Antes de la independencia
No quiero una Catalu?a independiente ni un Estado espa?ol imponi¨¦ndose
El 1-O no vot¨¦. No me gust¨® nada c¨®mo la mayor¨ªa independentista del Parlament retorci¨® las normas para aprobar la Ley del Refer¨¦ndum posteriormente suspendida por el Tribunal Constitucional. Fue una decisi¨®n dif¨ªcil porque, como la gran mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa en Catalu?a, pienso que a estas alturas necesitamos un refer¨¦ndum en el que todos nos sintamos llamados a debatir y participar. Creo que el fin no justifica los medios y que los procedimientos formales, las garant¨ªas y el imperio de la ley son esenciales y deben ser respetados. Espero que podamos tener este tipo de refer¨¦ndum alg¨²n d¨ªa, porque la ciudadan¨ªa de Catalu?a debe tener la posibilidad de decidir sobre su futuro. No veo otra salida. Pero no creo que el Parlament pueda leg¨ªtimamente adoptar una declaraci¨®n unilateral de independencia sobre la base de este refer¨¦ndum.
Aunque no iba a votar, el domingo sent¨ªa que ten¨ªa que estar ah¨ª, una de las muchas contradicciones de estos d¨ªas. Estuve con los que votaron, muchos de ellos amigos, padres y madres de los amigos de mis hijos. Estuve porque, a pesar de que me disgusten profundamente muchas actuaciones de este Govern y sus predecesores (incluyendo el uso de la independencia para tapar todo tipo de problemas acuciantes), tambi¨¦n me disgustan las acciones del Estado para limitar las aspiraciones de autogobierno de Catalu?a. No creo que los catalanes est¨¦n sometidos a una ¨¦lite pol¨ªtica perversa, incluso si este debate sobre la relaci¨®n con Espa?a ha restado visibilidad a temas inc¨®modos para muchos como la corrupci¨®n o los recortes.
Las aspiraciones de independencia de una parte importante de los catalanes (alrededor del 40%) son leg¨ªtimas. Se han incrementado mucho como resultado del descontento generado por la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010. Las cosas habr¨ªan sido diferentes si este Estatuto se hubiera respetado y, eventualmente, se hubiera acordado una reforma constitucional. Ahora estamos en una situaci¨®n en la que el Gobierno, a trav¨¦s de una orden ministerial, ha suspendido de facto la autonom¨ªa financiera de la Generalitat, sin ning¨²n debate sobre la cuesti¨®n en las Cortes. Veremos lo que queda por venir.
Rechazo la represi¨®n violenta de la expresi¨®n de opciones pol¨ªticas leg¨ªtimas. Lo que vimos fue una movilizaci¨®n impresionante (guste o no) de algunas organizaciones ciudadanas por unos objetivos pol¨ªticos
Esto pone de manifiesto que, desafortunadamente, el Estado espa?ol no es un Estado federal, con una cultura pol¨ªtica que respete la diversidad, el autogobierno y el gobierno compartido. Tengo la sensaci¨®n de que algunos prefieren una Catalu?a independiente a una Catalu?a que hable catal¨¢n dentro de Espa?a. El enrocamiento en la literalidad de la Constituci¨®n (demasiado estrecha para resolver el problema) no refleja las posiciones de muchos espa?oles, ni nos ayuda a salir de esta situaci¨®n.
Todos hemos sido testigos de c¨®mo se ha usado la ¡°cuesti¨®n catalana¡± para ganar votos en otras partes de Espa?a, alimentando al mismo tiempo los sentimientos anticatalanes en Espa?a y los antiespa?oles en Catalu?a. Los partidos catalanes proindependencia, por descontado, utilizan esto y otras herramientas a su alcance para aumentar su apoyo electoral. El resultado son dos entidades pol¨ªticas, Catalu?a y Espa?a, que se van separando. Y una divisi¨®n cada vez m¨¢s profunda dentro de Catalu?a.
Por encima de todo, rechazo la represi¨®n violenta de la expresi¨®n de opciones pol¨ªticas leg¨ªtimas. Lo que vimos este fin de semana fue una movilizaci¨®n impresionante (guste o no) de algunas organizaciones ciudadanas por unos objetivos pol¨ªticos. La actuaci¨®n de la polic¨ªa fue innecesaria y desproporcionada, inaceptable en un Estado democr¨¢tico. Desde Almond y Verba sabemos que si la cultura pol¨ªtica y las instituciones no son congruentes, un sistema pol¨ªtico no puede ser estable. Lo que necesitamos es adaptar nuestras instituciones para que reflejen mejor las preferencias de la ciudadan¨ªa, no un Estado que se comporte como un Leviat¨¢n.
No quiero una Catalu?a independiente de Espa?a. Sinceramente no creo que estuvi¨¦ramos mejor. No quiero un Estado espa?ol imponi¨¦ndose. Seguro que estar¨ªamos peor. Hay un lugar entre la independencia y el statu quo y necesitamos llegar a ¨¦l, por dif¨ªcil que sea. El Govern debe parar la huida hacia adelante. El Estado espa?ol tiene la responsabilidad de ofrecer una alternativa que sea atractiva para la ciudadan¨ªa de Catalu?a, o la independencia inevitablemente llegar¨¢, antes o despu¨¦s.
On ets, Espanya? - no et veig enlloc. / No sents la meva veu atronadora? / No entens aquesta llengua - que et parla entre perills? / Has desapr¨¨s d¡¯entendre an els teus fills? (Joan Maragall).
Eva Anduiza es profesora de Ciencia Pol¨ªtica en la UAB.
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