6 fotosEn vasos redondos bebemos m¨¢s r¨¢pido y otros trucos de los restaurantes para que consumamosLa forma de los vasos, la elecci¨®n de los cubiertos... Todo est¨¢ medido, pero ahora ya lo sabemosEva van den Berg27 jul 2017 - 11:04CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLos cubiertos que utilizamos est¨¢n hechos de metal ¡ªen especial plata o acero inoxidable¡ª, pl¨¢stico o madera ¡ªes el caso de los palillos y el menaje ecol¨®gico¡ª y, seg¨²n usemos unos u otros, la comida sabe distinto. As¨ª lo afirma un estudio encabezado por Betina Piqueras-Fiszman de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia. Entre otras cosas, la investigaci¨®n puso de relieve que los alimentos son mejor valorados, y percibidos como de mayor calidad, cuando se usa un cubierto de metal en lugar de uno de pl¨¢stico. El profesor de la Universidad de Oxford, Charles Spence, especializado en psicolog¨ªa aplicada a t¨¦cnicas de consumo y gastrof¨ªsica, a?ade m¨¢s: en un test con 150 personas sirvi¨® los mismos platos con distintos cubiertos. Quienes comieron con cubiertos m¨¢s pesados consideraron que el men¨² ten¨ªa mejor aspecto nada m¨¢s verlo y, al finalizar, quedaron m¨¢s satisfechos. La conclusi¨®n fue la misma que la del estudio de Piqueras-Fiszman: no nos gusta que los cubiertos sean extremadamente ligeros, como ocurre con los de pl¨¢stico, y percibimos m¨¢s calidad en el metal....O cuadrados y negros. ?Nos influencia la forma y el color del plato en que nos sirven la comida? Pues s¨ª, incide en c¨®mo percibimos los sabores, en c¨®mo valoramos su calidad e influye incluso en nuestra apreciaci¨®n sobre el tama?o de la raci¨®n que nos han suministrado. As¨ª lo plantea un estudio codirigido por Peter C. Stewart, psic¨®logo de la Memorial University of Newfoundland, en Canad¨¢. Los resultados indican que en la posici¨®n n¨²mero uno del ranking se erigen los platos blancos y redondos, que realzan nuestra opini¨®n sobre elementos b¨¢sicos, como la intensidad del sabor o su punto de dulzura. En cambio, a la hora de opinar sobre elementos algo m¨¢s complejos, como la calidad o el gusto de la comida, tambi¨¦n destacan, al mismo nivel, los platos cuadrados y negros.Seg¨²n un experimento llevado a cabo por George H. Van Doom de la Escuela de Ciencias de la Salud y Psicolog¨ªa de la Federation University de Australia, el color de la taza en la que nos tomamos el caf¨¦ genera diferencias en c¨®mo lo registran nuestras papilas gustativas. Comparando las apreciaciones de las personas que tomaron un caf¨¦ en una taza blanca y las que lo hicieron en una taza transparente, encontraron que los primeros clasificaron el caf¨¦ como menos dulce que los segundos. En otro experimento realizado con 200 personas a las que se las invit¨® a tomarse un caf¨¦ en tazas de distintos colores ¡ªazules, verdes, amarillas y rojas¡ª la percepci¨®n de la temperatura vari¨® bastante: el 38% afirm¨® que el caf¨¦ servido en la taza roja estaba m¨¢s caliente, un porcentaje seguido por los que pensaron que era el que conten¨ªan las amarillas (28,3%). En segundo y cuarto lugar quedaron los que votaron la taza verde (20%) y la azul, (13,3%).Seg¨²n cont¨® Charles Spencer en su conferencia Gastrophysics: The Science of Dining from Restaurant Music to Sonic Crisps (Gastrof¨ªsica: la ciencia de comer, desde la m¨²sica del restaurante hasta el sonido del crujiente) los restaurantes de lujo saben bien que la m¨²sica cl¨¢sica consigue engrosar las cuentas de sus clientes un 10% en comida y vino que con otros estilos menos orientados a la relajaci¨®n. En cambio, la m¨²sica alta motiva a la bebida. As¨ª lo concluy¨® un equipo de investigadores de la Universidad de Breta?a-Sur de Lorient Cedex, en Francia, tras observar experimentalmente en varios bares de la zona que la presencia o no de m¨²sica, su ritmo e incluso los distintos estilos musicales se pueden asociar a distintos niveles de alcohol. Manipulando discretamente el volumen, vieron c¨®mo afectaba al consumo de alcohol. Con un sonido alto, afirma el estudio, la gente est¨¢ m¨¢s excitada y no puede socializar, as¨ª que bebe m¨¢s.El consumo excesivo de alcohol es un problema en gran parte del mundo y causa, seg¨²n la OMS, 2,5 millones de muertes anuales. Por ello, desde la brit¨¢nica Universidad de Bristol llevaron a cabo un estudio para establecer qu¨¦ cantidades de alcohol nos llevamos al gaznate, dependiendo de la copa o vaso en la que nos sirvan la bebida y de la percepci¨®n asociada del volumen del contenido. En base a una muestra de 160 j¨®venes, bebedores sociales ¡ªque no alcoh¨®licos¡ª, se hicieron dos grupos a los que sentaron a ver un documental para que estuvieran distra¨ªdos y se les sirvi¨® cerveza o refresco en dos tipos de vasos: rectos y curvos. Los que bebieron su cerveza en el vaso recto tardaron 13 minutos en acabarla, mientras que los que lo hicieron en el curvo solo ocho. La misma prueba hecha con un refresco sin alcohol, en cambio, no arroj¨® diferencias entre unos y otros. Parece que el ritmo que nos autoimponemos en la velocidad a la que bebemos est¨¢ vinculada a nuestra percepci¨®n de cu¨¢ndo tenemos la copa a medias, algo que en el vaso curvo no queda tan claro; al contrario, parece que contienen m¨¢s bebida de la que hay, algo que nos incita a seguir bebiendo.Sin duda no es lo mismo pedirse un bocata de queso, que un s¨¢ndwich de pan artesano con manchego curado aderezado con aceite de oliva virgen y tomates ecol¨®gicos cultivados por la abuela Mar¨ªa. La forma en que los platos del men¨² est¨¢n explicados nos predispone a hacer determinadas elecciones. Seg¨²n un estudio realizado por la Universidad de Novi Sad, en Serbia, nos dejamos influenciar en especial por los nombres vinculados a la salud, al sentimentalismo y al origen ¨¦tnico de los alimentos. As¨ª lo comprobaron tras evaluar la elecci¨®n de distintos comensales ante cinco men¨²s id¨¦nticos, pero explicados desde distintos enfoques, denominados cl¨¢sico, sentimental, aut¨¦ntico, nacional y ecol¨®gico y saludable. La sopa de pollo se llam¨® llanamente as¨ª en el men¨² cl¨¢sico, pero en el sentimental se denomin¨® "sopa de pollo amarillo de la abuela" (lo de amarillo es por la alimentaci¨®n a base de ma¨ªz). En el men¨² aut¨¦ntico se defini¨® como "sopa clara de pollo", en el nacional como "sopa de pollo de la granja de Vojvodina", y en el eco, "sopa de pollo campero en libertad". Por este orden, los alimentos m¨¢s deseados fueron los del men¨² ecosaludable, seguido por el sentimental, el nacional, el aut¨¦ntico y el cl¨¢sico.