10 fotos¡®Memento¡¯, ¡®Batman¡¯, ¡®Dunkerque¡¯...: las pel¨ªculas de Christopher Nolan, de la peor a la mejorPocos directores tan controvertidos con este ingl¨¦s, que acaba de estrenar Dunkerque . Hacemos un ranking de sus diez pel¨ªculasRub¨¦n Romero Santos23 jul 2017 - 16:30CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceVale que la primera escena, la del avi¨®n, es de las que quitan el hipo. Vale que estaba pensada para ser vista en Imax y a lo m¨¢s que llegamos es a verla en las viejas pantallas de nuestros cines (cuando no de nuestras teles), pero amigo Christopher Nolan: 1) no puedes dejar que tu hermano Jonathan y David S. Goyer escriban un guion con aroma parafascista; y 2) no te puedes gastar 230 millones de d¨®lares y filmar la muerte m¨¢s cara/rid¨ªcula de una protagonista en la historia del cine, por muy hija de Ghul que sea.CordonUn debut en blanco y negro, 16 mil¨ªmetros y bajo presupuesto, muy en la est¨¦tica 'indie' del Festival de Sundance que, por cierto, la rechaz¨®. Nolan ya mezcla con inteligencia sus dos principales influencias (Stanley Kubrick y Alfred Hitchcock) y esa curiosidad cotidiana y malsana de 'Ocurri¨® cerca de tu casa', de los belgas Pooelvorde, Bonzel y Belvaux. Esta historia de ladrones tiene momentos maravillosamente inquietantes, pero a Nolan se le va mucho la mano pidiendo al espectador que se crea lo incre¨ªbleAturdido por el ¨¦xito de 'Memento' (2000), un autor del calibre y ego de Christopher Nolan acept¨® dirigir ??un 'remake'!! Y encima ??noruego!! Visto con perspectiva, es obvio por qu¨¦ lo hizo: Will Dormer (interpretado por un Al Pacino en el ¨²ltimo papel en el que no quedaba rid¨ªculo como h¨¦roe de acci¨®n) es ese locatis marca de la casa que siempre protagoniza sus filmes: un buen hombre, trabajador obsesivo, pero con unas dobleces enfermizas. El problema es que el villano, el difunto Robin Williams, no era cre¨ªble como manipulador telef¨®nico de Pacino. La trepidante escena de la persecuci¨®n en el aserradero presagiaba la habilidad de Nolan para rodar acci¨®n.CordonChristopher Nolan se siente aqu¨ª preparado para ser mejor que sus mayores, as¨ª que intenta mezclar en un solo filme '2001', de Kubrick, con 'Encuentros en la Tercera Fase', de Spielberg. 'Interstellar' lleg¨® rodeado de la fanfarria de haber sido ¡°aprobada por la NASA¡±. Probablemente sea la pel¨ªcula que mejor define a Nolan: resulta apabullante en lo est¨¦tico pero, cuando le toca centrarse en lo human¨ªstico, los maestros todav¨ªa le quedan a a?os luz. Las poco emotivas historias de amor (entre astronautas, entre padres e hijos) demuestran que a Nolan le cuesta tener empat¨ªa con otros seres humanos.Christopher Nolan le echa valor para hacerse con una 'bat-franquicia' moribunda en la que nadie tiene un ¨¢pice de fe y la convierte en el 'bat-patr¨®n-oro' para el siglo XXI. Tal y como ¨¦l entiende al superh¨¦roe: m¨¢s que un personaje de c¨®mic es un personaje de Freud, as¨ª que le quita toda la diversi¨®n que le dio Tim Burton y le cuelga del cuello unas cuantas arrobas de culpa. A su indudable m¨¦rito est¨¦tico se le a?ade el acierto de contratar al actor que mejor va a encarnar al h¨¦roe de comienzos del siglo XXI: un Christian Bale adamantino por fuera y de arenisca por dentro. Realmente, su aproximaci¨®n a las adaptaciones fue algo novedoso para la ¨¦poca, lo que no justifica para nada, sin embargo, que la cr¨ªtica brit¨¢nica empezara a hablar hasta la extenuaci¨®n de Batman en t¨¦rminos 'shakesperianos'. La pel¨ªcula est¨¢ bien, pero est¨¢ lejos de ser una obra maestra.CordonProbablemente sea la pel¨ªcula fundamental para entender la primera d¨¦cada hollywoodiense de este siglo. Desde luego, a Nolan le abri¨® de par en par el estudio Warner y de medio Hollywood. Su segunda entrega de Batman llega en el momento perfecto: fuera de los cines, el mundo se desmorona por una crisis econ¨®mica sin precedentes mientras los curritos ven c¨®mo su dinero sirve para rescatar bancos sin capacidad de reacci¨®n; en las pantallas vemos un Gotham en el que tambi¨¦n reina el caos. Nadie encarna mejor esa esquizofrenia