Divas huracanadas
Existe positividad en el desastre y belleza en la cat¨¢strofe
Me qued¨¦ en Miami, muy cerca del paso del hurac¨¢n Irma, porque una aerol¨ªnea me dej¨® varado, sin otra opci¨®n. Hoy quiero confesar, como Pantoja, que ha sido una gran experiencia, solo comparable a la primera vez que Ana Obreg¨®n me cont¨® c¨®mo aliviaba su vejiga en las interminables grabaciones de ?Qu¨¦ apostamos? Para m¨ª son dos momentos de supervivencia importantes. Cuando Irma estuvo enfrente m¨ªo, infl¨¢ndose del agua caliente y salada de la bah¨ªa de Brickell, me di cuenta de que existe positividad en el desastre y belleza en la cat¨¢strofe. Esa visi¨®n me permiti¨® drenar, convertir el hurac¨¢n en una terapia. Pens¨¦ en muchas personas, buenas y malas, record¨¦ y olvid¨¦ rencores. Y llegu¨¦ a creer que el famoso ojo del hurac¨¢n era m¨¢s bien una puerta hacia una nueva dimensi¨®n.
Irma ha dejado varias lecciones arremolinadas. Una de ellas es la cr¨ªtica hacia el alarmismo en los medios de comunicaci¨®n, que abusaron de las emociones y usaron el p¨¢nico como ingrediente para aumentar sus audiencias. La alarma que generaban fue volvi¨¦ndose otro hurac¨¢n que al final qued¨® maltrecho cuando la energ¨ªa el¨¦ctrica colaps¨® y ning¨²n televisor qued¨® encendido. Fue all¨ª cuando las redes sociales volvieron a ganarle el pulso a lo anal¨®gico. Y crearon otro vendaval y un nuevo debate: ?qu¨¦ se debe subir y compartir en una red social cuando un hurac¨¢n devasta poblaciones? En algunos de los v¨ªdeos que mis compa?eros y yo mismo compart¨ªamos hab¨ªa suficiente narcisismo para convertir a la madrastra de Blancanieves, esa mujer tempestuosa e incomprendida, en una atareada ama de casa.
Irma tambi¨¦n ha arrinconado importantes eventos. A m¨ª me ha dolido la muerte de Pierre Berg¨¦, el gran mecenas y fil¨¢ntropo franc¨¦s, compa?ero y socio de Yves Saint Laurent (un divo envuelto en tormentos), as¨ª como el cerebro detr¨¢s del huracanado viaje de esa firma de moda a uno de los grandes imperios econ¨®micos franceses. Berg¨¦ jam¨¢s ocult¨® su identidad, ni personal ni pol¨ªtica ni de tibur¨®n empresarial, y ese era su principal atractivo. Cuando lo conoc¨ª, en Madrid junto a Paloma Picasso, tuve la sensaci¨®n, perfumada de narcisismo, que me miraba como si yo fuera un joven Saint Laurent. Estoy seguro de que mucha gente percib¨ªa su mirada de esta manera pero yo me sent¨ª tocado y lamento no hab¨¦rselo comentado. Solo pude agradecerle su participaci¨®n en el documental L' Amour Fou, donde narra su vida junto al gran dise?ador y los objetos, cuadros y casas que coleccionaron durante su vida en pareja. Es uno de los reportajes m¨¢s aspiracionales que he visto.
Una ventolera no se lleva todas las preocupaciones, estoy ligeramente consternado por el anuncio de Lady Gaga, quiz¨¢ la pen¨²ltima diva huracanada, de que planea dejar temporalmente la m¨²sica. ?Qu¨¦? Juan Manuel, uno de mis refugiadores durante Irma, me dijo que es porque ya no vende como antes. Casi me vuelvo un tornado all¨ª mismo. ?Por qu¨¦ se le exige a las divas que solo tengan n¨²meros uno? Lady Gaga, como Juan Gabriel, como Roc¨ªo Jurado, como Madonna, tienen ¨¦xitos que nos acompa?an incluso en momentos tan ¨ªntimos como atravesar un hurac¨¢n. Encuentro que cuando aparecen este tipo de titulares anunciando abandonos es porque la artista est¨¢ siendo presionada y desviada del camino que se traz¨® para ser quien es. Lady Gaga, esc¨²chame bien, no caigas en esa trampa. Luc¨ªa Bos¨¦ siempre defendi¨® que una actriz jam¨¢s se retira porque sus pel¨ªculas siempre quedan.
Profundizando en las declaraciones de Lady Gaga, descubro que padece de fibromialgia. ?La enfermedad de la Campanario! Tuve que controlarme y no volverme un vendaval de gestos. ?Dos mujeres tan aparentemente distintas afectadas por el mismo dolor! Llegu¨¦ a pensar que la enfermedad las escoge como embajadoras. En el caso de Gaga, nos la aparta, la retira por un tiempo. En el de Campanario, nos la coloca en casa, todos los d¨ªas incluso en ba?ador. Se me ocurre que para Campanario ser¨ªa un orgullo, como odont¨®loga, que gracias a ella todo un pa¨ªs sepa lo que es la fibromialgia. Pero tambi¨¦n me interesa esa llamada secreta entre Bel¨¦n Esteban, princesa del pueblo y hurac¨¢n medi¨¢tico, con su archienemiga, ingresada en un centro sanitario. Bel¨¦n lo cont¨® en su programa pero, al parecer, no pueden realizarse ese tipo de llamadas en centros de rehabilitaci¨®n. ?C¨®mo lo consigui¨® Bel¨¦n? ?Ha hecho bien en hacer p¨²blica esa llamada tan privada? Son cuestiones pendientes que conservar¨¦ para preguntarle al ojo del siguiente hurac¨¢n que se me acerque.
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