Un amigo
Porque los idiomas no son el lenguaje, sino un modo de estar en el mundo que manipulan los tiranos para arrodillarnos ante una identidad
Yo quer¨ªa titular esta columna Un maestro,pero me dio apuro el rebote que se pegar¨ªa Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo bajo las malvas y el susto de la gente que pod¨ªa estar paseando por el cementerio. Porque era como los antiguos maestros de pueblo que quer¨ªan apartar de su beocia a cazurros como yo. Y tambi¨¦n un amigo, aunque al final era tan furiosamente anarquista que ya no aceptaba ni eso. O as¨ª dec¨ªa, pero luego era pura fratr¨ªa.
Lo traigo aqu¨ª porque unos a?os antes de morir public¨® 37 adioses al mundo (Lucina) en los que se despidi¨® de 37 asuntos, elementos, instituciones o entes que hab¨ªan amargado su vida. Uno de ellos era el que hoy nos ocupa. As¨ª se titula el apartado: ?Adi¨®s, idiomas, callaos ya! Es bueno leerlo, aunque uno carezca de impulsos anarcos, porque es un juicio expresado por uno de los mayores pensadores espa?oles del siglo XX. Si bien su especialidad eran las lenguas cl¨¢sicas, Agust¨ªn fue uno de los ling¨¹istas m¨¢s audaces de su tiempo. As¨ª pues, un hombre que conoc¨ªa como nadie los laberintos ling¨¹¨ªsticos, que hab¨ªa escrito abundante poes¨ªa y teatro en verso, que se distingui¨® como traductor levantisco, al final de su vida lleg¨® a aborrecer los idiomas.
Porque los idiomas no son el lenguaje, sino un modo de estar en el mundo que manipulan los tiranos para arrodillarnos ante una identidad. Algo, para Agust¨ªn, abominable, pero indispensable para los ultras de derecha e izquierda. ?l vivi¨® el chantaje de los idiomas en la Espa?a de la Transici¨®n y la estrechez de una pobre gente necesitada de identidad. Como aquel nacionalista andaluz que en un congreso sobre el asunto exclam¨® atribulado mirando con arrobo a los catalanes: ¡°?Ustedes no saben lo que es vivir en un pa¨ªs sin idioma propio¡!¡±.
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