Roberto Torretta en el taller con su perra 'Pepa'

¡°?PEPA! ?PEPITA! Ven ac¨¢¡±, exclama Roberto To?rretta. El dise?ador se dirige a su perrita con un ligero acento porte?o, que conserva a pesar de que hace ya m¨¢s de 40 a?os que dej¨® su Buenos Aires natal. La peque?a pinscher de siete a?os ignora la llamada, es un terremoto. Ladra y corre entre los percheros con largos vestidos colgados por colores que se encuentran en el showroom madrile?o de la firma que lleva el nombre del creador. Un espacio de unos cien metros cuadrados dise?ado por la arquitecta ?Patricia Urquiola. Pepa solo le presta toda su atenci¨®n cuando Torretta la agasaja con un pedacito de milanesa. ¡°A veces la traemos al taller, pero no siempre podemos, porque es muy peleona¡±, explica el creador, que el a?o pasado recibi¨® el Premio Nacional de Moda por su trayectoria. ¡°Puede pasarse 15 horas durmiendo en el sof¨¢, pero el resto del d¨ªa no para¡±./

Fue Mar¨ªa, hija del argentino y tambi¨¦n dise?adora de la marca, la que incorpor¨® a Pepa a la familia cuando esta apenas ten¨ªa tres meses. ¡°Cab¨ªa en la palma de una mano¡±, recuerda Torretta. Desde entonces, la perrita ha hecho que el creador se interese y se sensibilice con el mundo animal, lo que se ha visto reflejado en sus piezas, en las que ha dejado de usar algunas pieles. ?l nunca hab¨ªa tenido una mascota y ahora asegura que no podr¨ªa pasar sin el cari?o y la compa?¨ªa de Pepa. ¡°Solo tengo cosas bonitas que hablar de ella¡±, resume./