12 fotosNi?as esposadasEn Rep¨²blica Dominicana, una de cada cinco adolescentes de entre 15 y 19 a?os est¨¢ unida con un hombre 10 a?os mayor Rep¨²blica Dominicana - 11 oct 2017 - 08:28CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceA sus 17 a?os, F¨¢tima ya ha vivido experiencias muy intensas. "Yo me considero una mujer. Trato de dejar mi ni?ez atr¨¢s", dice con amargura. Cuando ten¨ªa ocho a?os, falleci¨® su abuela materna, la mujer que la crio mientras su madre trabajaba en B¨¢varo, la zona tur¨ªstica m¨¢s importante del pa¨ªs. Desde entonces, F¨¢tima volvi¨® a vivir con su madre en un barrio de barracones construidos con aluminio y madera. All¨ª creci¨® y tuvo su primer embarazo a los 16."Imaginaba que iba a tener mi primera vez con alguien que yo realmente quer¨ªa", cuenta F¨¢tima sobre su iniciaci¨®n sexual. "Ten¨ªa un novio y ¨¦l me hablaba de eso, ¨¦l iba a ser mi primero, pero no se pudo. Luego conoc¨ª a otro muchacho y nos hicimos novios. Qued¨¦ embarazada y ¨¦l se fue".La presi¨®n aument¨® en su casa despu¨¦s del embarazo, cuando su padrastro le advirti¨® de que deb¨ªa buscar otro hogar. Un hombre de 38 a?os que viv¨ªa cerca comenz¨® a acercarse: "?l me fue enamorando y yo a lo ¨²ltimo ca¨ª. Por eso me cas¨¦. Ya no quer¨ªa estar en la casa as¨ª". F¨¢tima llevaba cuatro meses de embarazo cuando se mud¨® a casa del hombre, que hab¨ªa aceptado encargarse del beb¨¦ que esperaba a pesar de no ser su progenitor.En Rep¨²blica Dominicana, una de cada cinco adolescentes entre 15 y 19 a?os est¨¢ actualmente casada o unida con un hombre 10 a?os mayor. Las ni?as del quintil m¨¢s pobre tienen tres veces m¨¢s probabilidad de casarse y dos veces m¨¢s si viven en las ¨¢reas con menos recursos. seg¨²n la investigaci¨®n 'Ni?as esposadas', realizada por Plan International Rep¨²blica Dominicana.Paola tambi¨¦n se cas¨® siendo una adolescente. Es oriunda de Guayacanal, un poblado de 1.600 habitantes en la sure?a provincia de Azua, donde la mayor¨ªa de los hombres se dedica a la siembra de pl¨¢tano y tomate, mientras que las mujeres realizan labores informales poco remuneradas en la ¨²nica calle asfaltada del pueblo o viajan a la capital para trabajar como empleadas en casas de familia.Paola fue criada por su abuela. "No tengo muchos recuerdos de mis padres, todo el tiempo he vivido con ella. Me aconsejaba estar tranquila, no caminar tanto 'que la calle no deja nada bueno'. Yo me llevaba m¨¢s de mis amigas que de ella: 'No tienes que estar con ese hombre, porque es mayor que t¨², tienes que esperar tu tiempo', me dec¨ªa". Paola tuvo su primera relaci¨®n sexual a los 12 a?os con un hombre nueve a?os mayor que ella. Al igual que F¨¢tima, ella tampoco estaba preparada, seg¨²n relata. "S¨ª quer¨ªa hacerlo, pero no sab¨ªa c¨®mo era, si pod¨ªa doler o no".El matrimonio infantil, seg¨²n Plan RD, est¨¢ vinculado con distintos factores de riesgo, como el inicio temprano de la actividad sexual con hombres entre cinco y 10 a?os mayores, as¨ª como con el deseo de las ni?as de establecer relaci¨®n con un hombre adulto porque entienden que ¨¦l es portador de experiencia, madurez y estabilidad. Otra raz¨®n es la presi¨®n que ejercen las familias sobre las adolescentes por un embarazo no deseado. A finales de mayo pasado, la C¨¢mara de Diputados aprob¨® la eliminaci¨®n del matrimonio para personas menores de 18 a?os. Sin embargo, a¨²n es necesaria la ratificaci¨®n en la C¨¢mara de Senadores."Muchas personas dicen que es mejor un hombre mayor, que est¨¦ 'montado' y con dinero", asegura Paola. A escondidas, comenz¨® a frecuentar al hombre y, cuando ya no pudo ocultar el embarazo, se fue a vivir junto a la familia de su novio. Tambi¨¦n dej¨® la escuela, avergonzada por las cr¨ªticas de sus pares y de la directora del centro educativo: "Me dijo que ya no pod¨ªa seguir estudiando durante el d¨ªa, que ten¨ªan que apuntarme de noche".Al principio, los matrimonios de ambas adolescentes iban bien, pero pronto las parejas comenzaron a maltratarlas. Aunque no sufri¨® violencia f¨ªsica, Paola asegura que s¨ª padeci¨® el control de su pareja: "Era muy celoso, no le gustaba que yo saliera, quer¨ªa que solo estuviera enfocada en ¨¦l y en su casa. Me hablaba bastante fuerte". La pareja de F¨¢tima le imped¨ªa trabajar y lleg¨® a maltratar f¨ªsicamente a su hija peque?a.Aunque ambas adolescentes dieron el paso de abandonar la relaci¨®n y volver a casa de su mam¨¢ y abuela, respectivamente, la situaci¨®n sigue siendo peligrosa para ellas. F¨¢tima vive temerosa, casi no sale a la calle. El hombre que un d¨ªa prometi¨® villas y castillos para llev¨¢rsela hoy la amenaza: "Me dijo que yo tengo que ser de ¨¦l obliga'o". Ella no quiere retomar la relaci¨®n y ahora sufre su acoso.Junto a su abuela, Paola crio a su peque?a hija y logr¨® retomar los estudios completando el tercer a?o de bachillerato. En la actualidad, trabaja en un restaurante de comida r¨¢pida y sue?a con llegar a ser bioanalista.F¨¢tima no tiene muchas opciones a mano. Contin¨²a escuchando de su padrastro cosas como "quien tiene su hijo que se lo eche al hombro"; sigue sin recibir ninguna ayuda del padre biol¨®gico de la ni?a desde hace siete meses y tampoco ha retomado los estudios por carecer de documentos de identidad ni los m¨ªnimos recursos econ¨®micos. "Mi madre dice que le gustar¨ªa que yo fuera ingeniera", comenta F¨¢tima para darse ¨¢nimo.