La fiesta del primo
La reina Letizia demuestra que tiene una intuici¨®n diferente: la intuici¨®n Ortiz
El verano es sin¨®nimo de fiestas. Y de echar una cana al aire. Cumplir 50 a?os, tambi¨¦n. En cualquier caso, nuestro Rey decidi¨® viajar a Inglaterra para asistir a la fiesta de cumplea?os de su primo Pablo de Grecia. La campi?a es deliciosa en esta ¨¦poca del a?o y en las im¨¢genes de la fiesta, calificada de estramb¨®tica, se nota que Marie Chantal Miller, la reina del duty free, lo organiz¨® a lo grande para hacer sentir a su esposo como un rey. No falt¨® casi nadie. Ni siquiera I?aki Urdangarin, a quien se le ve sonriente. Los exduques de Palma decidieron fugarse un par de d¨ªas a Inglaterra antes de comenzar sus vacaciones en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. Un tour ejemplar al que la reina Letizia, impermeable a la extravagancia inglesa, no asisti¨®.
A la Reina se le critican sus peinados estramb¨®ticos, sus gustos cinematogr¨¢ficos y cosas as¨ª, pero esta vez, probablemente, acert¨® al no figurar entre las extravagantes invitadas a la fiesta del primo de su marido. M¨¢s compiyogui que campechana, Letizia ha demostrado que tiene una intuici¨®n diferente: la intuici¨®n Ortiz, que la convierte en un pararrayos. Quiz¨¢s sea una de las razones por la que cambia tanto de peinado. Porque su cabellera se queda cargada de electricidad negativa cada vez que tiene que parar un rayo como el de esta fiesta. Es cierto que de haber ido se le habr¨ªan puesto los pelos de punta al ver a Paris Hilton y Valentino tan cerca. Adem¨¢s, Cristina e I?aki empalmaron con un entorno de amigos que no le habr¨ªan dejado mucho hueco. Y ese delicado y tenso equilibrio tan dif¨ªcil de sostener, desde que nos qued¨¢ramos electrocutados por el caso N¨®os, se habr¨ªa ido al garete si la Reina tuviera que tragarse un selfie con ellos en las redes.
M¨¢s sabe Letizia por Ortiz que por Borb¨®n. No necesita revisar los v¨ªdeos del cumplea?os de Pablo de Grecia para adivinar que sus invitados parecen venir de un mundo raro y con un esponjoso contacto con la realidad. Dan la sensaci¨®n de vivir en un duty free vitalicio. Como si no hubieran pasado dificultades. Y si las han sufrido, como I?aki y Cristina, se nota que saben sobrellevarlas divinamente.
Por su parte, los invitados al WorldPride en Madrid pudieron saludar a otras ¡°reinas¡± y ver a Cristina Cifuentes y a Manuela Carmena bailando juntas A quien le importa. Carolina Herrera salud¨® a los participantes en la celebraci¨®n desde el balc¨®n de su hotel. ¡°Algunos de los trajes eran francamente ingeniosos. Y me asombr¨® c¨®mo se sosten¨ªan sobre unos tacones de infarto esos chicos tan voluminosos¡±, nos cont¨® durante el almuerzo. Hablando de cifras y vol¨²menes, coment¨® el impresionante n¨²mero de venezolanos asentados en Madrid. ¡°Hablan de 80.000 venezolanos en la ciudad¡±. Esa misma noche quise imitar a Marie Chantal Miller e invit¨¦ a amigos caraque?os a casa y comprob¨¦ que, aunque se sienten muy a gusto, les cuesta un poco utilizar el adjetivo ¡°mono¡±, porque en esa Caracas suya se usa estramb¨®ticamente para calificar a gente que consideras inferior. Tambi¨¦n se r¨ªen cuando alguien o algo es ¡°cuca¡±, porque all¨ª es una manera de nombrar a los genitales femeninos. Era tal la excitaci¨®n de los venezolanos que provoc¨® un corte el¨¦ctrico en casa. Mi marido improvis¨® un set de candelabros empleando las botellas de vino vac¨ªas y velas, creando un ambiente de bistr¨® bohemio. Los espa?oles encendieron sus linternas para revisar los fusibles, mientras los venezolanos continuaron su agitada charla, salpicada de preocupaci¨®n por Venezuela pero tambi¨¦n de halagos para la merluza de la cena. ¡°Deben de estar acostumbrados a los apagones¡±, susurr¨® una invitada espa?ola. ¡°Mi amor, somos los reyes de la supervivencia¡±, zanj¨®, mezclando monarqu¨ªa y resistencia, una de mis reinas venezolanas favoritas.
El verano siempre es una prueba de resistencia. El d¨ªa despu¨¦s del apag¨®n, Cristina Cifuentes entreg¨® la medalla de las Bellas Artes de la Comunidad de Madrid a Miguel Bos¨¦. Cifuentes sonre¨ªa a su lado con una bata reversible muy estampada dise?ada por Adriana Iglesias. Muchas contribuyentes ten¨ªan dudas de c¨®mo nombrar esta prenda que la presidenta de Madrid ha convertido en r¨²brica. Nost¨¢lgicos ochenteros dijeron ¡°guardapolvo¡±. Los millennials sugirieron kimono. La propia Cifuentes desvel¨®, delante de una monta?a de quesos madrile?os, que se le dec¨ªa casaca. Y que no hay nada estramb¨®tico en vestirlas y ser presidenta. Y sin hacerte la prima.
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