El 93% de los tanzanos se toma muy en serio la brujer¨ªa y, entre ellos, los sukuma del lago Victoria son los m¨¢s ac¨¦rrimos creyentes
Tanzania -
Mageni Benge retratada en frente de su casa en la provincia de Mwanza, en el norte de Tanzania. Lleva en su cara las cicatrices de un ataque ordenado por su propio hermano, a quien un curandero local convenci¨® de que era una bruja y responsable de la muerte de sus padres.Un t¨ªpico recipiente para cocinar. En Tanzania, seg¨²n la creencia popular, tener los ojos rojos es una se?al identificativa de hechiceros. El uso de cocinas de le?a o carb¨®n en el interior de las casas, y el continuo contacto con ambientes llenos de humo, hace que muchas personas, sobre todo mujeres que dedican m¨¢s tiempo a la cocina, tengan irritaciones oculares.Una curandera tradicional en su casa. Los curanderos pueden ser tanto hombres como mujeres y no hay ning¨²n limite de edad. Muchas personas en Tanzania y en ?frica siguen consultando a estas personas para todo tipo de necesidades, desde sanar enfermedades hasta garantizarse la buena suerte en unas elecciones.La habitaci¨®n de Leah Kipemba. Sobrevivi¨® a un ataque con machetes por parte de unos vecinos por ser considerada bruja. En la zona, las acusadas de tales magias son generalmente las mujeres mayores.Paisaje alrededor del lago Victoria. La creencia en los poderes m¨¢gicos y sobrenaturales es particularmente fuerte entre la etnia sukuma que vive en la zona. Seg¨²n un encuesta realizada por el PEW Research Center en 2010, el 93% de los tanzanos cree en la brujer¨ªa. El porcentaje fue el m¨¢s alto entre los 19 pa¨ªses africanos encuestados.La hija de una pareja de ancianos asesinados en su casa por ser sospechosos de brujer¨ªa. Ella y sus hermanos sostienen que sus padres fueron acusados de ser responsables de la muerte de varios ni?os de la aldea. Tales muertes (de ni?os o/y animales) suelen ser el motivo determinante para que una persona sospechosa de malas artes.El llamado ¡°panga¡± es un cuchillo largo con una gruesa hoja de m¨¢s o menos 40 cent¨ªmetros montada sobre un mango corto. Se utiliza generalmente para abrir camino en zonas con vegetaci¨®n muy densa y para cortar plantas, pero tambi¨¦n se usa como arma. Los asesinatos de personas acusada de tener y/o utilizar poderes sobrenaturales son sumamente violentos y las agresiones van desde quemaduras hasta mutilaciones con este tipo de machete.Fotograf¨ªa antigua de un curandero tradicional expuesta en el Museo Sukuma, en Kisesa. El Museo y el centro cultural Bujora promueven las artes tradicionales y la historia de la etnia sukuma. Tanzania cuenta con m¨¢s de 120 grupos ¨¦tnicos: con una estimaci¨®n de 3,2 millones de miembros, esta minor¨ªa es la m¨¢s numerosa de Tanzania.Unos ni?os juegan en los alrededores de una casa de una aldea cercana al lago Victoria. En la vivienda, cuentan, una pareja de ancianos acusados de brujer¨ªa fueron asesinados.Reba?o de vacas de una pareja de ancianos asesinados por brujos. En algunos casos, los celos hacia una familia o parientes m¨¢s ricos, pueden ser el origen de un acusaci¨®n.Leah Kipemba, de 80 a?os y acusada de brujer¨ªa, enciende el fuego para calentar el agua. Por el continuo contacto con el humo, el sol y el polvo, tiene los ojos irritados y rojos. En Tanzania, seg¨²n la creencia popular, eso es una caracter¨ªstica identificativa.Construcci¨®n t¨ªpica en la que se desarrollan los rituales de sanaci¨®n por parte de curanderos tradicionales. En 2015, durante un intento de frenar los asesinatos de albinos y las acusaciones de brujer¨ªa, a menudo propiciadas por los mismos curanderos como soluci¨®n de los males de sus pacientes, el Gobierno tanzano prohibi¨® de manera oficial que los curanderos especializados en brujer¨ªa ejercieran su oficio.Una curandera tradicional, en el campo detr¨¢s de su casa donde recolecta las plantas que utiliza para sanar sus pacientes. Aunque no hay ninguna prueba cient¨ªfica que avale sus tratamientos, muchas personas prefiere acudir a los curanderos tradicionales hasta para las enfermedades mas graves. El tratamiento generalmente consiste en la combinaci¨®n de rituales, medicamentos y oraciones.Una calabaza seca, tradicionalmente utilizada por los curanderos como contenedor para las medicinas durante las ceremonias de sanaci¨®n.Ibrahim Emmanuel Ndaro, un curandero tradicional de la localidad de Magu, en el noroeste de Tanzania, retratado durante una reuni¨®n con otros colegas. En el distrito hay m¨¢s de 300 y su popularidad est¨¢ muy vinculada a la escasez y los altos costes del sistema de salud publica tanzano.Despensa de la cl¨ªnica gestionada por el curandero tradicional Ibrahim Emmanuel Ndaro en la localidad de Magu, en el noroeste de Tanzania.Un paciente internado en la cl¨ªnica gestionada por el curandero tradicional Ibrahim Emmanuel Ndaro en la localidad de Magu, en el noroeste de Tanzania. La mayor¨ªa de los pacientes llegan a la cl¨ªnica con graves trastornos mentales, a menudo atribuidos a una posesi¨®n demon¨ªaca.El curandero tradicional Ibrahim Emmanuel Ndaro muestra las f¨®rmulas que inscribe en una piedra para propiciar la curaci¨®n de sus pacientes. Para ejercer este oficio no es necesario ning¨²n certificado oficial.
