He tocado techo como columnista
Si a alguien se le ocurre un escritor o fil¨®sofo con el que meterse un poquito, que me lo haga saber
Como muchos de vosotros sabr¨¦is, hace una semana publiqu¨¦ una carta abierta, la tercera, dedicada a X, un famoso y reputado escritor (a estas alturas es una tonter¨ªa tratar de ocultar su nombre, m¨¢s que nada porque nunca lo hice: Javier Mar¨ªas). En ella, como en las otras anteriores, le tildaba de cascarrabias por las opiniones que vert¨ªa en sus respectivos art¨ªculos. Fue muy le¨ªda y muy comentada. Supongo que muchos me felicitar¨ªan movidos por un sentimiento de condescendencia (el ¡°muchachete¡± de Albacete que arremet¨ªa contra un gran intelectual) y que no pocos me dar¨ªan palos merecidos (?Qu¨¦ me hab¨ªa cre¨ªdo? ?El caricato enmendando la plana al pr¨®cer?). Supongo, digo, porque tengo por norma no detenerme en lo que la gente opina sobre m¨ª (las redes sociales en general son un terreno ignoto). Pens¨¢ndolo a posteriori no s¨¦ por qu¨¦ me met¨ª en ese berenjenal. La verdad es que, el citado literato, no me hab¨ªa hecho nada; no hab¨ªa motivos para ponerme tan cansino (?estar¨ªa bueno que no pudiera opinar lo que quisiera y expresarlo de la manera que considerara oportuno!). Creo que lo hice un poco por pasar el rato. Por este motivo he hecho cosas muy variopintas, como depilarme las cejas por completo para despu¨¦s pintarlas y corregirlas sucesivamente consiguiendo as¨ª expresiones de extra?eza, sorpresa, etc¨¦tera o transcribir el cuento de Caperucita al rev¨¦s fon¨¦ticamente ¡°¡y jodi le bolo alatra, alatra, alatra¡±.
El caso es que la columna estuvo en el ranking de lo m¨¢s le¨ªdo, que eso s¨ª lo comprob¨¦, durante todo el fin de semana, aproximadamente cada 10 minutos. Cada vez que abr¨ªa EL PA?S digital para mirarlo sent¨ªa en mi interior un v¨¦rtigo parecido al que experimentas en un cambio de rasante. Pero: ?Y ahora qu¨¦? ?Ser¨¢ esta columna mi canto del cisne? ?Qu¨¦ me espera ahora? ?El declive? Dos cosas est¨¢n meridianas. Si acert¨¦ fue por casualidad. Si meneo mi cabeza suena un sonajero.
Posdata: Si a alguien se le ocurre un escritor o fil¨®sofo con el que meterse un poquito, que me lo haga saber.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.