Cristian Castro se separa 28 d¨ªas despu¨¦s de casarse
El cantante mexicano confirma que termin¨® su matrimonio con Carol Victoria Urb¨¢n durante su luna de miel. Se trata de su tercer divorcio
¡°Hasta que la muerte los separe¡±. Es la frase que ha pronunciado tres veces Cristian Castro (M¨¦xico, 1974) y ninguna ha resultado verdadera. Parece que al cantante, hijo de la reconocida actriz Ver¨®nica Castro, el amor le juega mal. Hace apenas mes y medio daba por tercera vez el s¨ª quiero, el primero en M¨¦xico. En una hacienda en M¨¦rida, Yucat¨¢n, el int¨¦rprete de Azul se cas¨® con la violinista Carol Victoria Urb¨¢n, a qui¨¦n 20 d¨ªas antes, el 7 de mayo, le propon¨ªa matrimonio en p¨²blico durante un palenque de Mexicali.
Era, seg¨²n sus palabras, ¡°la mujer que hab¨ªa esperado toda la vida¡± y sin embargo, el amor solo le dur¨® 28 d¨ªas. El fugaz enlace pill¨® por sorpresa a todos, incluida su madre, quien no se contuvo en asegurar que no hab¨ªa acudido a la boda y que la noticia la ¡°hab¨ªa sacado de onda¡±. ¡°No s¨¦ ni por qu¨¦ lo hicieron as¨ª, as¨ª decidieron ellos casarse y est¨¢ bien. Ya ni modo, ?qu¨¦ le va a hacer uno?¡±, dijo en una entrevista al programa de cotilleos Ventaneando. Su sexto sentido de madre ten¨ªa raz¨®n y su hijo una vez m¨¢s, tuvo que confirmar que la precipitada decisi¨®n no hab¨ªa resultado como esperaba. "Rompimos 28 d¨ªas despu¨¦s de casarnos. Una verg¨¹enza, realmente. Me averg¨¹enza, pero si as¨ª se va a presentar el destino, yo cumpl¨ª y trat¨¦ de estar bien. Ella creo que tambi¨¦n trat¨® de estar bien. Solo que no se pudo¡ Es todo", expres¨® al programa de televisi¨®n argentino.
Las revistas del coraz¨®n mexicanas aseguran que todo ocurri¨® durante su luna miel. Justo en el momento m¨¢s dulce y perfecto la pareja se dio cuenta de que no estaban hechos el uno para el otro. El cantante y la violinista tuvieron una fuerte discusi¨®n mientras estaban en Suiza, el pleito fue tal que ¨¦l le pido que se fuera lo antes posible. Sobre el motivo Castro ha dicho que la premura fue el detonante. ¡°No nos conocemos bien, no nos dimos tiempo para conocernos bien, eso es la versi¨®n real y por eso pasaron las cosas, malos entendidos, ni hablar¡±, explic¨® el mexicano.
Y aunque la prensa rosa mexicana toma por chiste el ef¨ªmero enlace, el int¨¦rprete no. ¡°Estoy preocupado, no es un chiste, no es un juego¡ Me juego muy r¨¢pido por el matrimonio a veces y por el amor¡±, confes¨®.
Y en eso de jugarse r¨¢pido por el amor nadie puede desmentirlo. Basta con recordar el esc¨¢ndalo al que se tuvo que enfrentar en 2004 cuando se cas¨® por una ceremonia jud¨ªa en Miami con la abogada argentina Valeria Liberman, tan solo 18 d¨ªas despu¨¦s de haber oficializado su divorcio de la paraguaya Gabriela Bo. ¡°Esta vez s¨ª me caso para siempre. Valeria es la verdadera mujer de mi vida¡±, dijo en aquel entonces. A aquel enlace tampoco fue su madre. Se dijo en su momento que la cantante y Liberman se llevaban mal. Liberman hab¨ªa sido pareja de Cristian Castro 2001 ¨Cya en ese entonces se hab¨ªan comprometido, pero el compromiso se rompi¨® a los pocos meses-. De este matrimonio nacieron en 2005 Simone y en 2007 Mikhail Zaratustra. Tres a?os despu¨¦s de la medi¨¢tica boda la pareja se enfrent¨® en los tribunales. Ella lo acus¨® de maltrato f¨ªsico. El papel cuoch¨¦ coquete¨® con la idea de que era bisexual. Su madre dijo que estaba distancia de ¨¦l y que no quer¨ªa contar los motivos para no arruinar su carrera. En torbellino no dio tregua a Cristian Castro hasta que por fin en abril de 2009 firm¨® los papeles de divorcio.
Un hurac¨¢n que ya hab¨ªa vivido en 2004 cuando se divorci¨® por primera vez. En aquella ocasi¨®n lo hac¨ªa de la modelo paraguaya Gabriela Bo. Solo estuvo casado un a?o, pero a esa boda oficializada en Asunci¨®n, Paraguay, s¨ª que fue su madre. ¡°Solo quiero demostrarle el amor que le tengo a mi esposa, demostrar a toda la gente que esto es para siempre y que es en serio¡±, dijo en marzo de 2003 Cristian Castro a la prensa que acudi¨® a la ceremonia civil.
Una vez m¨¢s, el amor se burla de El gallito feliz, como se le conoce al int¨¦rprete, y le demuestra que ni es para siempre ni ha conocido, a¨²n, a la ¡°mujer de su vida¡±.
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