12 fotos10 lecturas para viajar al futuro este veranoVidas virtuales paralelas, androides cazahumanos y sociedades dominadas por programas inform¨¢ticos libros para sumergirnos en mundos que quiz¨¢ est¨¦n por venirJaime Ripa27 jun 2017 - 06:02CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace?C¨®mo ser¨¢ la vida en el futuro? Nadie lo sabe ni lo sabr¨¢, pero de esa especulaci¨®n se han nutrido escritores y artistas para crear las m¨¢s diversas ficciones y utop¨ªas a lo largo de la historia. Algunas han dado en el clavo y han adelantado, con m¨¢s o menos precisi¨®n, tecnolog¨ªas y progresos que ya son reales en nuestra sociedad, como la inteligencia artificial o la clonaci¨®n. Otras han recreado en sus p¨¢ginas oscuros mundos poblados por robots cazahumanos, sociedades gobernadas por programas inform¨¢ticos y vidas paralelas virtuales demasiado perfectas. Si este verano te apetece pasearte por estos y otros mundos, date un chapuz¨®n literario y sum¨¦rgete en las p¨¢ginas de los diez libros que aqu¨ª te mostramos.Un brillant¨ªsimo programador obsesionado con los a?os ochenta, un mundo al borde del colapso y un videojuego que es el opio del pueblo. Lo que ya esboz¨® The Sims, aquel t¨ªtulo que permit¨ªa llevar una vida paralela a la real, lo sublima Ready Player One con su OASIS, el pasatiempo en el que est¨¢ inmersa toda la poblaci¨®n en el a?o 2044 (tambi¨¦n leitmotiv de ficciones como la serie Black Mirror). Para participar en esta utop¨ªa solo son necesarias unas gafas de realidad virtual y unos guantes especiales; aunque algunos, como el cocreador de OASIS, incluyen en su dispositivo de inmersi¨®n un traje de cuerpo entero y una especie de bola de h¨¢mster para replicar los movimientos reales del cuerpo. El juego esconde adem¨¢s un tesoro: un huevo de pascua que otorgar¨¢ a aquel que lo encuentre toda la fortuna de su creador, James Halliday, y que encarna simb¨®licamente la redenci¨®n de la humanidad. Ya hay en marcha una adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de la novela, que llegar¨¢ a los cines el a?o que viene de la mano de Steven Spielberg.Una distop¨ªa biol¨®gica de dif¨ªcil clasificaci¨®n: Borne, de Jeff VanderMeer, es una novela (a¨²n no traducida) en la que un enorme y dictatorial oso volador amenaza una ciudad asolada por una empresa biotecnol¨®gica llamada Compa?¨ªa en la que sobreviven como pueden humanos, mutantes y seres h¨ªbridos resultantes de los experimentos de esta corporaci¨®n. VanderMeer aborda en la novela temas como los l¨ªmites en la gen¨¦tica (recabar estos datos es en la actualidad un asunto pol¨¦mico en EE UU) y la conciencia de estas criaturas mestizas, as¨ª como la alienaci¨®n (el oso gigante, Mord, tiene miles de peque?as r¨¦plicas que le adoran como si fuera un dios) o la posibilidad de aprender desde cero modos ajenos a la especie propia. Un fen¨®meno que experimentar¨¢ Borne, el protagonista, un cruce entre calamar y an¨¦mona que a lo largo de la historia ir¨¢ desarroll¨¢ndose como lo har¨ªa un ser humano.?Vale la pena ser feliz sacrificando el arte, la ciencia o la filosof¨ªa, es decir, el progreso? Es m¨¢s, ?se puede ser feliz sin todas esas cosas? La obra de Huxley dibuja un mundo en el que las personas son felices y no hay guerras ni enfermedades. Una existencia pl¨¢cida en la que los ciudadanos son aleccionados mientras duermen, los seres humanos son cultivados y existe una droga, llamada soma, que al tomarla elimina cualquier pesar. Este mundo id¨ªlico lo romper¨¢ con sus observaciones John