨®n fue derrotado. Las obras de remodelaci¨®n ahora aprobadas tardar¨¢n al menos una d¨¦cada en estar listas.
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