Sigo fiel

Me dispon¨ªa a merendar una tostada untada con mi crema de cacao favorita. Tras mucho repelar el bote, dirig¨ª mi garboso cuerpo hacia la despensa donde siempre tengo una buena provisi¨®n. ?Dios bendiga al hombre acaparador! Al abrir el nuevo bote percib¨ª que la crema hab¨ªa cambiado ligeramente de color; era menos marr¨®n. Y lo que me pareci¨® en principio un efecto ¨®ptico sin importancia mud¨® en una preocupaci¨®n real, el sabor tampoco era el mismo; mi crema de cacao favorita era ahora menos dulce.

Disgustadillo me puse a navegar por la red de redes recalando, en mi virtual navegar, en ediciones digitales de periodicos varios. Al leer las declaraciones de los l¨ªderes del partido en el que he depositado mi confianza me pareci¨® que tambi¨¦n la ideolog¨ªa del partido en cuesti¨®n hab¨ªa cambiado un poco; era ahora menos peronista, menos transversal. Y que por lo tanto, metaf¨®ricamente hablando, era ahora menos lila.

Me refugi¨¦ en la m¨²sica buscando en una plataforma de reproducci¨®n de m¨²sica en streaming el ¨²ltimo disco de mi grupo favorito. Me propuse escucharlo con deleite, pero al momento percib¨ª que la banda, en la actualidad, sonaba de otro modo; era ahora menos contundente, menos original. En cierta manera hab¨ªa ca¨ªdo en la grisura musical.

Sin hallar consuelo en nada terrenal, me puse existencialista y me enfrent¨¦ al espejo. ?Sapristi! Mir¨¢ndome con detenimiento tampoco yo era como me antes, me encontr¨¦ m¨¢s p¨¢lido. Adem¨¢s, pensando en las ¨²ltimas bromas que hab¨ªa escrito, conclu¨ª que mi humor era ahora menos iconoclasta y menos fresquito.

Y todo esto me pas¨® el?juliendres, pero aun as¨ª os digo que sigo fiel a La Nutella, a Podemos, a los Pixies y a m¨ª mismo.