En este pa¨ªs asi¨¢tico est¨¢ de moda tener como compa?era a figuras hiperrealistas hechas de silicona
En un pa¨ªs en el que la aversi¨®n al contacto f¨ªsico forma parte de su identidad cultural, estas 'rabu doru' (mu?ecas del amor) constituyen una v¨ªa alternativa a las relaciones interpersonales.BEHROUZ MEHRI (AFP)Masayuki Ozaki, fisioterapeuta de 45 a?os, adquiri¨® una de estas 'rabu doru' tras separarse de su mujer. Una decisi¨®n que le ha llevado a disfrutar miles de momentos con la que dice que es la mujer de su vida.BEHROUZ MEHRI (AFP)Una mu?eca como Mayu, a la que Masayuki Ozaki regala joyas o compra ropa, cuesta 5.300 euros.BEHROUZ MEHRI (AFP)Ozaki descubri¨® este fen¨®meno a trav¨¦s de un revista especializada que cay¨® en sus manos. Conoci¨® a Mayu en una exposici¨®n de mu?ecas de silicona.BEHROUZ MEHRI (AFP)''Sean cuales sean mis problemas, Mayu siempre est¨¢ aqu¨ª. La quiero con locura y sue?o con llevarla al para¨ªso'', afirma Ozaki. Con ella mantiene una estrecha relaci¨®n que fue dif¨ªcil de aceptar por su familia en un principio. ''Cuando mi hija entendi¨® que no era una mu?eca Barbie gigante, pens¨® que era asqueroso, pero ahora ya es suficientemente mayor. Incluso comparte ropa con Mayu'', explica este fisioterapeuta.BEHROUZ MEHRI (AFP)''Para m¨ª ella es humana'', asegura Senji Nakajima. Este empresario de 62 a?os, casado y con dos hijos, convive con Saori, su compa?era de silicona.BEHROUZ MEHRI (AFP)Pese a tener esposa e hijos, Nakajima asegura que Saori es quien verdaderamente le hace feliz. Este empresario confiesa que su coraz¨®n le late ''a mil por hora'' cuando vuelve a casa con ella.BEHROUZ MEHRI (AFP)El trato que tiene Senji Nakajima con su 'nabu doru' va m¨¢s all¨¢ de la afinidad y el cari?o. Este sexagenario no duda en reconocer que ''no la enga?ar¨ªa jam¨¢s con nadie''.BEHROUZ MEHRI (AFP)Estas mu?ecas han evolucionado en la b¨²squeda de la satisfacci¨®n plena del comprador. El vinilo y el l¨¢tex dieron paso en 2001 a la silicona. Las piezas fijas se convirtieron en cabezas y vaginas intercambiables.BEHROUZ MEHRI (AFP)Hideo Tsuchiya, el director de una de las principales empresas fabricantes, Orient Industry, concibe el desarrollo de la tecnolog¨ªa como el factor principal que ha posibilitado grandes progresos dentro de este ¨¢mbito. A su parecer, ahora tienen un aspecto m¨¢s aut¨¦ntico, muy pr¨®ximo al que ofrece la piel humana.BEHROUZ MEHRI (AFP)Para Yoshitaka Hyodo, bloguero de 43 a?os y con novia, la compa?¨ªa de las 'rabo doru' le aporta m¨¢s seguridad en s¨ª mismo. Las m¨¢s de 10 mu?ecas que posee le sirven para desahogarse emocionalmente.BEHROUZ MEHRI (AFP)En la compleja misi¨®n de dotar de alma a estos seres inanimados, los propietarios tratan a estas r¨¦plicas como a otros humanos. Las visten, pasean y aman como si de otra persona se tratase.BEHROUZ MEHRI (AFP)''Esta actitud est¨¢ principalmente influida por un sistema tan individualista como el que predomina en el archipi¨¦lago nip¨®n, aunque no conviene generalizar'', detalla el psic¨®logo y presidente de la asociaci¨®n Mentes Abiertas Ignacio Calvo.BEHROUZ MEHRI (AFP)Si algo tienen en com¨²n todos los que se han unido a este universo de las 'mu?ecas del amor', es que para ellos no son un mero objeto sexual. Son compa?eras con quien compartir la vida.BEHROUZ MEHRI (AFP)
