7 fotosWonder Boy III - El chic@ drag¨®n Wonder Boy III - The Dragon s Trap es un videojuego adelantado a su tiempo al que le ha ca¨ªdo en suerte un fenomenal remake ?ngel Luis Sucasas Fern¨¢ndezMadrid - 14 ago 2017 - 10:11CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceBen Fiquet, artista del tebeo de la escena francesa. Omar Cornut, programador y dise?ador. Ambos, fans emperdenidos de 'Wonder Boy III'. Ambos, obsesionados con darle un lavado de cara para el p¨²blico de hoy en d¨ªa. El resultado, un juego que respeta al mil¨ªmetro el dise?o del original pero que ofrece un aspecto visual dibujado a mano que parece un tebeo en movimiento. Las transformaciones eran el aspecto clave del dise?o de 'Wonder Boy III'. Sus niveles deb¨ªan ser revisitados bajo diferentes apariencias para desvelar caminos antes inaccesibles. En la imagen, la transformaci¨®n de halc¨®n, que permit¨ªa al jugador superar todos los obst¨¢culos volando. El objetivo de 'Wonder Boy' es recuperar la apariencia humana del o la protagonista (el remake incluy¨® la posiblidad de elegir el g¨¦nero). Para lograrlo, hab¨ªa que vencer a una serie de dragones que recreaban g¨¦neros de la ficci¨®n pulp. Las historias de piratas, de samurais, futuristas o de terror eran algunos de ellos."La verdad es que no hay un significado narrativo especial a todos los fondos que he a?adido. Yo confieso que no lo conozco. Dibuj¨¦ cosas que, para ser sincero, me resultaban molonas. Pero tambi¨¦n fui consciente de que el jugador puede poner de su parte para interpretarlas", revel¨® el artista Ben Fiquet a este peri¨®dico.Entre las innovaciones que introdujo Wonder Boy, una de las m¨¢s radicales era eliminar la muerte por ca¨ªda al vac¨ªo. En Wonder Boy III, al contrario que en Super Mario, era imposible morir por un abismo. Toda ca¨ªda desvelaba un ¨¢rea nueva, tal vez sumergida, tal vez ba?ada en lava, que el jugador pod¨ªa explorar o no dependiendo de su transformaci¨®n. La dificultad del juego es alta desde el comienzo. El jugador tiene que sufrir en un principio transformaciones m¨¢s d¨¦biles como este ratonzuelo en su camino a hacerse m¨¢s poderoso, tanto en vitalidad como en su abanico de habilidades. El proceso de transformaci¨®n est¨¦tica fue peliagudo por la necesidad de conservar las proporciones y el tama?o de los gr¨¢ficos originales. En la imagen, la reinvenci¨®n de Ben Fiquet de cada una de las transformaciones.