Ahora, la ciencia
La presi¨®n del PSOE sobre el Gobierno del PP ha contribuido, entre otras cosas, a subir el salario m¨ªnimo o cambiar el Estatuto de RTVE. Es el momento de apoyar la ¡®Carta por la ciencia¡¯, con el fin de recuperar el I+D+i perdido durante la crisis
Hace unos d¨ªas, Pedro S¨¢nchez apuntaba en una entrevista que el PSOE no hab¨ªa aprobado el techo de gasto para el a?o 2018 por la negativa del PP a negociar, a diferencia de lo que sucedi¨® el a?o pasado. Entonces, continuaba argumentando, el Gobierno acept¨® modificar el impuesto sobre sociedades en la l¨ªnea propuesta por los socialistas, y por eso la gestora que entonces dirig¨ªa el Partido Socialista decidi¨® apoyar la propuesta del PP. As¨ª fue, y el Gobierno tuvo que asumir, adem¨¢s, una subida del salario m¨ªnimo interprofesional del 14%, como antes se hab¨ªa visto obligado a incrementar la cifra de d¨¦ficit de las comunidades aut¨®nomas, aumentando as¨ª su disponibilidad presupuestaria y, con ella, la posibilidad de subir los gastos, por ejemplo, en educaci¨®n o sanidad, materias ambas de su competencia.
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No es la ¨²nica concesi¨®n que el PP ha tenido que hacer en lo que llevamos de legislatura. La modificaci¨®n del Estatuto de RTVE, que inici¨® su tramitaci¨®n en febrero de este a?o, es otra. La supresi¨®n de las rev¨¢lidas, prescritas por la ley Wert, otra m¨¢s. Y la atenci¨®n a las situaciones de la denominada pobreza energ¨¦tica. Un cat¨¢logo al que, con toda seguridad, se incorporar¨¢n la modificaci¨®n de la llamada ley mordaza, o el fin de las discriminaciones salariales de las subcontrataciones, lo que por cierto supondr¨¢ el inicio de la derogaci¨®n de la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy. En estos dos ¨²ltimos casos los cambios se producir¨¢n a partir de sendos proyectos de ley del PSOE que, a pesar del obstruccionismo parlamentario del PP, acabar¨¢n viendo la luz m¨¢s pronto que tarde.
En los ¨²ltimos d¨ªas del mes de julio se han dado por concluidos los trabajos previos de un pacto de Estado para luchar contra la violencia de g¨¦nero. Casi cuatro a?os han pasado desde que el PSOE, a trav¨¦s de una iniciativa de Elena Valenciano, intent¨® que el Congreso hiciera un gran acuerdo con ese objetivo, necesario a todas luces para revisar los instrumentos de los que la sociedad espa?ola se dot¨® hace m¨¢s de diez a?os a trav¨¦s de la Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero. Ha costado pero, al final, el pacto se ha alcanzado.
La investigaci¨®n es el sector donde hay mayor contradicci¨®n entre lo que se dice y lo que se hace
Son los mismos cuatro a?os que han pasado desde que todos los grupos parlamentarios del Congreso, con la excepci¨®n del popular, alcanzaron un acuerdo para apoyar los objetivos de la denominada Carta por la ciencia, que impulsaron un conjunto de sociedades y organizaciones cient¨ªficas y universidades. La mayor¨ªa absoluta del PP en la anterior legislatura impidi¨® que esa iniciativa prosperara. Algunas de las propuestas contenidas en aquella carta acabaron saliendo adelante. Pero la m¨¢s importante, la recuperaci¨®n del porcentaje de PIB dedicado a la I+D+i que se ha perdido durante la crisis, duerme el sue?o de los justos, para desesperaci¨®n de investigadores y profesores. Como ha sucedido con la lucha contra la violencia de g¨¦nero, la nueva relaci¨®n de fuerzas en el Parlamento puede resucitar la propuesta. Deber¨ªa, incluso, mejorarla.
