Barcelona

¡°Orgullosa de ser cosmopolita¡± fue el calificativo con el que Colau se refiri¨® a Barcelona. Abiertas, diversas, plurales y globales, las metr¨®polis representan aquello contra lo que reacciona el terrorismo y no es casual que lugares como Londres, Par¨ªs, Berl¨ªn o Madrid sean el principal objetivo de su ataque. El universo urbanita constituye la diana de cuestionamiento de un mundo que se apaga, aunque tradicionalmente fue as¨ª porque ¡°el aire de la ciudad hace libre¡±. Hay algo de amorfo en ¨¦l, de una belleza deslumbrante y enloquecedora que ha ejercido siempre una misteriosa fascinaci¨®n en los poetas. Desde su emergencia, las ciudades fueron foco de contradicciones, de desigualdad y concentraciones humanas, pero tambi¨¦n de oportunidades para los individuos que formaban parte de su paisaje colectivo.

De ellas surge la brecha de nuestro tiempo, la herida abierta entre campo y zonas urbanas proyectada sobre una distribuci¨®n geogr¨¢fica emocional que reparte furia y desconcierto. Los hay que, como Rousseau, se sienten rezagados ante las transformaciones del nuevo mundo. La ira que les ha provocado verse excluidos de las innovaciones explica los se¨ªsmos pol¨ªticos vividos durante el ¨²ltimo a?o. Pero tambi¨¦n, esa geograf¨ªa emocional confirma hasta qu¨¦ punto los viejos linajes pol¨ªticos han vivido ajenos al cambio: ¡°Como cortesanos desali?ados que huyen de Versalles tras la Revoluci¨®n Francesa, son incapaces de procesar el vuelco que se ha producido¡±, se?alaba el punzante Gray, como si en lugar del Brexit narrara todo lo que le ocurre a Occidente.

Y as¨ª es, porque la noche de los atentados escuchamos un discurso pol¨ªtico esforzado por atribuir a la mestiza Barcelona el car¨¢cter de este pueblo o el otro. Pero Barcelona no es de nadie porque es un actor pol¨ªtico con entidad propia. Su cultura urbana creativa y sofisticada, repleta, naturalmente, de contradicciones, representa la nueva estela de espacios de convivencia transfronterizos abiertos a desaf¨ªos emergentes. Entiende el lenguaje de la interdependencia y por eso es capaz de hermanarse con otras urbes. Barcelona es universal y ha conseguido algo en lo que ya demuestran poca pericia los Estados: crear poder. @MariamMartinezB