En los zapatos de Theresa May

Aunque Theresa May no se ha apeado de la primera plana de los peri¨®dicos desde hace meses (y m¨¢s desde el ¨®rdago electoral que le ha costado a su partido la mayor¨ªa absoluta), es raro el art¨ªculo ¨Cespecialmente entre los tabloides ingleses¨C que no incluya alguna alusi¨®n a su inter¨¦s por la moda en general, y a su predilecci¨®n por los zapatos atrevidos en particular. En julio de 2016, The Sun lleg¨® incluso a dedicarles la portada a los kitten heels de leopardo con los que tom¨® posesi¨®n del 10 de Downing Street.

La fascinaci¨®n por el armario de Theresa May ha impulsado incluso la creaci¨®n de una cuenta de Instagram llamada @theresamaystyle, que se define como ¡°la fuente original y fiable de las novedades en moda de nuestra estilosa primera ministra¡± y cuya primera imagen mostraba, no por casualidad, un zapato. Y aunque ser¨ªa misi¨®n imposible encontrar un reportaje que analice en profundidad el calzado de Jeremy Corbyn, peri¨®dicos como The Daily Mail escudri?an de forma habitual los estilismos de la primera ministra, otorg¨¢ndoles significados ocultos. Pero ?est¨¢ realmente May lanzando un mensaje pol¨ªtico a trav¨¦s de su ropa? El Vogue brit¨¢nico parece pensar que s¨ª; el pasado mayo apuntaba en su web que, durante la reciente campa?a electoral, la pol¨ªtica conservadora hab¨ªa intentado trasladar a su vestuario el eslogan ¡°fuerte y estable¡± que repiti¨® sin descanso en m¨ªtines y discursos. La pol¨ªtica brit¨¢nica, seg¨²n aseguraba la publicaci¨®n, es consciente del escrutinio constante sobre su apariencia ¡°y lo manipula sistem¨¢ticamente en su beneficio¡±. Por su parte, The Times, adem¨¢s de contabilizar la cantidad de pares de zapatos que hab¨ªa llevado durante la campa?a ¨Cun m¨ªnimo de quince, seg¨²n sus c¨¢lculos¨C, suger¨ªa que el calzado de la primera ministra estaba experimentando su particular Brexit, a tenor del predominio absoluto de firmas brit¨¢nicas como Russell and Bromley y LK Bennett.

Aunque May constat¨® en octubre, en una aparici¨®n en el programa Good Morning Britain, que nadie pregunta por sus zapatos a correligionarios como Philip Hammond o Boris Johnson, nunca se ha mostrado especialmente molesta por el inter¨¦s que estos accesorios despiertan en la prensa y el p¨²blico. Si acaso, al contrario. ¡°Me proporciona una excusa para ir a comprar m¨¢s¡±, brome¨® en aquella entrevista. En varias ocasiones ha afirmado que unos zapatos llamativos son una buena herramienta para romper el hielo, y el pasado mayo, en el programa de la BBC The One Show, cont¨® que en una ocasi¨®n, en una charla trivial de ascensor con una joven funcionaria del Parlamento, ¨¦sta le confes¨® que sus zapatos le hab¨ªan despertado el inter¨¦s por la pol¨ªtica. Las reacciones en Twitter no se hicieron esperar.

La opini¨®n general entre los expertos en imagen es que May, que se desenvuelve con soltura en los c¨®digos de la moda sin necesidad de contratar a una estilista, est¨¢ dejando que su guardarropa hable por ella. Percibida a menudo como fr¨ªa y sin carisma, su preferencia por los zapatos audaces ¡ªde los mencionados kitten heels de estampado animal a las botas de charol por encima de la rodilla que se calz¨® para un encuentro con Isabel II en 2015¡ª buscar¨ªa reflejar una faceta m¨¢s actual, divertida y desenfadada de su car¨¢cter. Pero si la primera ministra sigue haciendo gala de la falta de empat¨ªa que le reprochan sus detractores, y dando respuestas tan anodinas en las entrevistas (lleg¨® a decir que la mayor travesura que hab¨ªa hecho en su ni?ez fue ¡°correr en un campo de trigo¡±), corre el riesgo de que su ropa acabe teniendo m¨¢s personalidad que ella.