M¨²sica de carnaval contra los visitantes molestos
La estaci¨®n central de trenes de ?msterdam ahuyenta a los grupos de j¨®venes que rondan
La estaci¨®n central de trenes de ?msterdam tiene dos entradas: una da a la ciudad propiamente dicha; la otra, a la bah¨ªa formada por el r¨ªo IJ. En esta ¨²ltima se ha inaugurado un moderno vest¨ªbulo repleto de tiendas y cafeter¨ªas similar a un bulevar urbano. El conjunto tiene gran ¨¦xito y un inconveniente inesperado. Atrae grandes cantidades de j¨®venes que pasan la tarde all¨ª sin consumir nada. Otros se quedan hasta bien entrada la noche, con el consiguiente enfado de los tenderos y el resto del p¨²blico. Para ahuyentarlos, la direcci¨®n de los ferrocarriles nacionales ha recurrido a la m¨²sica que suena en Efteling, el parque de atracciones m¨¢s famoso del pa¨ªs, emitida a todo volumen.
Se trata de canciones muy pegadizas, pero tambi¨¦n repetitivas. En un espacio abierto y con el bullicio adicional de un p¨²blico familiar se soportan bien. En un interior, como los nuevos pasillos de la estaci¨®n, pueden acabar exasperando al visitante. Justo lo que quer¨ªan los responsables ferroviarios. Las melod¨ªas, de tipo carnavalesco, suenan ¡ªm¨¢s bien atruenan¡ª todos los d¨ªas entre las cinco de la madrugada y las ocho de la ma?ana. Luego reaparecen desde las 21.00 hasta pasada la medianoche. A fuerza de repetirlas, los visitantes molestos claudican y se van.
La selecci¨®n musical responde a un sondeo efectuado en 2015 por una radio nacional. La conclusi¨®n de los oyentes fue que estos ritmos eran los peores. Llegaron incluso a calificarlos de ¡°perfora orejas¡±. Ese mismo a?o, una escuela cercana a R¨®terdam intent¨® desanimar a las pandillas de adolescentes que vagabundeaban por sus cercan¨ªas con armon¨ªas cl¨¢sicas. Un error. Les gustaba el ambiente creado y no hab¨ªa forma de sacarlos de all¨ª. Cuando probaron con las notas de Efteling, desaparecieron enseguida. De momento, algo parecido ocurre en la estaci¨®n central de ?msterdam. Seg¨²n sus responsables, hay ¡°menos pandillas y menos gente por la noche¡±. Ruud Bos, de 81 a?os, y autor de algunos de las melod¨ªas utilizadas, se lo ha tomado con deportividad. ¡°Lo entiendo. Ponerlos tan fuerte tanto rato...¡±, ha dicho, sin acritud.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.