Kien vierte sales en el horno de fundido. Su empresa es familiar aunque su mujer y ¨¦l contratan a vecinos para aumentar el rendimiento del negocio. Se dedican a la fabricaci¨®n y venta de tuercas y tornillos para maquinaria.ANDR?S GUTI?RREZEn las calles, los vecinos van y vienen en bicicletas o motociclos, como es com¨²n en el pa¨ªs. Se combinan el repique de mazas y martillos sobre carb¨®n o metal y el humo de las factor¨ªas hasta crear un ambiente singular.ANDR?S GUTI?RREZUn grupo de trabajadores de la empresa de Kien dan forma a las tuercas y tornillos que su jefe vende a industrias de maquinaria. Trabajan en la planta baja de la casa donde se encuentra el horno, los moldes, los tornos y un par de ventiladores para disipar el humo. Los trabajadores son vecinos del poblado y afirman que su necesidad es mucho mayor que su preocupaci¨®n por la poluci¨®n o las posibles enfermedades.ANDR?S GUTI?RREZUna pareja descarga restos de aluminio para proceder a su fundido y as¨ª convertirlo de nuevo en placas para vender a los fabricantes de ollas y cacerolas. La escena es m¨¢s que com¨²n en el poblado de Dai Bai puesto que se trata de la base de su econom¨ªa.ANDR?S GUTI?RREZThi Dua y su compa?era aprovechan un momento de lluvia intensa para descansar de su tarea que consiste en romper piedras de carb¨®n durante unas 10 horas al d¨ªa. Sus descansos se reducen a la hora de la comida y a momentos como este, en los que la lluvia no les permite trabajar.ANDR?S GUTI?RREZNguyen Van Thai vierte el aluminio fundido en unos moldes con la ayuda de un cuchar¨®n. En unos cinco minutos, las placas de metal se habr¨¢n solidificado. Entonces Van Thai las colocar¨¢ en el suelo para enfriarlas al aire y luego apilarlas en un rinc¨®n del taller.ANDR?S GUTI?RREZNguyen Thi Que, Nguyen Thi Dua y Ngo Thi Thuy recorren las calles bajo la lluvia tirando de una carreta llena de piedras de carb¨®n para abastecer a las factor¨ªas del poblado de Dai Bai.ANDR?S GUTI?RREZLos golpes m¨¢s estridentes vienen siempre de los salones en los que trabajan quienes dan forma a las cacerolas y barre?os de aluminio. Una vez consiguen su forma redondeada los adornan con golpecitos dejando un patr¨®n en el fondo y en los laterales de cada recipiente.ANDR?S GUTI?RREZHabitantes de pueblos cercanos a Dai Bai recogen peces de una peque?a laguna de la que se ha extra¨ªdo el agua. Los vecinos aseguran que cerca de Dai Bai las aguas est¨¢n contaminadas y que la ra¨ªz de las enfermedades es m¨¢s el agua que el aire. Y, aunque no hay estudios que aseguren tal afirmaci¨®n, varias vecinas de Quang Bo afirman cocinar con agua de lluvia porque no conf¨ªan en la salubridad de la que llega al grifo.ANDR?S GUTI?RREZUna mujer talla con esmero los detalles del dibujo de un macetero decorado fabricado en un local vecino. Desde las calles se aprecia la tradici¨®n del metal del pueblo, pues en casi todas las casas se trabaja a puertas abiertas y quien no funde, limpia o talla metales.ANDR?S GUTI?RREZHay una importante actividad de venta de esculturas de metal macizas esculpidas por artesanos de Dai Bai. Se esculpen muchos bustos o estatuas de Ho Chi Minh, el que fuera el presidente de Vietnam del Norte, pues casi todas las familias guardan la imagen del l¨ªder en sus casas.ANDR?S GUTI?RREZNguyen Van Sinh, de 50 a?os se encuentra en la fase terminal de un c¨¢ncer de lengua. Ha pasado un a?o desde que le detectaron la enfermedad y su mujer Hoang Thi Lien se encarga de cuidarlo pues no se pueden permitir pagar su ingreso en un hospital. Trabajaron juntos durante 30 a?os en el fundido y procesado de distintos metales y sus cuatro hijos se dedican a lo mismo en la actualidad. Aunque el trabajo pueda haber influido en la enfermedad de su marido, no hay m¨¢s futuro en Dai Bai que el metal, seg¨²n Hoang Thi Lien.ANDR?S GUTI?RREZ