el Salvaje, un hombre nacido fuera del sistema por un error en el m¨¦todo anticonceptivo normativo y criado en los m¨¢rgenes de esta sociedad. La contraposici¨®n de Huxley entre una sociedad vac¨ªa, tecnol¨®gica y feliz y otra compleja e imperfecta inspirar¨ªa despu¨¦s muchas ficciones, entre ellas la pel¨ªcula Matrix.El japon¨¦s Tsutomu Nihei public¨® el primer volumen de los diez que componen este manga en 1998. En las elegantes y desoladoras vi?etas de Blame! asistimos a un mundo en el que gobierna la tecnolog¨ªa y toda forma de vida queda supeditada a esta. El escenario es una vasta ciudad de acero con infinitos subniveles que envuelve a la Tierra. Su concepci¨®n se basa en la teor¨ªa de la Esfera de Dyson, una megaestructura que recubrir¨ªa el sol y permitir¨ªa extraer toda la energ¨ªa del astro para abastecer cualquier necesidad energ¨¦tica. Una meta que hoy est¨¢ m¨¢s cerca gracias ala creaci¨®n del anillo de imanes del reactor del proyecto ITER. En el c¨®mic, Killy, el joven protagonista (?humano?), debe encontrar genes puros para acceder a la red que controla la ciudad. Como antagonistas tendr¨¢ a los seres de silicio, seres mutantes que ans¨ªan aniquilar todo rastro de vida humana.La novela que Arthur C. Clarke confeccion¨® en paralelo al ic¨®nico film de Kubrick tiene muchas similitudes y algunas diferencias. En ella el escritor narra dos historias: una en la que, hace tres millones de a?os, una tribu de monos sufren una epifan¨ªa al contemplar un monolito alien¨ªgena, y otra en la que una expedici¨®n formada por cinco tripulantes y una m¨¢quina emprende un viaje espacial en 1999. La m¨¢quina es, en efecto, HAL, un s¨ªmbolo que ha inspirado el arquetipo de la inteligencia artificial (y que tiene imitadores reales en supercomputadoras como la china SunwayTaihu Light, la m¨¢s potente del mundo, o la espa?ola MareNostrum) que compite y supera en algunas ocasiones a la humana.De los avances que consigue el Gran Colisionador de Hadrones y de misteriosas part¨ªculas, como los neutrinos, se alimenta buena parte de la actualidad cient¨ªfica diaria. Uno de los ¨²ltimos descubrimientos es que la materia oscura no siempre domin¨® el universo. Gregory Benford utiliz¨® en Timescape los taquiones, unas part¨ªculas hipot¨¦ticas que ser¨ªan m¨¢s r¨¢pidas que la luz y permitir¨ªan el env¨ªo de mensajes hacia el pasado, esbozando a su vez la posibilidad de viajar en el tiempo, al menos de manera epistolar. En la novela hace uso de este sistema John Renfrew, uno de los protagonistas, para mandar una mensaje de 1998 a 1963 a la comunidad cient¨ªfica alertando del desastre clim¨¢tico que est¨¢n padeciendo e inst¨¢ndoles a que lo detengan cuando todav¨ªa es posible.Snow Crash, cl¨¢sico del ciberpunk y una de las 100 mejores novelas en lengua inglesa seg¨²n la revista Time, gira alrededor de un concepto que, seg¨²n el autor Neil Stephenson, podr¨ªa suceder al actual internet: el metaverso, un mundo paralelo en el que interactuar y vivir encarnando un avatar, una representaci¨®n virtual (que no tiene por qu¨¦ ser fiel) de nosotros mismos. El estadounidense concibi¨® un mundo en la que las leyes de la f¨ªsica no operan y en el que un virus/droga/religi¨®n trata de alienar a la ciudadan¨ªa y sembrar el caos. En este ciberespacio se han inspirado ficciones y aplicaciones que tratan el libre albedr¨ªo y las vidas alternativas, como el videojuego World of Warcraft y la pel¨ªcula Avatar o Google Earth (como representaci¨®n virtual de lo real) y la herramienta de ense?anza