No nos enga?emos. Somos perfectamente capaces de vernos pronunciando estas palabras mientras cae sobre nosotros el sopor veraniego en forma de siesta inmovilizante. El que est¨¦ libre de pecado que tire la primera piedra.Es verano, est¨¢s de vacaciones y cualquier preocupaci¨®n deber¨ªa, al menos, tenerlo un poco complicado para llegar a la parte de tu cerebro en la que residen las cosas que te importan. As¨ª que aprov¨¦chalo y disfruta de todas las opciones que tengas y te apetezcan. 'Juego de Tronos' nos ense?¨® que el invierno es duro, as¨ª que aprovechemos a tope el verano. Ya nos pondremos a dieta a la vuelta.Esta perla de sabidur¨ªa de Homer Simpson resume en once palabras toda una l¨®gica para cultivar y llevar a cabo durante la ¨¦poca estival. Porque, ?qu¨¦ mejor que el verano para que nos d¨¦ exactamente igual un mont¨®n de cosas las entendamos o no?Seguramente mientras le¨ªas esto, en tu cabeza han empezado a dibujarse con implacables letras de ne¨®n las s¨ªlabas de ¡®Des-pa-ci-to¡¯. Ni siquiera Homer puede hacer nada para evitar que vayas a escuchar la canci¨®n de Luis Fonsi una media de tres veces al d¨ªa este verano.Hay que reconocer que los cap¨ªtulos especiales en los que la familia Simpson se desplaza a otros lugares a?aden diversi¨®n a la serie. Desde la India, a Tokio, pasando por Australia, Francia o Irlanda. Y en todos, se retrata con maestr¨ªa c¨®mo los turistas forasteros se enfrentan a la idiosincrasia local. Como aut¨¦nticos paletos, claro.El que no se consuela es porque no quiere. Y s¨ª, existe esa gente que veranea en su yate en alguna isla en la que los delfines nadan suavemente a tu lado en vez de tener que esquivar ni?os y pelotas de goma. Y s¨ª, podr¨ªas sentir envidia, pero ?sabes qu¨¦? Eso es: ?nunca tendr¨¢n un dinosaurio!Obviamente todos -menos Homer- sabemos que no puede hacerse, que no es posible, que en el mundo normal, lejos de la televisi¨®n, ser¨ªa una idea impracticable desde el primer minuto pero¡ ser¨ªa tan bonito eso de la nevera.El ejemplo perfecto de esta frase, especialmente a lo que verano se refiere, es el Tour. La gente ve el Tour -preferiblemente en un sof¨¢ c¨®modo, recostado, a media luz y con una apacible siesta acerc¨¢ndose- pero no quiere -y menos a esas horas y con este calor- hacerlo.Trabajar en verano cuando todos tus amigos te bombardean con fotos id¨ªlicas en la playa es una tortura que no disminuye ni aunque pienses en cu¨¢nto tiempo habr¨¢n gastado en sacar cada una de esas fotos que parecen tan casuales. Adem¨¢s, la oficina est¨¢ vac¨ªa y procrastinar parece la ¨²nica salvaci¨®n posible. Al menos hasta que llegue septiembre.Asumamos esto. Los eventos deportivos en verano tienen un aura de ¡®pachangueo¡¯ imposible de eliminar. Flota en el aire de la misma manera que lo hace la casi obligatoriedad de continuar la actividad en el bar m¨¢s cercano. Y eso, Homer lo sabe. Todo sea por fomentar la deportividad y dejar de lado la competitividad malsana.No es casualidad que en muchas de las mejores pel¨ªculas de terror lo que m¨¢s miedo da es la aparentemente inocente cara de un ni?o que de repente sonr¨ªe. Y no hace falta que sean como Bart, el verano les da m¨²ltiples herramientas para el mal: arena, agua, palas, pelotas... Cualquier elemento puede, y posiblemente ser¨¢, utilizado en tu contra.Las vacaciones de verano con tu familia son una especie de cena de Nochebuena ampliada que puede conllevar catastr¨®ficas consecuencias porque siempre habr¨¢ algo que salga mal. Lo que hay que intentar, simplemente, es que la culpa no sea tuya.Esta es una pregunta que pasa por la cabeza que casi cualquier empleado una media de 16 veces al d¨ªa, 24 si es lunes o viernes. En verano, se suele coincidir menos con los jefes, lo que hace que sea menos insistente pero, tambi¨¦n, que la enso?aci¨®n sea m¨¢s duradera. Homer lo sabe bien.La sabidur¨ªa de Homer no tiene parang¨®n y lo demuestra una vez m¨¢s con una frase que con el est¨ªo llega a su m¨¢ximo exponente. Pr¨¢cticamente cualquier plan veraniego mejora si se le a?aden amigos y cerveza. Y si no es as¨ª, quiz¨¢s lo que falle sea precisamente el plan.Todos tenemos alg¨²n amigo as¨ª. Conocen mejor los porcentajes de grasa de los alimentos que el n¨²mero de tel¨¦fono de su madre. As¨ª que la conga de Homer, Marge y Bart ante una vegetariana Lisa es el sue?o de cualquiera que tenga un amigo de esos que, ni en verano, est¨¦ dispuesto a tomar una patata frita. Eso s¨ª, se cansar¨¢ de babear en la lejan¨ªa por las tuyas.No vamos a hacer apolog¨ªa de la mentira, diga lo que diga Homer. De ninguna manera. Pero no decirle a tu amigo del alma que hab¨ªas confundido su ba?ador de flores fluorescentes con un chaleco reflectante y resaltar en cambio que su elecci¨®n facilita que hasta el m¨¢s miope localice a vuestro grupo en la playa, eso no es una mentira. Y ¨¦l se lo cree.
