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Tratamiento contra el VIH m¨¢s all¨¢ de los f¨¢rmacos En Myanmar, uno de los pa¨ªses de Asia con mayor prevalencia del virus, 44.000 personas asisten a un programa que les proporciona medicamentos y asesor¨ªa En la actualidad hay 44.000 personas inscritas en el Programa Integrado de Atenci¨®n al VIH (IHC) en cinco regiones del pa¨ªs. Los voluntarios apoyan a sus compa?eros con asesoramiento de expertos sobre adherencia al tratamiento y nutrici¨®n. Tambi¨¦n ayudan con an¨¢lisis de sangre, proveen atenci¨®n en el hogar para pacientes que ya no pueden cuidar de s¨ª mismos y ayudan a rastrear a los enfermos que faltan a una cita cl¨ªnica. Hay 1.300 voluntarios trabajando con el IHC en Myanmar. Un paciente recolecta radiograf¨ªas en la cl¨ªnica de tuberculosis del Hospital General de Mandalay. Cuando se lanz¨® en 2005, el Programa IHC se limit¨® a ayudar a los pacientes coinfectados con tuberculosis y VIH en Mandalay. Ahora apoya al 22% de todas las personas que viven con el VIH en Myanmar. Los pacientes con VIH tienen citas trimestrales en las cl¨ªnicas de IHC en los departamentos ambulatorios de los hospitales donde los m¨¦dicos, junto con los trabajadores de The Union, realizan controles generales de salud, examinan la infecci¨®n y cualquier efecto secundario de los medicamentos. Enfermeras dispensan antirretrovirales, medicamentos para combatir la infecci¨®n oportunista y suplementos nutricionales a los pacientes gratuitamente en una cl¨ªnica de IHC.
La doctora Kyi Shwe maneja un centro de salud del municipio en Mandalay y es responsable de todos los pacientes que asisten a su cl¨ªnica de IHC. El programa ahora funciona en sitios descentralizados del pa¨ªs para los pacientes seropositivos estables. "Las cosas han mejorado mucho para las personas que viven con el VIH aqu¨ª. Antes, la gente en este municipio tuvo que gastar mucho tiempo y dinero en el transporte para acceder al tratamiento¡±.
Un paciente va a recoger la terapia antirretroviral de la cl¨ªnica IHC en su centro de salud local del municipio. El doctor Soe Win ha trabajado con The Union desde 2014 para ayudar a administrar una cl¨ªnica de IHC. Antes de esto, las personas que viv¨ªan con el VIH en la zona ten¨ªan que recorrer largas distancias para acceder al tratamiento. Los pacientes inscritos en el Programa IHC son monitoreados con pruebas regulares de carga viral. Asisten a las citas trimestrales para los an¨¢lisis de sangre, los chequeos de salud y el asesoramiento. Tambi¨¦n recogen los medicamentos y los suplementos necesarios para los siguientes tres meses. Un equipo de conductores de motos y camiones, con capacitaci¨®n especializada en t¨¦cnicas de conducci¨®n preventiva, transporta muestras de sangre de las cl¨ªnicas de IHC en todo el pa¨ªs al Laboratorio de Salud P¨²blica de The Union en Mandalay. El almac¨¦n tiene habitaciones con temperatura controlada, neveras y congeladores para garantizar que los diversos medicamentos y reactivos se almacenan de forma segura. La instalaci¨®n cuenta con personal de seguridad las 24 horas y m¨²ltiples fuentes de energ¨ªa para salvaguardar el suministro de electricidad, ya que hay frecuentes cortes de electricidad en Myanmar. En 2010, The Union, financiada por TOTAL, abri¨® un nuevo laboratorio molecular dentro del que ya exist¨ªa para la Salud P¨²blica en Mandalay, cubriendo una importante brecha en la infraestructura de control y diagn¨®stico de enfermedades transmisibles. Cuenta con personal y est¨¢ equipado para procesar muestras de sangre para las pruebas de carga viral y diagn¨®stico temprano del lactante. Recibe muestras de cl¨ªnicas de VIH en toda la regi¨®n de Mandalay. Estos voluntarios est¨¢n capacitados para aconsejar a los enfermos del IHC. Tambi¨¦n proporcionan el apoyo vital de compartir experiencias, ya que ellos tambi¨¦n son pacientes. Los voluntarios reciben capacitaci¨®n sobre el VIH y el sida, las ¨²ltimas pautas de antirretrovirales y t¨¦cnicas de consejer¨ªa. Las mujeres embarazadas son examinadas para el VIH. Cuando el beb¨¦ nace vuelven a la cl¨ªnica para hacerse las pruebas. Cuando son positivas, reciben profilaxis antirretroviral y se prueba a las seis semanas, nueve meses y 18 meses. La doctora Ohnmar Mon ha sido parte del Programa IHC desde que comenz¨®. "Estoy muy orgullosa de mi trabajo. Al principio de mi carrera, las cosas eran dif¨ªciles debido a la falta de acceso a las f¨¢rmacos ya la mala comprensi¨®n del VIH. Ahora, gracias al programa, los ni?os pueden vivir sin s¨ªntomas. Lo m¨¢s dif¨ªcil es que cuando crezcan y salgan de la cl¨ªnica, me siento muy apegado a ellos¡±.
