A vueltas con la ¡®duda razonable¡¯

Las series de televisi¨®n americanas sobre abogados ense?an que la fina l¨ªnea entre la culpabilidad y la inocencia se quiebra en el momento en el que un letrado habilidoso es capaz de suscitar una duda razonable sobre las evidencias acumuladas contra su representado.

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Nada que celebrar. El da?o est¨¢ hecho

Puigdemont, independencia y huelga en Catalu?a: ¨²ltimas noticias

Tras la aprobaci¨®n de las medidas adoptadas por el Gobierno, bajo el amparo del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, Carles Puigdemont tom¨® la decisi¨®n de huir y refugiarse en B¨¦lgica, donde se ha puesto a disposici¨®n de las autoridades mientras se tramita la orden europea de detenci¨®n y entrega emitida por la Audiencia Nacional. En ese momento, el ya cesado president de la Generalitat inauguraba una estrategia de defensa encaminada, precisamente, a provocar entre los ciudadanos e instituciones europeas una duda razonable sobre la calidad democr¨¢tica y la verdadera separaci¨®n de poderes en Espa?a. Para ello, Carles Puigdemont y los suyos trabajan, con una atenci¨®n medi¨¢tica inusitada, en dos frentes bien definidos: el jur¨ªdico y el pol¨ªtico.

Por lo que se refiere al ¨¢mbito jur¨ªdico, el plan se asienta en aprovechar algunas especificidades procesales belgas para intentar evitar o posponer las consecuencias del proceso penal abierto en Espa?a. Hasta el momento, su defensa se apoya en el ordenamiento jur¨ªdico belga para retrasar, en virtud de la forma de tramitar la euroorden, el momento efectivo de la entrega a las autoridades espa?olas. Siendo conscientes de que dicha entrega dif¨ªcilmente podr¨¢ ser obviada, no parece descabellado considerar el planteamiento de un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, del que Espa?a es parte. Aunque tal recurso no prospere, ya sea por razones de forma o de fondo, s¨ª puede contribuir a extender la idea de Espa?a como pa¨ªs en el que se vulneran derechos fundamentales.

En lo que respecta a la dimensi¨®n pol¨ªtica, la estrategia de Carles Puigdemont pasa por la aceptaci¨®n de unas elecciones en condiciones nada sencillas. En este contexto, el proyecto pol¨ªtico independentista deber¨ªa estar en condiciones de aprovechar, presumiblemente, la ventaja competitiva que pudiera provocar la situaci¨®n procesal de sus l¨ªderes en una campa?a marcada por un fort¨ªsimo componente emocional. Acumular unos buenos resultados electorales resulta imprescindible para legitimar el proyecto independentista y reclamar, por la v¨ªa democr¨¢tica, la condonaci¨®n de aquellas responsabilidades penales que pudieran derivarse de los procesos judiciales instados hasta la fecha por el Fiscal General del Estado.

Todav¨ªa es pronto para saber la correlaci¨®n de fuerzas resultante de las elecciones 21 de diciembre. Mientras tanto, aunque la UE y sus Estados miembros se mantienen firmes en la defensa de Espa?a como ¨²nico interlocutor v¨¢lido en la cuesti¨®n catalana, convendr¨ªa no descuidarse y hacer frente a los efectos perniciosos que puede generar la consolidaci¨®n de una duda razonable como la que quieren proyectar algunos sobre lo que es Espa?a en t¨¦rminos de Estado democr¨¢tico y de derecho. El da?o ser¨ªa, en este caso, irreparable.