La apreciaci¨®n de que necesitamos impulsar nuestra capacidad de investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n es asumida por todas las formaciones pol¨ªticas, por las organizaciones empresariales y por los sindicatos de trabajadores. Quiz¨¢ sea el de la investigaci¨®n el sector en el que existe una mayor contradicci¨®n entre lo que se dice y lo que se hace; basta mirar los presupuestos, los p¨²blicos y los privados, dedicados a I+D+i para comprobarlo. Y, sin embargo, la convicci¨®n, tan compartida como jaleada, de que nuestro futuro depende de la capacidad de generar nuevos conocimientos y de aplicarlos para mejorar nuestros procesos industriales, la calidad de nuestros productos y encontrar otros nuevos, es absolutamente atinada. Como he comentado en alguna ocasi¨®n, es probable que en un futuro no muy lejano la riqueza de los pa¨ªses deba medirse en t¨¦rminos de CIB, Conocimiento Interior Bruto.
Es cierto, tambi¨¦n, que el Sistema de Ciencia y Tecnolog¨ªa necesita una perspectiva estable de crecimiento de sus presupuestos, de los programas de formaci¨®n y de las plantillas. Una estabilidad que solo le puede garantizar un pacto de Estado, al que dif¨ªcilmente podr¨ªa oponerse ning¨²n grupo parlamentario en el actual Congreso de los Diputados, reclamado recientemente por la Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a (Cosce), y en el que deber¨ªan acabar implic¨¢ndose las comunidades aut¨®nomas y los agentes sociales. Este pacto habr¨ªa de llevar aparejada la voluntad de las Administraciones para facilitar la vida de nuestros investigadores y profesores, sometida a una incesante y kafkiana proliferaci¨®n de tr¨¢mites administrativos. La discusi¨®n de los Presupuestos para el a?o 2018 podr¨ªa ser un buen momento para la discusi¨®n de un pacto de estas caracter¨ªsticas. Se evitar¨ªa, de esta forma, la repetici¨®n de la frustraci¨®n que el an¨¢lisis de las cifras del vigente presupuesto ha supuesto para la comunidad cient¨ªfica.
El Sistema de Ciencia y Tecnolog¨ªa necesita una perspectiva estable de crecimiento y formaci¨®n
La experiencia de los a?os de democracia nos ha demostrado, adem¨¢s, que nuestro sistema de ciencia y tecnolog¨ªa es muy sensible a las mejoras organizativas y presupuestarias. Basta con analizar la positiva evoluci¨®n de los datos de publicaciones y patentes de los a?os posteriores a la aprobaci¨®n de la llamada ley de la ciencia, como ha hecho el profesor Sanz Casado, que situ¨® a nuestro pa¨ªs en el noveno puesto del mundo de producci¨®n cient¨ªfica en el a?o 2012.
Defend¨ª en su momento que el PSOE se ten¨ªa que abstener para facilitar el desbloqueo de la legislatura. Lo hice convencido de que unas terceras elecciones habr¨ªan sido nefastas para nuestra democracia y tambi¨¦n para el PSOE, dados los resultados de las segundas y la unanimidad de las encuestas en relaci¨®n con una nueva repetici¨®n de los comicios. Argument¨¦ tambi¨¦n que la situaci¨®n parlamentaria del PSOE le deb¨ªa permitir aglutinar distintas mayor¨ªas para cambiar muchas de las injustas pol¨ªticas del PP. Nunca podremos saber si mis predicciones sobre las terceras elecciones eran o no ciertas. Sin embargo, como he tratado de demostrar en este art¨ªculo, la debilidad parlamentaria del PP abre posibilidades ciertas para que el PSOE alcance algunos de los objetivos por los que lleva luchando los ¨²ltimos a?os.
El ¨²ltimo congreso de mi partido no aval¨® la estrategia decidida por la comisi¨®n gestora a la que me acabo de referir. Sin embargo, y con independencia de las decisiones de la nueva direcci¨®n en relaci¨®n con las posibles alianzas parlamentarias, es evidente que las posibilidades de materializar acuerdos en el congreso que mejoren la vida de nuestros conciudadanos siguen ah¨ª. El pacto por la ciencia que propongo tiene justo estas caracter¨ªsticas, porque nadie puede poner en duda que nuestros esfuerzos en investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n de hoy son los empleos de ma?ana.
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba fue secretario general del PSOE
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