13 fotosEducaci¨®n contra el trabajo infantil en PoipetLa Fundaci¨®n Don Bosco trabaja en la ciudad en la frontera entre Camboya y Tailandia para proporcionar casa, comida y educaci¨®n a los menores m¨¢s desfavorecidosBel¨¦n Hern¨¢ndezPoipet - 27 nov 2017 - 08:00CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLa zona de m¨¢s trasiego en Poipet son los kil¨®metros de frontera con Tailandia. En la imagen, una de las primeras se?ales de tr¨¢fico desde la salida de la frontera a la llegada a Camboya en una carretera repleta de carros de porteadores, motos y camiones.Los menores suelen cobrar alrededor de cinco d¨®lares diarios en las jornadas que trabajan como porteadores en la frontera de Camboya con Tailandia. El sueldo medio del pa¨ªs est¨¢ entre 150 y 200 d¨®lares.Se estima que m¨¢s de 300.000 ni?os en Camboya son obligados a trabajar para cubrir las necesidades de su familia. En la imagen, un porteador de un carro de mercanc¨ªa realiza el camino de vuelta desde Camboya a Tailandia.El gran aliciente para los turistas procedentes de Tailandia son los casinos de la frontera, en el lado camboyano. En la imagen, dos mujeres de avanzada edad juegan en una mesa de Tigre & Drag¨®n.Don Bosco tiene una escuela y casa de acogida en Poipet desde 2004. En la imagen, ni?os y ni?as estudiantes del centro esperan en cola para acceder al comedor y recibir el almuerzo.Vi Chhay, estudiante de Don Bosco de 14 a?os, junto a sus hermanos menores, a las puertas de su casa, en un barrio chabolista de Poipet. Otros de sus cinco hermanos trabajan como ni?os porteadores en la frontera.En la casa de acogida de Don Bosco viven 84 ni?os y ni?as. El centro cuenta tambi¨¦n con una escuela en la que estudian 450 menores. En la imagen, una de las clases de primaria de la fundaci¨®n.Varias estudiantes de primaria de Don Bosco Poipet se encargan de ordenar y clasificar los libros de la futura biblioteca.La pr¨¢ctica de deportes en equipo como actividades extraescolares son tambi¨¦n parte de la programaci¨®n del centro de Don Bosco Poipet para luchar contra el trabajo infantil. En la imagen, un grupo de chicas juega al baloncesto en la cancha principal del colegio.Los Srey Mey, de 14 a?os (izquierda), y Seng Han, de 16 a?os, estudiantes de Don Bosco en sus instalaciones de Poipet.Para muchos de estos ni?os, el almuerzo diario del centro de Don Bosco ser¨¢ "con suerte" su ¨²nica comida al d¨ªa, explica el padre John Visser.Una de las beneficiarias del colegio Don Bosco en Poipet, junto a su madre y hermanos. Su padre suele cruzar cada d¨ªa la frontera con Tailandia para trabajar.La aula de inform¨¢tica del centro Don Bosco de Poipet. Los equipos inform¨¢ticos han sido donados por varios benefactores de Corea del Sur.