Espa?a, medalla de bronce en ¡®dinero negro¡¯

Por puro instinto o mediante la observaci¨®n del entorno, el ciudadano espa?ol sabe que vive rodeado de econom¨ªa sumergida y dinero negro. Es una campana de corrupci¨®n consentida o ignorada dif¨ªcil de medir, porque la econom¨ªa sumergida es lo que se conoce como variable no observada; solo puede medirse a trav¨¦s de variables observadas, que son indirectas. Este entorno de fraude tangible pero ignorado, que va desde el rechazo de facturas para evitar el IVA hasta la evasi¨®n fiscal, pasando por la producci¨®n clandestina, ha sido objeto de un informe de la Universidad de Tubinga. Seg¨²n sus conclusiones, la econom¨ªa sumergida en Espa?a equivale al 17,2% del PIB. En el rankingmundial, Espa?a pica muy alto: es la tercera econom¨ªa fraudulenta, detr¨¢s de Grecia (medalla de oro, con el 21,5% del PIB oculto) e Italia (medalla de plata, con el 19,8%). El arco mediterr¨¢neo europeo ocupa el podio, para regocijo de los Sch?uble y Weidmann de turno, siempre dispuestos a definir el sur de Europa como una reserva de vagos improductivos y maleantes en potencia.

Primera observaci¨®n: el porcentaje de econom¨ªa negra en Espa?a del IAW de Tubinga parece un poco bajo. Un informe de 2014 ¡ªel de IAW recoge variables entre 2014 y 2016¡ª, elaborado a instancias de los t¨¦cnicos de Hacienda, situaba la econom¨ªa fraudulenta en el 24% del PIB. No parece probable que la recesi¨®n haya estimulado el afloramiento de dinero negro; tampoco es cre¨ªble que la amnist¨ªa fiscal de Montoro (en su jerga, ¡°regularizaci¨®n¡± tributaria) haya convencido a evasores, defraudadores y producciones sin ley a ponerse a bien con el fisco. La explicaci¨®n puede ser sencilla: m¨¦todos distintos de estimaci¨®n. Cuantas m¨¢s variables observadas se utilizan en el c¨¢lculo, m¨¢s exacto sale el retrato de la no observada.

Vamos a lo que importa. La pregunta autom¨¢tica es por qu¨¦, en un sistema fiscal que pierde el 17% de la riqueza en el mejor de los casos o el 24% en el peor, se aprueba una amnist¨ªa fiscal (perd¨®n, regularizaci¨®n). Como es dif¨ªcil que don Crist¨®bal balbucee otra respuesta que no sea el estado de necesidad por la crisis, quiz¨¢ habr¨ªa que interesarse por qu¨¦ no se declara un estado de emergencia fiscal. Bajo el amparo de esa emergencia, podr¨ªan instarse disposiciones tales como un aut¨¦ntico plan contra el fraude, que implique a los inspectores y subinspectores en el examen de rentas que, a diferencia de las salariales, sean proclives a la evasi¨®n, o un programa de aumento de los efectivos personales y t¨¦cnicos antifraude, para que la Hacienda espa?ola se aproxime a la media de recursos que se aplican en Europa a impedir la evasi¨®n.

Nada de esto le interesa al ministro de Hacienda, ni al Consejo de Ministros en el que act¨²a ni al presidente del Gobierno ante el cual dice que es responsable. A pesar de que recortar tan solo el 5% de ese fraude cada a?o justificar¨ªa y permitir¨ªa varias rebajas de impuestos como las que perpetra el Gobierno a medias con Ciudadanos, los mandos de Hacienda prefieren la pol¨ªtica de la magnificaci¨®n de trivialidades estad¨ªsticas y las campanadas a medianoche de recortes de impuestos, t¨®xicos para la fortaleza del Estado.