El fin de Norteam¨¦rica

Durante m¨¢s de doscientos a?os, Estados Unidos ha sido un s¨®lido y serio referente del triunfo del modelo democr¨¢tico frente a cualquier tendencia dictatorial o autocr¨¢tica. El ¨¦xito de las instituciones, el equilibrio de poderes y la asimilaci¨®n de cualquier individuo, independientemente del color de su piel o de su g¨¦nero, conformaron un escenario positivo. Sin embargo, hoy el imperio del Norte atraviesa su peor crisis, mucho m¨¢s profunda que la de 1929.

Las estad¨ªsticas dicen que el hombre blanco, sus costumbres y sus dioses est¨¢n en minor¨ªa. Las estad¨ªsticas dicen que Washington es la primera potencia que gobierna el mundo a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa, las finanzas y la hegemon¨ªa militar. Las estad¨ªsticas dicen que hace mucho tiempo que los estadounidenses se dieron cuenta que, por razones econ¨®micas, era mucho m¨¢s rentable y f¨¢cil que los dem¨¢s trabajaran para ellos.

Hoy, EE UU juega con el hecho de que su fortaleza institucional est¨¦ muy por encima de la locura de sus gobernantes, algo que resulta cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil. Norteam¨¦rica es un monopolio conceptual estadounidense. Sin embargo, es un ente f¨ªsico y sociol¨®gico al que tambi¨¦n pertenecen M¨¦xico y Canad¨¢. Estados Unidos es un pa¨ªs constituido sobre la inmigraci¨®n. Desde hace m¨¢s de un siglo, los mexicanos han sido carne de ca?¨®n de ese fen¨®meno y del desarrollo norteamericano porque son los encargados de hacer los peores trabajos.

M¨¦xico ha tenido gobiernos que se han olvidado de todos los que atravesaron el muro porque sencillamente no ten¨ªan forma de vivir en el pa¨ªs que los vio nacer. De los mexicanos del otro lado solo se espera el env¨ªo de remesas y la visita anual en el marco del programa Paisano. El resto del tiempo no existen, son un ej¨¦rcito de sombras que solo se materializa cuando tienen que aguantar largas filas en los consulados para renovar sus papeles.

Ahora hay decisiones pol¨ªticas que obstaculizan que los migrantes mexicanos puedan votar adentro, entre otras cosas, porque existe la convicci¨®n de que dado el abandono, la falta de cuidado y el fracaso del sistema que los empuj¨® hasta ah¨ª, ese voto ser¨¢ una venganza contra los actuales gobernantes.

Hubo una generaci¨®n de padres que saltaron la barda y sobrevivieron con ¨¦xito, dieron sustento a sus hijos y la oportunidad de que encontraran, entre el mundo de las sombras, una vida dentro del sue?o americano.

Hubo un presidente, aquel que estaba destinado a cerrar la brecha de la lucha racial llamado Barack Obama, que impuls¨® el programa DACA [Acci¨®n Diferida para los Llegados en la Infancia] a fin de amparar legalmente el sue?o de los "dreamers". Sin embargo, Donald Trump, llevado por su ignorancia y por los chantajes morales del Tea Party, ha accedido a terminar con ese programa y lo ha hecho de una manera pol¨ªticamente h¨¢bil ya que ha dejado en manos del Congreso el futuro de 800.000 j¨®venes indocumentados de los cuales el 80% son de origen mexicano.

En este momento, la polic¨ªa estadounidense tiene a todos los "dreamers" tan localizados como los nazis ten¨ªan identificados a los jud¨ªos tras la ocupaci¨®n de Varsovia. Hay un antes y despu¨¦s de los "dreamers" y ahora representan la crisis m¨¢s profunda de la coherencia psicol¨®gica y sociol¨®gica de ese ente llamado Norteam¨¦rica.

La minor¨ªa blanca aterrorizada se dispara en el pie y juega a expulsar a la sangre del desarrollo de los pr¨®ximos a?os, la ¨²ltima frontera antes del dominio asi¨¢tico. La historia est¨¢ por empezar y ahora hasta pol¨ªticos como Paul Ryan, l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes, se est¨¢n dando cuenta de que lo que pase con los "dreamers" es lo que pasar¨¢ con EE UU.

Lo que resulta curioso es la tibia movilizaci¨®n del Gobierno de Pe?a Nieto que, a pesar de anunciar a todos esos j¨®venes que ser¨¢n bienvenidos en M¨¦xico, sigue sin contestar a preguntas muy claras: ?A qu¨¦ M¨¦xico llegar¨¢n? ?Qu¨¦ les espera?

Los "dreamers" han provocado la ¨²nica reacci¨®n pol¨ªtica de uno de los grandes genios del siglo XXI: Mark Zuckerberg. El creador de Facebook los recibi¨® en su casa y les prometi¨® luchar por ellos. Aunque no ha sido el ¨²nico ya que otros gigantes tecnol¨®gicos como Apple, tan dif¨ªciles de movilizar en cuestiones pol¨ªticas, tambi¨¦n han manifestado su respaldo.

Esta batalla excede a los pol¨ªticos y a los gobiernos, pero adem¨¢s pone de manifiesto la indefensi¨®n y el abandono de los mexicanos del otro lado del R¨ªo Bravo. Es una batalla que llena de verg¨¹enza, por una parte a la Am¨¦rica blanca, racista y asustada y, por otra, al M¨¦xico insensible y discursivo.

Los "dreamers" luchar¨¢n por el lugar que han conquistado en Estados Unidos, pero si ahora el Estado mexicano no reacciona ampar¨¢ndolos m¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica y los tuits presidenciales, esos j¨®venes ganar¨¢n pero se convertir¨¢n en los siguientes grandes enemigos del M¨¦xico que los abandon¨®.