Hablamos con Jeremy Scott, el dise?ador que pas¨® de la granja a dirigir Moschino
El hombre m¨¢s libre y divertido de la moda actual celebra su 20 aniversario en una industria que a¨²n intenta clasificarle. Pero, si hay que poner etiquetas, ya se las coloca ¨¦l
Jeremy, en tus propias palabras, ?qui¨¦n es Jeremy Scott?". ?l piensa un segundo. "Es un artista, es un dise?ador, es un comunicador, es un fan, es un icono, es cultura pop...". Piensa otro segundo y, mirando a c¨¢mara, dice: "B¨¢sicamente, soy un chico de una peque?a granja con un gran sue?o".
As¨ª arranca el documental Jeremy Scott, el dise?ador del pueblo, que se rod¨® coincidiendo con su debut como director creativo de Moschino. Jeremy Scott es muchas cosas, pero ante todo una. "Tanto si te gusta mi arte como si no, soy un artista", dice sentado en un bar de la playa de Cannes, donde acaba de presentar su primer corto como director, con su amiga Cara Delevingne de protagonista. "Yo me expreso a trav¨¦s de la ropa, y ahora lo hago tambi¨¦n a trav¨¦s de la fotograf¨ªa y el cine, pero tambi¨¦n me expreso a trav¨¦s de mi cuerpo. Y s¨ª, si me quieres llamar solo 'dise?ador de moda', est¨¢ bien, pero creo que me acerco a las cosas de una forma distinta a otros dise?adores".
Siempre lo ha hecho. Scott ten¨ªa "cuatro o cinco a?os" cuando empez¨® a descubrir su estilo propio, su visi¨®n est¨¦tica del mundo. "Desde muy peque?o sent¨ªa pasi¨®n por la ropa y empec¨¦ a tener conciencia de que era muy diferente. Seg¨²n fui creciendo, esa diferencia simplemente fue creciendo conmigo".
?Mi objetivo es transportar a la gente a alg¨²n lugar en el que nunca han estado antes?
Ser diferente en Lowry City, en esa peque?a granja en medio de la nada en la que creci¨®, no era nada f¨¢cil, aunque Scott no lo recuerda como traum¨¢tico. "Yo creo que al principio de mi adolescencia ya ten¨ªa muy claro mi estilo y a menudo no ten¨ªa nada que ver con el ambiente que me rodeaba", recuerda. "A veces pod¨ªa crear un conflicto o confusi¨®n a la gente. Pero yo tengo una necesidad innata de expresarme a trav¨¦s de la ropa. Es algo instintivo".
En cuanto acab¨® el instituto, animado por una profesora y sus padres, mand¨® sus dibujos y bocetos al Fashion Institute of Technology de Nueva York, y recibi¨® el primer palo de su vida. "Me rechazaron. Dec¨ªan que me faltaba creatividad y originalidad", cuenta vestido con una chaqueta biker multicolor de su ¨²ltima colecci¨®n para Moschino. Lejos de desanimarse, Scott se fue a Nueva York por su cuenta y, por primera vez, se encontr¨® con gente como ¨¦l. Pero, para triunfar en la moda, sab¨ªa que el paso obligatorio era Par¨ªs. Se mud¨® all¨ª en 1996 para buscar trabajo en alguna firma, sin ¨¦xito. ?Qu¨¦ pod¨ªa hacer? Crear su propia marca. Y hace exactamente 20 a?os, en septiembre de 1997, mont¨® su primer desfile en un bar de Par¨ªs cerca de Bastilla. Su amigo y mano derecha, Pablo Olea, reparti¨® flyers por toda la ciudad y consiguieron que gente relevante de la industria se acercara hasta ese antro en el que el ¨²nico dise?ador no franc¨¦s que estaba trabajando entonces en Par¨ªs se atrev¨ªa a desfilar.
Era la definici¨®n misma de vanguardia. "Vanguardia es expandir los l¨ªmites, intentar hacer algo inesperado. Intentar recontextualizar la manera en la que entendemos nuestra ropa, c¨®mo vestimos", explica. "Al final de mi tercer desfile sal¨ª corriendo y gritando 'vive l'avant-garde' ("viva la vanguardia"), porque estaba emocionado por haber llevado mi visi¨®n a la pasarela. S¨¦ que fue muy controvertido en su momento, la gente pens¨®: '?C¨®mo te atreves a autodefinirte como vanguardista?'. Y, ahora que celebro mi 20 aniversario en la moda, he estado pensando mucho sobre eso. Me hice una camiseta en la que pon¨ªa 'vive l'avant-garde' porque pens¨¦ que ten¨ªa que ponerme esa medalla de honor", dice exaltado. "No me pod¨¦is quitar eso. Tengo todo el derecho a decir que soy vanguardista. No necesito que nadie m¨¢s me lo diga. ?Hey, este soy yo! ?Qui¨¦reme o d¨¦jame!".
"Jeremy nos permite divertirnos con la moda, algo que olvidamos con frecuencia", dijo su amiga Miley Cyrus al entregarle el premio al dise?ador del a?o en 2015. Scott fue quien se atrevi¨® a colocar alas en zapatillas Adidas y convertirlas en peluches que hasta los raperos como A$AP Rocky se pusieron. No es casualidad que Katy Perry, Rita Ora, Rihanna o Madonna sean otras de sus amigas y musas.
?Yo soy un artista. Me acerco a las cosas de forma distinta a otros dise?adores?
Jeremy Scott ha encontrado el punto de equilibrio entre tomarse muy en serio su trabajo (m¨¢s a¨²n desde que le nombraron director creativo de Moschino) y pas¨¢rselo bien. Es justo lo contrario a lo que representa Zoolander, porque es el primero que se r¨ªe de todo. "Algunos dise?adores quieren hacer la falda perfecta. Otros, hacer todas las que puedan para tener ¨¦xito comercial. Yo respeto ambas ideas, pero esos no son mis objetivos. Mi objetivo es contar una historia que inspire a la gente, y les aporte una visi¨®n que expanda su imaginaci¨®n, que les transporte a alg¨²n lugar en el que nunca han estado antes".
Por eso Jeremy Scott se define como cultura pop, porque ¨¦l ha crecido y vive en ese entorno que nutre su "salvaje imaginaci¨®n de ni?o", como dice A$AP. Del Bob Esponja en su primera colecci¨®n para Moschino a Crash, el libro de Ballard y pel¨ªcula de Cronenberg que inspir¨® su primer desfile. Porque si en algo encuentra inspiraci¨®n es en el cine. Se le nota emocionado de ser invitado de honor en el Festival de Cannes. "Me encanta la ciencia-ficci¨®n: Star wars, Blade runner... Yo creo que trabajo en moda como un director lo hace en cine. Porque veo un personaje que luego cobra vida con las modelos y a trav¨¦s de la m¨²sica, la decoraci¨®n, la actitud en el desfile... No se sabe mucho, pero en el backstage hablo con cada una de las modelos para motivarlas. Luego me dicen que Cara o Kendall parecen otras en mis shows, y es porque intento hablar a trav¨¦s de ella, que sean personajes".
?l, otro personaje en s¨ª mismo, quiz¨¢ a¨²n no est¨¢ plenamente dentro de la alta moda. Es un outsider, un vanguardista con orgullo, pero, sobre todo, ese chico que a¨²n sue?a en grande. "La moda me ha dado esta alfombra m¨¢gica en la que moverme, y seguir¨¦, pero me gustar¨ªa expandirme en medios y formatos", concluye.
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