de la crisis que Heath Ledger, que interpreta a un Joker que se autoproclama ¡°agente del caos¡± y que es casi tan malvado como los malvados de la crisis (pero con un poco m¨¢s de r¨ªmel). Por si faltaba algo, la muerte de Ledger por sobredosis (en enero de 2008, seis meses antes del estreno) empuja al filme a la categor¨ªa de culto.En los albores del nuevo milenio, o eras de 'Memento' o eras de 'R¨¦quiem por un sue?o'. Christopher Nolan y Darren Aronofsky luchaban a brazo partido por ser los directores m¨¢s estetas, formalistas y molones del siglo XXI. En 'Memento', su segunda pel¨ªcula, Nolan enfrenta con osad¨ªa el concepto de linealidad que gobierna el cine. Pel¨ªcula esquizofr¨¦nica, original y generacional, 'Memento' tiene legiones de seguidores que la consideran una obra maestra. Parodiada hasta el exceso (recomendamos, muy encarecidamente, su versi¨®n Bollywood, titulada 'Ghajini') sigue siendo un hito de lo que significa el montaje cinematogr¨¢fico.Esta es la m¨¢s cl¨¢sica de sus pel¨ªculas, y no solo por tratarse de un filme de ¨¦poca. Estamos ante una clase magistral de c¨®mo entiende Nolan el cine. Nada m¨¢s empezar, con ese l¨ªrico plano de chisteras en medio de un bosque, el director nos dice, expl¨ªcitamente: ¡°Quiero que est¨¦s atento¡±. Y ya no nos suelta, mientras enuncia lo que vamos a ver a continuaci¨®n, esto es, las tres partes en las que divide un truco de magia. Es evidente el paralelismo que Nolan traza entre los ilusionistas y su trabajo como cineasta, como tambi¨¦n que tal vez se trata de su filme m¨¢s contenido. Lo cual no deja de resultar parad¨®jico, si tenemos en cuenta que la ambici¨®n de los magos en la historia, pero tambi¨¦n en el cine, es asombrar al espectador. Y, adem¨¢s, sale David Bowie haciendo de Tesla, qu¨¦ demonios. Un 9 en el Nolan¨®metroA?os antes de Netflix, Christopher Nolan ya dijo lo que ten¨ªa que decir acerca de c¨®mo entend¨ªa el cine en este filme de tesis realizado entre el segundo y el tercer Batman. Con todo el morro del mundo, Nolan se apropia de ideas visuales de Satoshi Kon (el pase a diferentes realidades mediante ascensor) y Stanley Kubrick (c¨®mo rodar la gravedad cero) o Alfred Escher (el desdoblamiento de edificios) en una aventura a los confines de la mente, propia de sus primeros trabajos. Lo sorprendente es que le funciona, no tanto como aventura (hay momentos en que a uno le duele la cabeza intentando seguirla), sino como reflexi¨®n sobre la naturaleza del cine en la ¨¦poca de la realidad virtual. Nolan concibe el cine como las operaciones del traumatizado DiCaprio (s¨ª, tambi¨¦n tiene problemas con la mujer) y sus amigos: un sue?o colectivo. Y si no os gusta esta teor¨ªa, las quejas a Mark Cousins, que es el que la pronuncia en el ep¨ªlogo de la monumental serie 'La historia del cine'.CordonTen¨ªa que pasar que, en su obsesiva carrera en pos de sus mayores (sobre todo Stanley Kubrick y Steven Spielberg), Christopher Nolan acabar¨¢ por adentrarse en el cine b¨¦lico. Lo que no esper¨¢bamos, desde luego, es que lo hiciera de esta manera tan magistral. Nolan, tal vez por lo gravedad del asunto retratado, renuncia por una vez a su grandilocuencia, hecho que queda demostrado por la at¨ªpica duraci¨®n del filme para lo que viene siendo su filmograf¨ªa (apenas 100 minutos). Como en 'Memento' u 'Origen', el director juega con el espectador mezclando tres l¨ªneas temporales constantemente, de forma y manera que 'Dunkerque' se convierte en un angustioso contrarreloj por salvar el pellejo. Ayudan, y no poco, un magn¨ªfico tratamiento del sonido (con un Hans Zimmer m¨¢s que inspirado) y una fotograf¨ªa de Van Hoytema de ?scar. Al final, el filme se convierte en un ejercicio constante de suspense (?se ahogar¨¢n los soldados? ?derribar¨¢n ese caza? ?volar¨¢ el entra?able barquito de recreo por los aires?), que tiene al espectador ara?ando los brazos de su butaca constantemente hasta quedarse sin u?as. Por primera vez, el egoc¨¦ntrico director roza el talento de sus ¨ªdolos en una obra que es, sin lugar a dudas, una de las mejores pel¨ªculas de cine b¨¦lico de la historia.