Cartas mentales

Una chica caminaba delante de m¨ª por Gran V¨ªa. La pobre llevaba unas sandalias romanas con plataforma que le tienen que rozar una cosa b¨¢rbara porque camina como si fuera de Chiquitist¨¢n. Le escrib¨ª una breve carta mental:

Querida amiga desconocida:

Quiz¨¢s no fue una buena decisi¨®n ponerte esas sandalias, pero tus andares me han recordado al gran Chiquito de la Calzada. ?Sabes que lo conoc¨ª? Coincidimos en una actuaci¨®n en Jerez. Yo no me pod¨ªa creer que fu¨¦ramos a compartir escenario. Me pregunt¨® si hab¨ªa pensado el orden y yo le dije que ser¨ªa su telonero. Pero al final sali¨® primero. Lo que sucedi¨® fue que despu¨¦s de su descacharrante actuaci¨®n, cuando me toc¨® a m¨ª, la gente ya no ten¨ªa fuerzas para nada: los hab¨ªa matado de risa.

Un beso.

PD: Ser¨ªa buena idea que te compraras tiritas para las rozaduras.

Como si la chica hubiera recibido el mensaje, gir¨® y se meti¨® en una farmacia.

Un hombre trajeado me adelant¨®. Andaba como si las piernas fueran a salir disparadas cada una en una direcci¨®n. Iba hablando por ¨¦l m¨®vil, ¡°No, no, ahora no puedo ir porque estoy en Alcobendas, me pillas en Alcobendas, ve t¨² que est¨¢s m¨¢s cerca¡­ luego me cuentas¡­¡± eso iba diciendo¡­

En un momento dado empec¨¦ a notar un hedor sibilino que me hizo negar con la cabeza. Tambi¨¦n para este se?or tuve una carta mental:

Querido se?or trajeado y desconocido, d¨¦jeme que le cuente una historia:

Estaba en la feria de Albacete haciendo cola con mi padre para montar en el l¨¢tigo Macareno, cuando se le ¡°escap¨®¡± un ¡°follo¡± impresionante, con la mala suerte de que detr¨¢s hab¨ªa una ni?a. Por altura, esa pobre cr¨ªa ten¨ªa la cara justo donde mi progenitor ten¨ªa el ojete. Con un hilillo de voz empez¨® a decir a su madre que ol¨ªa muy mal. Insist¨ªa e insist¨ªa ¡ªse notaba que no lo estaba pasando bien¡ª hasta que la madre at¨® cabos y se la llev¨® diciendo bien alto para que lo oyera mi padre: ¡®V¨¢monos hija, v¨¢monos, que aqu¨ª hay gente muy gorrina¡¯. Mi padre permaneci¨® impert¨¦rrito, sabiendo que hab¨ªa sometido a esa criatura a la tortura llamada ¡®El cami¨®n de la basura¡±.

Bueno, pues eso es exactamente lo que est¨¢ haciendo usted conmigo.

Un abrazo y hasta nunca.

PD: Espero que le pillen en alguna de sus mentiras y le caiga un buen puro.