Classcraft.Yo, robot es una colecci¨®n de relatos cortos obra del c¨¦lebre Isaac Asimov. Las nueve historias que componen el libro giran en torno a las cuestiones morales que conlleva una legislaci¨®n propia para los robots. El escritor, nacido en Rusia y criado en Brooklyn, imagin¨® escenarios en los que las m¨¢quinas se ven sometidas a dilemas ¨¦ticos pese a que por ley (en estos relatos se formulan tres preceptos fundamentales) deben proteger a los humanos e impedir que sufran da?o. Un debate planteado hoy en, por ejemplo, la toma de decisiones de los cerebros de los coches aut¨®nomos o de los robots militares, y en el que han incidido personalidades como Noam Chomsky o Stephen Hawking. Por otro lado, en su aclamado Ciclo de la Fundaci¨®n, Asimov abarca hitos de una sociedad gal¨¢ctica e hipertecnol¨®gica, entre los que se cuentan la expansi¨®n humana por el cosmos o el ¨¦xodo de los terr¨¢queos.La novela que inspir¨® la pesadilla futurista que es el Blade Runner de Ridley Scott (cuya secuela se estrenar¨¢ en octubre) est¨¢ firmada por Philip K. Dick, e introdujo dos conceptos que se han materializado en mayor o menor medida: los androides y, s¨ª, las mascotas mec¨¢nicas. El relato del estadounidense, en el que se dibuja un mundo de cables, cultos postapocal¨ªpticos y ciberpunk, fue uno de los primeros en proponer un debate ontol¨®gico vigente en nuestros d¨ªas: ?llegar¨¢ un momento en el que, tecnolog¨ªa mediante, trascendamos nuestra condici¨®n? La visi¨®n del autor, plasmada en los robots humanoides Nexus 6, los llamados andrillos (replicantes en el film), tiene su correspondencia actual en el transhumanismo, una filosof¨ªa que entiende como un deber moral la superaci¨®n de los l¨ªmites biol¨®gicos. As¨ª lo expres¨® Ray Kurzweil, uno de sus m¨¢ximos ide¨®logos, en una ocasi¨®n: "Los ordenadores cada vez ser¨¢n m¨¢s peque?os. Finalmente, estar¨¢n dentro de nuestros cuerpos y cerebros y nos har¨¢n m¨¢s sanos e inteligentes".Premio Hugo y Locus, la novela de Wilhem parte de un holocausto que empuja a los humanos a repoblar la Tierra por medio de la clonaci¨®n, un concepto inimaginable (al igual que la fecundaci¨®n in vitro) cuando la autora public¨® la novela. Hoy, la oveja Dolly cumple 20 a?os y una familia argentina ha encargado una copia de su difunto perro por m¨¢s de 50.000 euros. Para Wilhelm los clones representan el pensamiento ¨²nico: de hecho, estos eligen la procreaci¨®n artificial rechazando la sexual y, adem¨¢s, van perdiendo adaptabilidad y creatividad seg¨²n m¨¢s nueva es la generaci¨®n. Tampoco pueden vivir lejos de su camada. Esta uniformidad la romper¨¢ Molly, un clon que experimentar¨¢ el sentimiento humano de individualidad y que despu¨¦s tendr¨¢ un hijo natural, Mark, una especie de Noe que fundar¨¢ una colonia para salvaguardar la especie humana y revertir el proceso de clonaci¨®n y sus consecuencias.La lectura de los pensamientos y los poderes mentales son fen¨®menos recurrentes en la ciencia ficci¨®n. En Muero por dentro conocemos a David Selig, un solitario tel¨¦pata que puede introducirse en la mente de los que est¨¢n a su alrededor. Su don se volver¨¢ maldici¨®n seg¨²n pasen los a?os: el protagonista ha moldeado su personalidad y vida en torno a su capacidad y, cuando se percata de que gradualmente la est¨¢ perdiendo, se ver¨¢ inmerso en una crisis vital. Aplicado a la vida real, un experimento en 2014 liderado por el espa?ol Giulio Ruffini logr¨® enviar un pensamiento de una mente a otra (en concreto dos palabras, hola y adi¨®s).