?Te aburre el f¨²tbol? Prueba este nuevo deporte

M¨¢s de un centenar de luchadores de 14 clubes de esgrima hist¨®rica de Espa?a y otros pa¨ªses cruzar¨¢n sus lanzas, manguales, espadas, broqueles, mayales, bracamartes y alabardas en el segundo Torneo Nacional de Combate Medieval, que se celebrar¨¢ el fin de semana del 23 y el 24 de septiembre en el castillo de Belmonte (Cuenca), una de las fortalezas medievales mejor conservadas de Europa, escenario de pel¨ªculas como Los se?ores del acero, de Paul Verhoeven.

Los torneos ser¨¢n en dos modalidades: de duelo, en el que dos luchadores se enfrentan con cuatro tipos de armas (escudo y espada; montante o espada larga; asta, y espada y broquel), y de grupo o mel¨¦, combates cuerpo a cuerpo de cinco contra cinco o de 10 contra 10. Tambi¨¦n se competir¨¢ en la modalidad de gran mel¨¦, una batalla campal en la que participar¨¢n todos los luchadores repartidos en dos bandos, y duelo de espada femenina. Adem¨¢s de las justas, habr¨¢ visitas guiadas al castillo, demostraciones de cetrer¨ªa, banquetes medievales y otras actividades. Lugar vinculado al marquesado de Villena, el castillo de Belmonte fue levantado en el siglo XV sobre los restos de una fortaleza anterior. El sobrio recinto interior, un hex¨¢gono irregular con torreones cil¨ªndricos en los v¨¦rtices y un patio de armas triangular, oculta la riqueza de las dependencias palaciegas, con elementos g¨®ticos y artesonados de estilo mud¨¦jar.

La lucha medieval no es una mera recreaci¨®n hist¨®rica a cargo de unos actores: se combate con armas reales con los filos y puntas embotados, y las armaduras, tambi¨¦n de verdad, pesan entre 20 y 40 kilos. Para ganar hay que derribar al oponente, en combate individual o por grupos. Pero hay unas reglas muy estrictas, varias categor¨ªas (incluso de mujeres) y ¨¢rbitros internacionales ¡ªo marshalls¡ª, con jub¨®n amarillo, que tambi¨¦n velan por el rigor hist¨®rico, avalado por el Comit¨¦ Hist¨®rico de la Federaci¨®n Internacional de Combate Medieval (IMCF), de los equipamientos: los yelmos, armaduras corporales, espadas, escudo y mazas son r¨¦plicas de las que se empleaban en la Edad Media, y hasta los abalorios decorativos que portan los combatientes han de ser hist¨®ricamente correctos.

La historia en Espa?a de este deporte de full contact, basado en los torneos a pie que se celebraban entre los siglos XIV y XVI, es muy reciente: apenas tres a?os. Ya hay una docena de equipos formados, aunque a¨²n lejos de los veteranos clubes rusos, ucranianos, checos y polacos. Al igual que en el medievo, se comienza de escudero, y para vestir una armadura y llegar a combatir en una liza, se entrena primero con materiales blandos, coderas, casco y rodilleras, hasta adquirir la fuerza y destreza necesaria para luchar con las pesadas armas reales. La pasada primavera (del 29 de abril al 2 de mayo) se celebr¨® en Barcelona la Batalla de las Naciones (Battle of Nations), el principal evento de este curioso deporte-espect¨¢culo, organizado por Historical Medieval Battle International Association (HMBIA) que preside el ucraniano AntonTrubnikov. En la cita participaron 800 combatientes de m¨¢s de 30 pa¨ªses. La aspiraci¨®n de la (HMBIA)es convertir la lucha medieval en deporte ol¨ªmpico.