Pamela, de 16 a?os, con su hija de 17 meses. Vive con su madre en el antiguo edificio abandonado del Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªsticas, un inmueble okupado por unas 100 familias en la favela Mangueira, en R¨ªo de Janeiro (Brasil). Unos dos millones de personas ¨Caproximadamente el 30% de la poblaci¨®n de R¨ªo (6,45 millones)¨C viven en favelas que a menudo carecen de las instalaciones sanitarias adecuadas, as¨ª como de colegios, condiciones de seguridad o asistencia m¨¦dica.Tariq ZaidiPamela (izquierda) lleva 15 a?os viviendo en el edificio okupado del Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªsticas. Su madre, Martha, fue la segunda persona que se traslad¨® al inmueble, en la favela Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil. El edificio, abandonado en torno al a?o 2000, tiene 14 plantas, y en los ¨²ltimos 15 a?os ha sido okupado por m¨¢s de 100 familias. Cada semana llegan nuevos ocupantes que no pueden permitirse pagar los alquileres cada vez m¨¢s caros de las favelas.Tariq ZaidiLa colada cuelga en uno de los pasillos del edificio okupado del Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªsticas (IBGE), en la favela Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil. En 2011 se hicieron planes para transformar los edificios abandonados del IBGE en un centro cultural, que se preve¨ªa que estuviese acabado a finales de 2012. El Departamento de la Vivienda asign¨® una provisi¨®n de 150 millones de reales (46 millones de d¨®lares), en la que tambi¨¦n estaban incluidos otros proyectos para Mangueira. Hasta ahora, nada de esto se ha llevado a cabo.Tariq ZaidiTaina, de 12 a?os, lleva entre cuatro y cinco okupando el edificio del IBGE con su familia, en la favela Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil. Los datos censales publicados en diciembre de 2011 por el Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica mostraban que, en 2010, aproximadamente el 6% de la poblaci¨®n viv¨ªa en favelas (¨¢reas de ocupaci¨®n irregular caracterizadas por la ausencia de servicios p¨²blicos o de urbanizaci¨®n y conocidas como "aglomeraciones infranormales".)Tariq ZaidiClases nocturnas de baile en un aparcamiento de la favela Vila do Metr?, Mangueira, en R¨ªo de Janeiro, Brasil. En 2013, el 32% de los habitantes de las favelas se consideraba perteneciente a la clase trabajadora y el 65%, a la clase media.Tariq ZaidiUn habitante del inmueble monta en bicicleta en el edificio okupado del IBGE, en la favela Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil. En R¨ªo existen m¨¢s de 800 favelas, que van desde las comunidades m¨¢s recientes o m¨¢s desfavorecidas, donde las condiciones de vida son las de un suburbio, hasta los barrios en los que todo funciona a la perfecci¨®n.Tariq ZaidiUna ni?a lava los platos en la escalera principal del edificio okupado del IBGE en la favela Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil. La mayor¨ªa de las 100 familias que viven en el edificio tienen que coger agua de un n¨²mero limitado de puntos del inmueble a los que llega el agua corriente, ya que la mayor¨ªa de los apartamentos no tienen.Tariq ZaidiUna joven familia de habitantes del edificio abandonado del IBGE, actualmente un inmueble okupado, en la favela Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil. R¨ªo tiene m¨¢s habitantes que viven en favelas que ninguna otra ciudad brasile?a. En conjunto, sus favelas formar¨ªan la s¨¦ptima ciudad m¨¢s grande del pa¨ªs.Tariq ZaidiMujeres esperando en un callej¨®n mientras llenan sus cubos de agua, en la favela Vila do Metr?, Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil. El 30% de la poblaci¨®n de R¨ªo no est¨¢ conectada a un sistema de saneamiento oficial. Este problema no afecta solo a muchas de las favelas de R¨ªo, sino tambi¨¦n a algunos de los barrios m¨¢s ricos de la ciudad.Tariq ZaidiDos j¨®venes juegan con un beb¨¦ sobre una alfombra delante del edificio abandonado del IBGE, en la favela de Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil.Tariq ZaidiUnos ni?os montan su caballo de trabajo en la favela Vila do Metr?, Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil. A pesar de que est¨¢n marginados y de que se les culpa de todos los problemas sociales de la ciudad, los habitantes de las favelas han creado una sociedad basada en la cooperaci¨®n con el fin de sobrevivir en una urbe superpoblada. Tariq ZaidiVarios ni?os juegan en un mont¨®n de basura en la favela Vila do Metr?, Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil.Tariq ZaidiCristiane tiene cinco hijos peque?os y lleva entre cinco y siete a?os viviendo en un edificio ocupado de la favela Vila do Metr? de Mangueira, en R¨ªo de Janeiro, Brasil. Seg¨²n los datos recogidos por el Instituto Popular de Datos, el 42% de los hogares de las favelas est¨¢n a cargo de una mujer.Tariq ZaidiUn hombre en la puerta de una casa ocupada en la favela Vila do Metr?, Mangueira, R¨ªo de Janeiro, Brasil. El grafiti pintado en la casa dice ¡°Somos seres humanos¡±.La favela de Mangueira se encuentra a tan solo un kil¨®metro del estadio de Maracan¨¢. No obstante, centenares de familias siguen viviendo en alojamientos improvisados o en edificios abandonados sin instalaciones sanitarias, agua corriente ni seguridad.Tariq ZaidiLa favela Mangueira, en la zona norte de R¨ªo de Janeiro, Brasil. Los habitantes de las favelas de R¨ªo no dejan de esperar que las cosas cambien. Sin embargo, la posibilidad de que se produzca una mejora en sus condiciones de vida sigue siendo incierta. Seg¨²n 'The New York Times', el nuevo alcalde tiene intenci¨®n de recortar el presupuesto en casi 1.000 millones de d¨®lares este a?o y se prev¨¦ que el presupuesto del Estado se reduzca en m¨¢s de 6.000 millones. A pesar de las persistentes dificultades, dos tercios de las personas entrevistadas declararon que no quer¨ªan marcharse de su barrio en la favela. Si bien es probable que su suerte empeore, esta comunidad permanece unida por un sentido del compa?erismo, el orgullo y la dignidad que, probablemente, har¨ªan enrojecer a la mayor¨ªa de los m¨¢s ricos del pr¨®spero occidente.Tariq Zaidi