Los ni?os que nacen con VIH que acceden a antirretrovirales lo antes posible pueden vivir sin s¨ªntomas. Es vital que las familias cuenten con el apoyo emocional experto que necesitan. Los voluntarios de la Red de Personas Viviendo con VIH proveen esto a trav¨¦s de consejer¨ªa de pares. Un peque?o paciente bajo tratamiento con su madre en el hospital general de Mandalay. Cuando un ni?o que vive con el VIH llega a la adolescencia su r¨¦gimen en el IHC es revisado y se cambia a un tratamiento para toda la vida. Una nueva red de apoyo para los j¨®venes que viven con el VIH acaba de ser establecida a trav¨¦s de la cl¨ªnica. Al igual que con la red de adultos, los j¨®venes voluntarios reciben capacitaci¨®n para convertirse en pacientes expertos y consejeros. Las familias de pacientes nuevos en esta cl¨ªnica de IHC pueden pasar hasta dos horas con personal experto y voluntarios durante sus primeras citas. Los asistentes reciben informaci¨®n, asesoramiento y apoyo de un equipo de m¨¦dicos, enfermeras, farmac¨¦uticos y voluntarios. Debido a que la enfermedad es vitalicia, es crucial que los enfermos y sus familias se sientan bienvenidos en el ambiente cl¨ªnico. Cuando Hein Htet San luch¨® con los efectos secundarios de los f¨¢rmacos, los voluntarios de la cl¨ªnica IHC le aconsejaron y le animaron a continuar con su tratamiento. ¡°Ahora vivo una vida sana. Quiero compartir ese mensaje con otros j¨®venes que viven con el VIH, para alentarlos. El VIH no necesita aislarse. Espero ayudar a los j¨®venes a sentirse m¨¢s c¨®modos y a educar a la gente para ayudar a reducir la transmisi¨®n¡±, asegura. Myo Swe fue diagnosticado con VIH en una cl¨ªnica privada en 2003. Le dijeron que no hab¨ªa cura. En 2006 se enferm¨® tanto que fue hospitalizado. Debido a que estaba coinfectado con tuberculosis, fue referido al nuevo Programa IHC, que inicialmente era para solo pacientes con ambas dolencias. Myo Swe ahora vive una vida sana y ha sido voluntario en cl¨ªnicas de IHC desde hace casi 10 a?os. ?l recluta y administra a los voluntarios, organiza horarios y contacta con el personal de The Union y del hospital. Ko Myint Thein, voluntario: "Quer¨ªa apoyar a mis compa?eros de la misma manera que me hab¨ªan ayudado a m¨ª. Hab¨ªa visto dos de mis amigos morir de sida porque no ten¨ªan acceso al tratamiento¡±. Thiri [no es su verdadero nombre]: "Me convert¨ª en voluntaria para apoyar a las personas que estaban experimentando las mismas cosas que yo. Cuando mi esposo muri¨® de sida me qued¨¦ solo con un ni?o peque?o. Incluso mi madre me rechaz¨®. Gracias al IHC he podido ver a mi hijo crecer y vivir una vida sana¡±. Cuando Ye Win Aung fue diagnosticado con VIH en una cl¨ªnica privada en 2003, no se le ofreci¨® tratamiento, ni mucha informaci¨®n. S¨®lo sab¨ªa que la enfermedad era incurable y que las personas con VIH a menudo se enfrentaban a la discriminaci¨®n. Cuando tambi¨¦n fue diagnosticado de tuberculosis, su m¨¦dico lo puso en contacto con el nuevo equipo del Programa IHC. ¡°Tuve dos enfermedades muy graves, pero a pesar de mi condici¨®n, no me desesper¨¦. Este doctor me dio esperanza. No me discrimin¨®; ¨¦l me llam¨® ¡®hermano¡¯. Ahora vivo una vida sana y pac¨ªfica¡±. En 2005 Tun Tun Aung se hizo la prueba del VIH porque estaba planeando casarse. Cancel¨® la boda cuando obtuvo los resultados. "Aunque yo era seropositivo, mi novia no me dejaba. Dijo que quer¨ªa cuidarme. Ahora estoy casado con ella¡±. Tint Tint Naing, voluntario de las redes LGBTQ de Myanmar: ¡°Sab¨ªa un poco sobre el VIH a trav¨¦s de mi trabajo, pero no ten¨ªa mucho conocimiento. As¨ª que cuando me sent¨ª enfermo en el a?o 2000 y aprend¨ª sobre mi estatus y lo que esto significaba, me puse muy triste. Afortunadamente, obtuve medicamentos a trav¨¦s del Programa IHC y ahora mi prioridad es crear conciencia sobre el VIH¡±. Thura Aung tiene 13 a?os. ?l y su madre accedieron al tratamiento y al apoyo en las cl¨ªnicas de IHC en Mandalay en 2005. Es un jugador de f¨²tbol y un aficionado al Manchester United. Aspira a obtener un t¨ªtulo universitario y luego seguir los pasos de su padre, dirigiendo su propio negocio.