Me cog¨ª un globo en un festival de electr¨®nica... Sin tomar sustancias
El Desperados SkyFest subi¨® a unos cuantos globos aerost¨¢ticos a dj de relumbr¨®n y a parte de los asistentes, para que los bailaran desde las alturas
El lugar elegido para el Desperados SkyFest era secreto, pero eso no impidi¨® que los m¨¢s de mil asistentes que acudieron en autobuses desde Barcelona agotaran las entradas. Los organizadores quer¨ªan garantizar, no obstante, que el evento tuviera car¨¢cter multitudinario con un p¨²blico colorido y heterog¨¦neo, de modo que invitaron a cientos de influencers de todo el mundo, ya saben: instagrames, youtubers, facebookeros, twitteros, o todo a la vez, cuya ¨²nica premisa es sumar millones de seguidores. Suficiente, en este loco siglo que vivimos, para ganarse el t¨ªtulo de influyentes, por m¨¢s que los temas que abordan en sus plataformas sean videojuegos, cremas faciales, ejercicios para estar fresca y tonificada por las ma?anas, zapatillas molonas y cosas de similar calado.
Tambi¨¦n invitaron a alg¨²n que otro periodista, como un servidor, que comparti¨® autob¨²s con muchos de ellos: todos (rusos, franceses, coreanos, polacos, estadounidenses, alemanes) alucinaron cuando descorrieron las cortinas de las ventanillas, despu¨¦s de casi cuatro horas de viaje, para ver que estaban en mitad de la nada. O, lo que es lo mismo: en pleno Pirineo leridano, en mitad de la noche, que es como estar en ning¨²n sitio. Al un¨ªsono, desenfundaron sus smartphones de ultim¨ªsima generaci¨®n para filmar el sorpres¨®n, aunque en vano, porque la oscuridad se tragaba el fastuoso paisaje.
Hay que reconocer que Desperados, la marca de una bebida a base de cerveza aromatizada y tequila dirigida, como dicen sus responsables, "a aquellos j¨®venes adultos que est¨¢n empezando a conocer el mundo de la cerveza", ech¨® el resto con su festival, celebrado hace dos semanas: el cartel, de por s¨ª, ya garantizaba horas de desenfreno: por los platos pasaron la estadounidense Honey Dijon (productora, y dj de r&b desbocado), el escoc¨¦s Jackmaster (uno de los art¨ªfices m¨¢s cotizados mundialmente de deep house, ghetto house, techno house y todo lo que vaya con la etiqueta "house") y el nacional Paco Osuna, ducho en lanzar abrasadoras salvas de techno al respetable.
Hasta aqu¨ª, estar¨ªamos hablando de un recital de electr¨®nica bastante notable. Pero Desperados, que antes hab¨ªa convertido un tren polaco en una rave sobre ruedas (el TrainTrax) y celebrado un festival de electr¨®nica en un avi¨®n con gravedad cero, a 9.000 pies sobre Las Vegas, busc¨® otra vez el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. De modo que subi¨® a los dj, por turnos, a un globo aerost¨¢tico, y sus respectivas sesiones se sucedieron a un par de decenas de metros sobre el suelo. Los asistentes VIP (los influencers y alg¨²n periodista) pudieron subirse a otros globos que los rodeaban para bailar, durante unos minutos, a su misma altura.
Debajo, la multitud bramaba, saltaba y se contoneaba a placer, por m¨¢s que, pasada la madrugada, el term¨®metro se negara a pasar de los 10 grados. El espect¨¢culo iba acompa?ado de luces l¨¢ser, explosiones de confeti, gigantes, cabezudos, faranduleros, y la proyecci¨®n de las llamaradas intermitentes de los globos aerost¨¢ticos, que le daba al paisaje un aire como de circo on¨ªrico.
A las dos lleg¨® el toque de queda, y todos se fueron sin rechistar a sus respectivos autobuses para volver a la cruda, pero m¨¢s c¨¢lida, civilizaci¨®n. "Ha sido una experiencia incre¨ªble, pero hace un fr¨ªo que pela", dec¨ªa una youtuber superfamosa en Corea, ataviada con falda y una camiseta de gasa que dejaba ver una buena porci¨®n de piel de gallina. Antes de refugiarse en el interior calefactado del autob¨²s, solicit¨®: "?Me haces un v¨ªdeo con mi m¨®vil? Quiero que mis seguidores (followers) se contagien de mi entusiasmo, en directo".
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