Maduro, sus ministros y la corrupci¨®n del lenguaje
El Gobierno venezolano emplea una ret¨®rica militar que amenaza la convivencia
La grav¨ªsima crisis institucional que golpea a Venezuela ha magnificado otra crisis, aparentemente m¨¢s inocua, reflejada por la corrupci¨®n del lenguaje de las autoridades. La vida cotidiana est¨¢ impregnada de una ret¨®rica militar omnipresente. Los portavoces del Gobierno de Nicol¨¢s Maduro se dirigen a todas horas a los ciudadanos desde las cadenas p¨²blicas y las redes sociales para agitar el espantajo del enemigo exterior. La estrategia antimperialista no es una novedad, pero se ha convertido en el epicentro del discurso oficialista.
Esta narrativa, acompa?ada de una progresiva militarizaci¨®n de la sociedad, ofrece algunas im¨¢genes sorprendentes incluso para un r¨¦gimen atrincherado. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, dio prueba de ello el pasado jueves. En un v¨ªdeo difundido en Twitter, este dirigente trata de demostrar que est¨¢ preparado para hacer frente a un supuesto peligro inminente. Enfundado en un traje de combate, corre por un campo de tiro disparando con una pistola y, con menor pericia, con un subfusil. Tras abatir, con punter¨ªa incierta, algunos blancos, declara: ¡°Un poco de entrenamiento individual, con mis compa?eros de armas aqu¨ª, usando las armas de la Rep¨²blica para garantizar nuestra independencia. Para esto son las armas, nuestra soberan¨ªa¡±.
El titular de Defensa pretend¨ªa, con esta exhibici¨®n, hacer campa?a por las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente convocadas para el 30 de julio y rechazadas por la oposici¨®n y buena parte de la comunidad internacional. ¡°Te esperamos, venezolano, la seguridad est¨¢ garantizada. Venceremos¡±, concluye Padrino. El propio Maduro anunci¨® en abril su intenci¨®n de armar a un mill¨®n de civiles de la Milicia Nacional Bolivariana, un cuerpo de apoyo a las Fuerzas Armadas. El primer paso consiste en llegar a los 500.000 milicianos, aunque la meta es ¡°la organizaci¨®n y entrenamiento de un mill¨®n¡±. A todos les prometi¨® un fusil. Esta asociaci¨®n de la pol¨ªtica con las armas est¨¢ corrompiendo no solo la conversaci¨®n p¨²blica sino tambi¨¦n la convivencia de todos los venezolanos.
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