Quien tiene un vinilo tarado tiene un tesoro
Si has comprado un disco de Beyonc¨¦ donde, en vez de la diva, se escucha un grupo de punk ignoto, ni lo tires ni te quejes a la tienda. V¨¦ndelo en Internet: te dar¨¢n un past¨®n
A principios de 2006, en el foro musical auspiciado por Steve Hoffman, ingeniero de sonido y coautor de Cecilia Ann, el cl¨¢sico del surf rock que llevaron a la fama los Pixies, un se?or de Atlanta compart¨ªa con la comunidad de coleccionistas que ah¨ª se congrega algo que le hab¨ªa pasado d¨ªas antes. El tipo hab¨ªa acudido a una tienda de discos y hab¨ªa adquirido una copia de Remain in light, el maravilloso ¨¢lbum de Talking Heads. Al llegar a casa, puso el vinilo en el plato. La primera cara, perfecta. Le dio al vuelta y en la segunda, en vez de sonar Once in a lifetime, se o¨ªa Telegram Sam, de T. Rex. Ten¨ªa en sus manos lo que se conoce como un mispress, un disco tarado. En una cara, Remain in light, en la otra, Slider de T. Rex. ¡°?Qu¨¦ hago? Me parece que si lo pongo m¨¢s veces se cargar¨¢ el plato giradiscos y creo que si lo cuelgo en eBay van a cachondearse de m¨ª!¡±, escrib¨ªa. La primera respuesta que recib¨ªa fue: ¡°T¨ªralo¡±.
M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, el vinilo vive un renacer casi ya transversal. Y como con todas las cosas que vuelven, vuelve con todo, incluidos sus errores. Los vinilos tarados, aquellos que, si hubiesen sido CD¡¯s, podr¨ªamos haber usado, al menos, para ahuyentar a las palomas, ahora se cotizan en un mercado a cifras que van mucho m¨¢s all¨¢ de la iron¨ªa.
El pasado mes, Discogs, el mercado online de compra venta de m¨²sica m¨¢s importante, publicaba su lista de discos tarados m¨¢s valiosos. Lo hac¨ªa porque a mediados de septiembre, esos accidentes que casi siempre son atajados antes de llegar a la tienda, se hab¨ªan hecho muy populares, como certificaba un comunicado emitido por Columbia.
El sello anunciaba el error en el nuevo prensado del ¨²ltimo largo de Beyonc¨¦. En algunas copias en vinilo de Lemonade, en vez de la m¨²sica de la diva se escuchaba la de una banda de punk canadiense llamada Zex.
A¨²n es pronto para saber qu¨¦ cifras pueden alcanzar estos vinilos en el mercado online, pero es muy probable que pronto est¨¦n igual de cotizados que cl¨¢sicos de lo tarado, como el single lanzado en 1988 por la banda de hardcore Gorilla Biscuits, cuyas ¨²ltimas 90 copias no tienen pegatina en la cara B porque, lo que tiene ser indie, se les acabaron en la f¨¢brica. Esos vinilos est¨¢n valorados hoy en m¨¢s de 1.000 euros.
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