Este ¡®proc¨¦s¡¯ es una ruina

Nadie debe llamarse a enga?o: la grav¨ªsima crisis constitucional en Catalu?a tendr¨¢ un coste elevado para la econom¨ªa espa?ola y, por supuesto, para la catalana. Los efectos empiezan a asomar entre la irresponsabilidad suicida del Govern, beneficiario del caos en las calles, en las instituciones o en las empresas, y la renuencia del Gobierno para aplicar medidas correctoras. Las agencias de calificaci¨®n de riesgo advierten de que si persiste la inestabilidad en Catalu?a, existe una probabilidad cierta de p¨¦rdida de crecimiento. El Ibex perdi¨® ayer el 2,85%, la ca¨ªda m¨¢s importante desde el Brexit, y las entidades financieras m¨¢s expuestas al riesgo catal¨¢n (CaixaBank, Banco Sabadell) se enfrentan a una dif¨ªcil elecci¨®n en caso de la Declaraci¨®n Unilateral de Independencia (DUI). La prima de riesgo espa?ola sigue subiendo y algunas empresas con sede en Catalu?a, como Oryzon, han anunciado que trasladan su sede a Madrid.

Esta es una descripci¨®n todav¨ªa incipiente, pero amenazadora, de lo que puede suceder en la econom¨ªa si no amaina la crisis catalana. Los analistas econ¨®micos, fuente de informaci¨®n y de inspiraci¨®n de los inversores, han dado el paso decisivo de valorar la probabilidad de una ruptura pol¨ªtica catastr¨®fica, que no se define s¨®lo como la hip¨®tesis de la independencia ¡ªalgo improbable hoy¡ª sino que tiene en cuenta un escenario de confrontaci¨®n pol¨ªtica irreductible. Para entender la gravedad de la situaci¨®n actual bastar¨¢ considerar el riesgo que se cierne sobre los bancos y los dep¨®sitos. La atm¨®sfera de inseguridad puede favorecer una fuga de dep¨®sitos de consecuencias incalculables.

Los factores de empobrecimiento asociados al riesgo de secesi¨®n no pueden ocultarse. Pueden empeorar, si se inicia un proceso pol¨ªtico de elecciones sin resultados calculables, el conflicto entra en punto muerto o si la crisis de Catalu?a se interpreta como un signo m¨¢s de las dificultades del proyecto europeo.